- Billy, no puedo creer que has encontrado a tu mamá.— le dije cuando llegamos por fin al edificio.— estás cumpliendo el sueño de cualquiera. Cualquiera de nosotros.
- pero realmente no se si ella quiera verme, ha pasado tanto tiempo y...— lo detuve y le di un gran abrazo.
- por supuesto que querrá verte, estoy segura de que es así.— aunque podría equivocarme, quizá no quiere o no lo recuerde y... mejor arreglo esto.— y si no, pues no pasa nada; lo intentamos ¿no?
- estoy muy feliz de que estés aquí conmigo.— me da un beso en la mejilla.— gracias por siempre estar.
- Te quiero Billy.— tome de su mano y avanzamos a donde estaba el número del departamento. Lo solté para que pudiera tocar de la puerta.
- un segundo. - escuchamos desde afuera y en eso se abre la puerta. Se muestra a una señora algo descuidada y cansada pero podía ver como sus ojos eran iguales a los de Billy. En verdad se trataba de ella. - oye voy tarde al trabajo y no quiero periódico.
- oh no yo no, yo... encontré mi camino a casa. - le enseña este su brújula y lo mira confundido.
- ¿que? - me voltea a ver y me puse a ver a cualquier otro lado para no incomodarlos. Este es el momento de ellos.
- mama, soy yo. Billy.
- oh Dios, si eres tu. - Billy abrió sus brazos para abrazarla pero ella se voltea pues escucha que le habla alguien.
- ¿quien es en la puerta?— quizá es su pareja, porque algo me dice que no es el padre de Billy.
- es... nadie, Travis. - cierra la puerta detrás de ella.
- no era papá ¿cierto?
- no, yo.. escucha, hijo.— lo toma de los hombros.– eres tu eh.— voltea a verme.— ¿tu eres su novia?
- oh, no yo... somos amigos.— ni siquiera me nació el decir la palabra "hermana" porque no quiero ser eso para el. Creo que amigos esta bien.
- no quería escaparme lo sabes ¿verdad?, me fui por accidente.
- lo se, te vi.— me sorprendí demasiado al escuchar eso, estoy segura de que el igual.
- ¿que?
- te vi después, nunca fue tu culpa. Tenía diecisiete y mi papá me corrió de la casa y tu papá decidió no ser parte de nada. Yo esta dolida y arruinada. Te vi con la policia y pensé que te iria mejor allá que conmigo.— se le empiezan a poner los ojos llorosos.— ¿pero estas bien no? te alimentas, porque te ves muy bien. y créeme que me encantaría que todo fuera Perfecto, es solo que, no es un buen momento ahora para mi billy.
- todo lo que quería era que supieras que estoy bien pero... debo regresar con mi verdadera familia.— me voltea a ver y pude verlo con algo de nostalgia.– asi que... ten.— le entrega la brújula.
- ¿que es esto?
- vuelve aquí.— se escucha desde adentro.
- creo lo necesitas mas que yo.— y se voltea para irse.
Camine detrás suyo para alcanzarlo pero iba algo rápido. En verdad me sentí algo mal por el, estaba muy emocionado por poder ver a su mamá de una vez por todas y que todo fuera perfecto y lindo pero bueno, también por otro lado, el escucharlo llamar "familia" a Rosa y a Víctor era de lo mejor.
Se ahora que todo estaba mejorando y que el de sentía a gusto con nosotros. Pero ahora el necesitaba que alguien le diera un abrazo, alguien que le diera paz. Corrí a sus brazos y abracé de el, fue tan Bueno también para mi, de alguna manera al igual lo necesitaba.
- ¿cómo estás?— le pregunta ya una vez que nos separemos.
- la verdad es que muy bien.— me acaricia del cabello.— estoy en paz ahora que se como estuvo todo.
- lamento que no fuera lo que esperarás.
- me siento algo mal por cómo la ha de pasar con el pero bueno.— mueve la cabeza de lado a lado.— ahora lo único que quiero es que regresemos a casa y tengamos una rica cena.
- me gusta verte así, feliz.— le dije con una sonrisa y cuando este se inclina para poder volver a besarme, su celular empieza a sonar.
- Freddy tenías razón, lo siento... he pensado las cosas y— deja de hablar, y me acerque para escuchar el porque se detuvo.
- ven Billy, a casa.— era la voz de alguien desconocido. Un señor.— ¡Billy super villano!
- tenemos que irnos.— me toma de la mano y me jala hasta las escaleras y ambos subimos corriendo.
- ¿que pasó? ¿Quien era?— yo estaba de lo más perdida y ahora, muy preocupada por Freddy.— Billy, dime.
- en el centro comercial un tipo me atacó, a el héroe, pues el quiere que le de los poderes.
- ¿es eso posible? ¿Cómo?
- no lo sé, pero ahora está en la casa y los tiene a todos ahí.
- Dios mío, tenemos que irnos. Ya.— ahora yo lo jalaba para bajar las escaleras pero este no se mueve.— ¿que te pasa? Aquí arriba no hay manera de hacer algo, tenemos que irnos de aquí.
- se volar.
- no Billy, lo hemos intentado un millón de veces y no se puede. Ven, no perdamos tiempo.— me suelta la mano y se va corriendo para tirarse del edificio.— ¡no, Billy!
Corrí detrás suyo y me asomé para ver cómo caía pero no había nada. Solo escucho "shazam" y aparece el rayo y con el, Billy volando.
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- Te dije que podía volar.— me reí de verlo, y no porque me diera risa sino porque estaba de lo más nerviosa.— ven, vamos.
- pediré un taxi.— le tenía algo de miedo, no porque no confiara en el sino porque no confiaba en mi. Yo me pondría toda loca y a gritar.
- confía en mi.— se acerca a donde estoy y me toma de la cintura para pegarme a su cuerpo.— no sabes que tantas ganas tengo de darte un beso pero me las guardaré para cuando sea un menor de edad y no me vea mal.
- Billy, no abriré los ojos hasta que lleguemos a la casa.— sentía todo el aire en mi rostro y abrí los ojos un poco y vi todos los edificios así que volví a cerrarlos.— Dios mío.
- Te ves tierna cuando arrugas la nariz de esa manera.
