— ¿Tiene una solución? ¿Qué quiere decir con eso? No importa cómo lo mire, no tenemos mucho tiempo. — La preocupación en la voz de Jungkook era palpable.
Estaba consciente que si se demoraban diez minutos más las cosas se iban a complicar, podía frustrarse todo y en el peor de los caso algunos de ellos salir sin vida o no lograr hacerlo ni siquiera después de muertos. Suspiró profundo, supo desde que el día que se vio obligado a huir de Luna Dorada que ir a territorio de Hedas era casi un acto de suicidio si no se estaba bien preparado. Mas nunca tuvo mayor convicción de acabar con ellos que en el momento que sintió que perdí su vida junto a su familia.
Sacar a Kore de allí era una forma de debilitar a Hedas ya que si no tenía a su alma gemela y fuente extra de energía allí, su poder físico se debilitaría notablemente, eso sin contar su estabilidad emocional. Esa era otra de las razones tras el rescate de Kore. No solamente era porque deseaba ver feliz a su esposo y que ella lo ayudara a combatir aunque esto también era de suma importancia.
— Para nosotros juntos no es imposible. Contamos con la regente de Eris, tú mi yerno, el heredero de Luna Dorada y un ser como yo que tiene poderes de ambos mundos de la forma más potente gracias a la mezcla de razas y mi extraño nacimiento. Quizás no sea tan poderoso como mi hijo, menos aún después de unirse a ti y que compartan sus fortalezas, pero soy lo suficientemente capaz de sacarnos de aquí. Si viniste hasta aquí por mí aún con todo lo que está pasando mi hijo, con cada gota de energía de tu cuerpo pidiendo estar con él, yo tengo que colaborar y hacer que esto sea fructífero.
Siempre se había escudado en si misma y en el deseo de mantener a su familia a salvo. Prefirió estar lejos de ella antes de que dañaran a Hoseok o Taehyung, temió no ser lo suficientemente fuerte para enfrentarse a Hedas. De hecho, sabía que perdería la vida porque en aquel entonces, aunque matarla a ella directamente era difícil, con sólo tocar a una de esas dos personas que tanto amaba, hubiese muerto sin necesidad de realizar acción alguna. Sabía que su hijo crecería y si todo iba conforme a su visión él estaría bien y eso fue lo único que le importó.
Ahora en cambio era diferente, hubieron demasiadas injusticias y sufrimientos contras los que no pudo hacer nada. Le tocó sufrir y vivir el dolor de su retoño en silencio sin poder darle al menos un cálido abrazo y dulces palabras que lo reconfortaran. Lo vio perder su rumbo y casi se perdió con él. Ahora, tenía a grandes personas en su vida queriendo ayudarlas, sacrificando y poniendo en riesgo sus vidas por liberarla a ella.
Estaba en la obligación de corresponder a todo es esfuerzo sin importar el resultado. Sabía que con su hermana y yerno, lograrían al menos salir de allí. Confiaba en ellos más que si misma. Su temor se estaba desvaneciendo desde el momento en que lol vio llegar. Temió que fueran a por ella y les ocurriera algo pero ahora que los tenía ahí, sabía que lo que tenía que hacer para salvaguardar su vida, era luchas hasta su último aliento.
— No tienes que preocuparte hijo mío. — Estaba orgullosa de su hijo, de su yerno, de su familia. — ¿Dónde dijiste que se encuentra quien puede ayudarnos?
— A la entrada del palacio. — EL lunasio quedó sorprendido al sentir pese a que se encontraban en Luna Dorada, las cálidas manos de Kore tomar la suya. Era como tomar las de su mafa y esposo a la misma vez. Intentó, pero no pudo contener las lágrimas llenas de nostalgia, tristeza y añoranza. Su cuerpo se sobresaltó al sentirla secando su rostros con un delicado toque y posarle un beso en su frente. — D-Deberíamos llamar a Nana, no podemos detener-
La súbita entrada de Nana fue agitada. Esta se sentó al lado de su hermana, a quien le regaló una sonrisa llena de amor, misma que fue devuelta. Sostuvo las manos de ambos con firmeza con sus orbes buscando por cuenta propia a Jungkook hasta posarse sobre este. Seguía siendo su alma gemela y lo amaba, lo amaba con locura y lo haría hasta el fin de sus días. Sin embargo, estaba feliz de que formara parte de su familia, tenerlo en ella aunque no estuviera a su lado, aunque cada gota de sangre de su cuerpo corriera agitando más a su corazón cada vez que lo veía.
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Amor Lunar
FanfictionJungkook es el príncipe heredero del Reino de Luna Dorada. Para salvar a su mundo, se ve obligado a huir a un lugar desconocido para él, el planeta Tierra. ¿Qué sucede cuando llegas a un mundo totalmente desconocido? ¿Cuando estás solo y desconfías...