Nuestra protagonista, sigue viajando interminablemente a través de dimensiones por lo que tendrá que enfrentarse a un ente malvado y a su asesino serial con quien, próximamente formará un romance.
^^SEGUNDA TEMPORADA DE:
||Hasta que la muerte nos s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los sonidos externos retumbaban por el eminente lugar, con una gran pesadez la chica abrió sus ojos, siendo despertada por el ruido de la puerta.
Se sentó sobre la cama, tratando de recordar algo en particular. Pero su mente estaba en blanco.
Estaba claro que había sucedido algo, pero era difícil saber exactamente que fue.
Sin darle muchos rodeos, se levantó para encaminarse hacía la puerta de la entrada.
Pero su sorpresa fue grande, al ver una chica parada ahí.
Enseguida sus ojos la miraron para inspeccionarla. Su cabello azabache y ojos negros resaltaban su belleza formidable, aunque, de alguna manera, le resultaba familiar su imagen. Llevaba puesto un uniforme y sostenía un bolso escolar.
─Que tal Yan-chan─ Le dedicó una sonrisa cálida que llegó hasta lo más profundo de su ser.
Sin embargo, la duda y confusión estaban presentes en el ambiente.
─¿Quién eres?─Preguntó confusa, era obvio que no la conocía y la mayor incógnita era ¿Por qué estaba de pie justo frente a su puerta?
La chica carraspeo un poco.
─¿C-cómo?─Sonrío nerviosa ─Oh vamos Yan-chan, no hagas bromas ahora─Jugó un poco con su cabello, claramente incómoda. Ayano frunció el seño algo incrédula.
No estaba bromenado.
Antes de que pudiera pronunciar algo más. La azabache la interrumpió.
─¡¿Todavía no estas lista?!─Exclamó exaltada. ─Ya viene siendo hora de ir a clase, como es que aún no te has arreglado.
─Ah..─Intentó hablar pero ella le siguió reprochando.
─¡Oh vamos chica!, ¿Dónde está tu puntualidad?. ¿O es qué quieres salir corriendo con un pan tostado en la boca y chocar con el chico con quien habías tenida un hermoso sueño para considerarlo el amor de tu vida? ¡Todo por llegar tarde!─Comentó sarcástica.
Ayano bajó la mirada avergonzada ¿Qué estupideces decía aquella mujer?, además aquella situación era imposible de que ocurriera. Un leve recuerdo llegó a su mente, manteniendo la imagen de un escena justo como lo había descrito la azabache.
Las clases.
Abrió los ojos cuando se dio cuenta de la situación.
A una velocidad match veinte, se coloco su uniforme y terminó por arreglarse. Ya era bastante tarde. La chica desconocida se tomó el tiempo para esperarla y cuando por fin terminó, ambas se dispusieron a salir.
─Tardaste demasiado tonta─bufó la chica.
─Lo siento
─No importa, creo que lo merezco─ Río. ─Ya que vas diciendo "Taeko siempre llegas tarde"─Imitó la voz de la pelinegra. Ayano la miró fijamente. Taeko. Su nombre resultaba muy familiar pero de ¿dónde?. Lo mas extraño era la manera en la que la hablaba. Parecía que llevaban un larga relación de amistad que ella no podía recordar. Sin embargo no le tomó importancia y decidió actuar. Tal vez le ayudaría a descubrir la realidad.
