Capítulo 45

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Cuando sentado en su coche, después de contarle a Jimin todo lo ocurrido y pedir su consejo, el luniano vio el rostro de Minjae para segundos más tarde verlo a él junto a Taehyung teniendo sexo, todo su cuerpo colapsó. Ese maldito dolor de cabeza que hacía tanto no le daba, los insoportables sonidos y los latidos de su corazón en aumento, bombeando más sangre de la necesaria a su cerebro, lo hicieron por varios segundos retorcerse en el asiento.

Eso no podía ser cierto, se lo repetía continuamente en su cabeza pero por más que lo negara sabía que no podía ser de otra manera. Maldijo a Nana, maldijo a Minjae, Taehyung, sus padres, el universo, se maldijo él. Quería matar a Minjae pero bien sabía que ese pobre chico no tenía culpa de nada, la culpa era de su pareja, aunque estaba molesto y desilusionado, una mínima parte de él lo entendía.

Podía sentir en él que Tae todavía estaba copulando, lo sentía cuando estuvo parado delante del edificio. Se concentró para aumentar su oído y cuando lo localizó subió sin pensarlo. Tumbó la puerta pero la realidad era que quería derrumbar todo el lugar. Nunca antes se había sentido así, sabía que ahora mismo podía acabar con media galaxia sin esfuerzo alguno.

El desagradable hedor a sexo invadió sus fosas nasales causándole deseos de devolver lo poco que ingirió en el desayuno. El olor de su alma gemela mezclado con otro era algo horrible. Estaba molesto, no eso era poco pero más que todo eso, estaba preocupado, Taehyung no sabía lo que podía causar eso que acababa de hacer una vez unido a él, ponía en riesgo su propia vida y de paso la de él.

La imagen que tenía frente a sus ojos iba más allá de cualquier adjetivo despectivo que pudiera agregarle, asqueroso, repulsivo, desapacible, irritante, podía hacer una infinita lista y ninguna palabra describiría lo que pasaba por su mente. Ver como Taehyung aún llevaba puesto el condón, la desnudez de ambos cuerpos. ¡Dios! Necesitaba paciencia, mucha paciencia para poder sobrellevar eso.

Se estaba volviendo loco de los celos e impotencia. Saber a su alma gemela con otra persona, verlos, era sin duda, una de las peores experiencias de su vida.

Percibió que el chico quería enfrentarlo cuando separó a Taehyung de él pero realmente le aconsejaba mentalmente que no lo hiciera, no tenía total control sobre su fuerza en ese momento y sin intención podía terminar matándolo.

— No... Lo... Hagas... Te lo aconsejo, no te metas. — La gélida voz de Jungkook lo dejó paralizado y segundos después comenzó a vomitar en su propia cama.

— ¡Suéltame de una maldita vez! No tienes ningún derecho a ve- — Jungkook puso el índice en sus labios y caminó hasta que estuvo arrinconado a la pared.

— No ahora Kim Taehyung, vienes por las buenas o por las malas pero tú ahora mismo te vendrás conmigo. Yo voy hablar, tú vas a escuchar y después, si te de la gana te largas a follarte a quien te de la gana. No te voy a detener pero eso, será después que hablemos. — Recogió las ropas que cayeron en el piso y se las volvió a lanzar. — ¡Vístete!

El rubio seguía parado frente a él sin moverse, bajó la mirada y notó que el preservativo seguía en su miembro. Cerró los ojos tratando de relajar la mandíbula y su puño.

— Vístete, — alargó la palabra — o no respondo de mis actos. Taehyung te lo juro, por favor, ahora mismo no me provoques más.

Su voz era falsamente baja, calmada, aguda y algo ronca, quería llorar y gritar a la misma vez, oh las estrellas sabían lo mucho que quería hacerlo. Estaba claro y sabía que su alma gemela podía molestarse, golpearlo, querer matarlo pero, que a la primera discusión entre ellos terminara en la cama de otro, a pesar de su unión, de sus sentimientos... Le dolía.

Cinco minutos más tarde Taehyung se retiraba del apartamento de Minjae, seguido por Jungkook, sin mirar siquiera al chico que se encontraba asustado, enroscado en su manta en una esquina de la cama tieso, casi in poder respirar del susto. Toda esa escena le confirmaba que el rubio tenía una relación con ese tipo y ser golpeado por ejercer el papel de amante sin saberlo, no le agradaba nada. Vomitó varias veces en su cama, pensó que era a causa del terror que vivió en pocos segundos.

Amor LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora