17.- Megamo Saikou: PARTE 1

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─Por favor, reconsideré mi invitación

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─Por favor, reconsideré mi invitación.─ Insistió un poco más, debido a los recientes rechazos sufridos por parte de la pelinegra, le había ofrecido ir a un evento como su acompañante, donde asistirían los mejores líderes y directivos de las empresas más famosas de Japón.

Algo que ayudaría en su progreso, pero tanta gente en un lugar, era abrumador para sí, por lo que si llevaba a la chica consigo, estaría seguro de que podría distraerse un poco.

─Es muy amable de su parte, presidente, sin embargo, aún tengo que arreglar mis propios asuntos. ¿Por qué no le da la invitación a Taeko-Chan?, estoy segura de que ella aceptará.

En ningún momento eliminó su perseverante sonrisa, deslumbrando aquel hombre que yacía frente a ella.

Aunque una parte de él, sintió impotencia y enojo, no estaba acostumbrado a ser rechazado, él siempre conseguía cualquier cosa sin importar lo que costará, pero no podía conseguirla a ella.

La quería, la quería completamente para sí.

Podría ser culpa de la presión social, que le obligaron a tener una faceta obscura, que nadie adivinaría con facilidad.

Se sentía mareado y asqueado ante los nuevos pensamientos que abordaban su mente.

Puedes tenerla
Puedes tenerla para ti
Hazlo
Ella será tuya
Ella no escapará.

Más pensamientos perturbadores aparecieron, pero pudo controlar sus impulsos a obedecerlos. Solo una misma frase se repitió en él una y otra vez.

Ella no escapará
Ella no escapará
Ella no escapará

─El-la..no escapará─Musitó en voz baja.

─Presidente, ¿Se encuentra bien?─Al notar lo distante que estaba de la conversación, se preocupó de que estuviera pasando por algún malestar.

─No es nada, yo..─Escuchar la fina voz de la chica llamándole le hizo regresar.

─Oh, discúlpeme presidente es algo tarde, ya debo irme......Espero que disfrute su noche─Realizó una reverencia, y guío sus pasos, a un rumbo en particular.

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Suspiró posando su espalda en una de las columnas traseras del instituto.

A unos metros se encontraba el tan dichoso árbol de cerezo, un lugar donde dos almas se unían o marcaría un evento inesperado por el resto de sus vidas.

Al verlo, una nostalgia cubría su ser. Algo importante se le escapaba de las manos, pero no podía decifrar lo que era.

Como era rutinario, esperaba pacientemente a que un chico se le declarará y acto seguido lo rechazaría.

¿Alguna vez ella imagino declararse a alguien? El sentimiento de una respuesta afirmativa no se iba, pero por qué parecía todo lejano, como si no pudiese alcanzar aquellos recuerdos.

Hasta que la muerte nos una♥© (Malerivals×Ayano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora