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Hayden estaba aburrido, estar todo el día postrado en una cama de hospital le parecía tedioso y más cuando no podía distraerse con su celular. Pensó en Louis y en todo de lo que no se estaba enterando, haciendo que su corazón se oprima.

Sentía demasiada culpa.

Un toque en la puerta lo hizo reaccionar, saltando un suave 'pase', Maisie atravesó la puerta con una pequeña sonrisa, doliendole ver a su hijo en ese estado.

- Hey, campeón - saludó -. Lamento la demora, estaba hablando con el doctor, estás mejorando. Estamos muy orgullosas de ti, siempre lo estuvimos.

- Gracias, supongo - suspiró, por lo menos su madre estaba para hacerle compañía.

- ¿Qué tienes, campeón? - preguntó con interés, tomando la mano de su hijo.

- Es sólo... estaba pensando en que Lou no sabe nada de... bueno, esto - dijo y la miró, quien le respondió con la mirada que siguiera, reforzando su agarre -. Yo... siento que estoy traicionando su amistad al no decirle qué me pasa, lo que me estuvo pasando, y eso me hace sentir culpable. Pero... por otro lado no quiero que se entere, no por el hecho de que se preocuparía, sólo no quiero.

- ¿Sientes vergüenza? - se animó a preguntar, Hayden asintió a penas -. Sé que es difícil, cielo. Pero en verdad no debes de tener vergüenza de las cosas a las que temas o sufras. Tienes sentimientos, no eres de hielo ni inmune a todo. Hayden, sé que la estúpida sociedad siempre te va a decir que debes ocultar tus miedos, que no debes llorar, que no puedes expresarte. Pero escúchame bien; hasta el más frío puede llorar. Sé que hay veces en las que te has aguantado el llanto, pero no tienes que. Si quieres llorar, llora. Si quieres reír, ríe. Esto que tienes es un problema, sí. Pero estamos haciendo lo posible y estás poniendo de tu parte, Hayden, debes estar orgulloso de que estás dando pasos para estar bien, pequeños y cuidadosos, pero los das. Y eso es lo que importa. Nunca dejes que te digan lo contrario.

Hayden asintió, sintiéndose un poco mejor luego de las palabras de su madre.

- No se lo diré - dijo -. Pero no por vergüenza, si alguna vez está demasiado perdido en la oscuridad, y crea que ya no tiene salida de nada, se lo contaré para que pueda salir adelante. Porque yo sé que podría. Porque yo podré, ¿verdad?

Maisie sonrió.

- Por supuesto que podrás. Esperemos que nunca le pase algo malo a Louis.

Hayden asintió, en serio esperaba nunca tener que contárselo a su amigo. No quería que tuviese que pasar por todos los problemas emocionales y de salud por los que él pasa.

De veras esperaba que ese día nunca llegase.

Espejo | #02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora