8.- Mido Rana: La carta

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MARATÓN 1/5

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MARATÓN 1/5

La situación con Budo le hacía preguntarse, si él estaba enterado de su condición, pues sus palabras dejaron mucho que decir.
Era obvio que ocultaba algo.

Pero le carcomía la culpa, de haber permitido el constante tacto de su profesor Mido.

¿Por qué lo había permitido? ¿No era que sentía algo por él? ¿Había traicionado a Mujo?.

Maldita sea, ¿Qué esta pasando?.

Sin embargo existía algo que no podía negar.
Las fuertes emociones que ese acto le produjo.
La simple sensación de sentir libertad ante las enminentes caricias y mimos por aquel hombre.

Rápidamente negó y se dijo asimisma que eran pensamientos aborrecibles.

Estos pensamientos la estaban torturando y matando.
En algunos momentos ya ni siquiera pensaba en vivir.

Pero algo le impedía matarse.

(...)

Corrió con todas las fuerzas necesarias hasta llegar a la azotea.

¡¿Qué ha sido esa carta?!

Había recibido una carta en su casillero, donde tenía una despedida peculiar.
No le dio importancia hasta que leyo el nombre del dueño.
Mido Rana.

Con la preocupación comiendola, llegó a duras penas hasta la azotea.
Buscó con la mirada cualquier pista de una persona.
Pero fue en vano.
Accedió a buscar en cada una de las esquinas.
Sin embargo al llegar a la última, pudó observar la figura de una persona.
Mido.

Abrió como platos los ojos al ver la atroz escena
Un Mido tirado en el suelo de la planta baja y alrededor suyo tenía rastros de sangre.

¿Un suicidio?

Se cubrió la boca al ver dicha situación.
Soltó un grito desgarrador al hombre que se había adueñado de una parte suya.
Las lágrimas abordaron sus mejillas y un dolor en el pecho creció.

Se deslizó por el barandal hasta quedar en cuclillas.

Primero Taeko, después Mujo y ahora Mido.
Era muy cruel para ser verdad.

─Vaya, me costó tanto trabajo empujarlo, más si peleó por su vida─Una voz la hizó detenerse en su momento de lamento.
─Suerte que tenía mi bate conmigo─Giró su rostro a su dirección y ahí estaba un chico.
El mismo que vió en su visita a la demonio.

Pero algo era diferente.
¿No era él, que la había salvado?
¿Por qué ahora era el malo?
No lo entendía.
Sin embargo, admitió que el había sido el asesino de Mido.
Si antes creía que el se había suicidado, ahora estaba aliviada de que no fuera así.
De todos modos, le había arrebatado su vida y eso no se lo perdonaría.

Hasta que la muerte nos una♥© (Malerivals×Ayano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora