— Cielo — Emma apoya las manos en los hombros de su hijo, quien no ha dejado de llorar, mientras su esposo toma sus manos —. ¿Quieres hablar? — Hayden niega, volviendo a llorar más fuerte.
— Lisa era una increíble persona, pero ella ya estaba muy débil — Maisie aprieta un poco más fuerte las manos de su hijo, se agacha para verlo mejor —. Era algo que podía pasar, Den. Su condición no le permitió seguir.
— ¿A-así se ve? — pregunta en un susurro, sus padres cruzan miradas sin entender —. ¿Así se ve morir poco a poco? ¿Perder a alguien se siente tan feo cómo estoy sintiendo ahora? — Ninguno dice nada, porque no saben cómo decirle a un niño de trece años que la vida es así de cruda y cruel —. Y-yo no quiero morir, mamá.
— No, Hayden — Emma lo sacude apenas —. Escuchame, no vas a morir, ¿sí? Eso no va a pasar porque estás avanzando. Mirate, en el año que llevamos aquí has cambiado muchísimo para bien.
— No quiero — sus palabras se agudizan — que ustedes sigan sintiendo lo que yo. Perdón, n-no quiero que sufran.
...
— ¿Por qué tiene que ser tan difícil? — pregunta con frustración —. ¿Por qué es tan difícil quererme solo un poco?
— Amarse a uno mismo es más difícil que amar a alguien más, Hayden — Vanessa se reacomoda en el sillón —. Piensa, ¿por qué estás haciendo todo esto? Estás aquí, ahora. ¿Por qué?
— Quiero vivir — dice firme —. Quiero tener un futuro, hacer cosas. Estudiar una carrera, trabajar, ¡vivir con Louis cuando seamos universitarios! Quiero hacer tantas cosas que mi enfermedad no me permitirá hacer si no mejoro. Creo que... tengo tanto por descubrir, y soy muy curioso.
— Eso es un gran avance — dice y no se molesta en ocultar la sonrisa —. ¿No crees que para empezar, deberías perdonarte a ti mismo? El Hayden de antes, el Hayden con bulimia y el Hayden del futuro, sin excepciones, todos son tú.
— Lisa me enseñó muchas cosas sobre el pensar en uno mismo — dice bajito, para paulatinamente ir alzando la voz —. Falleció hace un poco menos de dos meses, la última vez que la vi me había dicho que iba a terminar con su novio porque ella no se quería lo suficiente. En un principio no lo entendí, pero luego de ver llorar a mis padres y sentir el dolor de su perdida, me di cuenta de que quería hacerlo para no causar más daño. Tuvo anorexia por más de diez años y supongo nunca se había esforzado con ganas.
— Por lo que me cuentas, Lisa era increíble — él sonríe y a Vanessa no le hace falta preguntar si fue su fallecimiento lo que le hizo abrir los ojos y darse cuenta de todo lo que tenía por delante —. Hasta me atrevería a decir que es algo como tu serendipia — al ver la cara de confusión de su paciente, aclara —. Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o cuando se está buscando una cosa distinta.
Hayden sonríe más por la descripción, porque sabe que es así. Todo fue inesperado y cuando cruzó la puerta de rehabilitación por primera vez hace más de catorce meses, nunca se había imaginado que conocería a una de las personas más nobles, fuertes y profundas.
Ella fue uno de los factores más importantes para que avanzara hasta donde está ahora; sin provocarse el vómito por cinco meses consecutivos, solo para dar un ejemplo. Iba a bajarse de ese sube y baja de emociones, porque ya no iba a dejar que nada ni nadie se metiera con su autopercepción, ni siquiera él mismo.
— Sí. Definitivamente ella fue mi serendipia
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Espejo | #02
Non-FictionHayden no puede evitar preocuparse mucho al enterarse de que Louis tiene anorexia, pero lo qué más le preocupó fue no haberse dado cuenta. #366 No Ficción #101 No Ficción #094 No Ficción #073 No Ficción #095 No Ficción ⭐ #394 Angst ⭐ ⭐ #043 Amor pr...