— Entonces ¿No hay que disfrazarse? —pregunté aburrida, mientras caminaba con Sarah a clases de Biología.
—Nopi, por Gulliver Olivia, es como un insulto para nosotros disfrazarse —me miró incrédula, me encogí de hombros —Puedes usar lo que quieras, pero la mayoría siempre va con vestido —abrió la puerta del salón de clases y entramos, me senté bien al fondo, necesitaba copiarle a alguien.
Los días, como ya era costumbre, pasaron volando, mi cumpleaños y el de mi hermano habían pasado, Christian fue dado de alta y Sebastian tuvo su merecido castigo, al fin pudimos terminar y entregar el maldito proyecto de Sociales, pero de la nada ya habíamos comenzado exámenes, que por cierto, para ninguno había estudiado, y para este peor, no aguantaba esta materia, pero con mis conocimientos maestros para el arte de conseguir información sin permiso, había aprobado en todos, solo faltaba este y ya, el sábado sería la fiesta, y luego se vendrían las vacaciones..., más días encerrada en la academia sin hacer nada productivo, solo entrenando. ¿A eso se le consideraba vacaciones?
August entró al salón, él era un cerebrito, era perfecto. Alcé la mano para que sentara a mi lado, rodó los ojos y lo hizo sabiendo lo que haría, le guiñé un ojo y el maestro entró, puso las reglas en el pizarrón, acto seguido comenzó a entregar las hojas.
Horas después de dar el examen nos dirigimos al pizarrón en donde solían anunciar las notas de todos. Aprobé. Abracé a August de la felicidad.
Él solo rodó los ojos y sonrió —De nada — le saqué la lengua y me comencé a reír contagiándolo, después de todo, tendríamos una linda fiesta de Halloween.
Me tocaba el último entrenamiento así que corrí hasta mi habitación en busca de ropa para entrenar, Alexa y yo nos habíamos distanciado un poco desde el accidente de Christian, ya casi no hablábamos y cuando lo hacíamos, terminábamos peor que antes.
Celos... ¿Quizás?
Entré y ella me quedó mirando, la saludé con mucho esfuerzo, fui hasta el armario y saqué ropa, pude sentir a Alexa en la puerta.
— ¿Vas a seguir sin decirme qué te pasa? —preguntó, cerré los ojos suspirando, esto era todos los días.
—No me pasa nada —cerré mi bolso con la ropa y me paré en frente de ella —Me tengo que ir —le dije para que se moviera, pero no lo hizo.
—No irás a ningún lado hasta que no me digas que rayos te pasa—se cruzó de brazos.
—Llegaré tarde y sabes que Christian se enojará— la miré enojada, cruzándome los brazos al igual que ella.
—Me da igual, como le gustas no dirá nada —rodó los ojos.
— ¿Disculpa?
—Es la verdad, se pone tan feliz al verte que seguro te invita a salir en vez de ponerte a entrenar —volvió a su cama, salí del cuarto siguiéndola —Admito que me pongo celosa, pero da igual, él nunca se fijaría en su mejor amiga —achiqué los ojos mientras tiraba mi bolso y me sentaba en su cama —Supongo que eres la indicada —sonrió, pero no llegó hasta sus ojos, estos se habían puesto vidriosos.
—Yo... estaba algo celosa, eso es todo —admití, ella me miró incrédula.
— ¿Celosa de qué? ¿De que yo tengo tan linda AMISTAD con él? —alzó la voz —Yo debería estar celosa de que quiera más a una recién llegada que a mí, que he vivido junto a él casi toda mi vida —habló mientras soltaba varias lágrimas —Pero qué puedo hacer, no puedo controlar sus sentimientos así que lo trato de superar y sigo adelante —se levantó y aventó su almohada hacia la pared —No entiendo tus celos.
—Ni yo tampoco —susurré —Lo siento, nunca me puse en tu lugar en serio, lo siento —la abracé, ella me apretó más y volvió a llorar.
—Te odio —dijo entre sollozos —Con cariño—nos reímos juntas, la solté un poco para verla, tenía su maquillaje corrido, le limpié y quedó un poco mejor.
—Tenemos una amistad muy extraña —volvimos a sonreír — ¿Vamos a entrenar? —le pregunté, ella asintió y fue al baño para lavarse la cara, arregló su ropa y salimos del cuarto juntas.
Como dijo Alexa, Christian me invitó a comer luego de entrenar, puse todas mis fuerzas y logré sorprender a Christian, después de esa pesadilla, no quería seguir siendo una debilucha.
Terminé mis 15 vueltas a la cancha de lacrosse con obstáculos y fui a tomar agua.
— ¿A qué hora te paso viendo mañana? —preguntó sentándose a mi lado.
— ¿Diez? —pregunté, él sonrió guiñándome el ojo, me sonrojé al instante.
—Cinco vueltas más y terminamos por hoy —asentí y me paré —Es broma, ¿No estás cansada? —lo miré.
—Aún no —sonreí y le guiñé un ojo empezando a trotar.
— ¿Tienes algo que me pueda poner mañana? —le pregunté a Alexa mientras me secaba el cabello, luego de mi cita, había estado arrastrándome del cansancio hasta llegar a la habitación.
—Si te gusta algún vestido eres bienvenida a ponértelo, menos ese blanco de ahí, me lo pondré —sonrió —A que no adivinas quién me invitó a la fiesta —corrió a mi cama y comenzó a dar saltos.
— ¿Quién?—comencé a saltar junto a ella.
—El sexy y ardiente de tu hermano —abrí los ojos, esto era increíble.
—Mi hermano no es ardiente—solté mientras dejaba de saltar y entraba al armario.
—Claro que lo es —soltó un suspiro largo, negué divertida mientras buscaba entre sus vestidos, uno negro llamó mi atención, era sencillo pero me gustaba, me lo probé.
—Es perfecto —sonrió Alexa al verme, me dio una vuelta y comenzamos a bailar como locas, paramos y me saqué el vestido para ponerlo en un armador, Alexa me entregó unos tacos negros brillantes, le agradecí y salimos del cuarto de vestir a nuestras camas, luego de nuestra extraña reconciliación, habíamos juntado nuestras camas para hacerlas una sola, nos deseamos buenas noches y nos dormimos.
—Es tarde —abrí los ojos, Alexa estaba con una almohada golpeándome —Levántate perezosa — me volvió a golpear.
— ¡Ya me levanté! —puse una mano para que se detuviera, noté que tenía unos papeles aluminio en el cabello — ¿Qué te estás haciendo? —bostecé y me levanté hacia el baño.
—Me pinto el cabello de rubio, totalmente —sus mechones verdes y fucsias desaparecerían y eso que me gustaban —Me cansé de tenerlo así —dijo mientras me seguía.
— ¿Eres pelirroja? —pregunté por curiosidad.
— ¿Lo dices por August? —sí, exactamente por él lo digo, él es pelirrojo —Sí, soy pelirroja —admitió, me acordé de Lynn, me hacía falta esa tonta, me cepillé los dientes y me bañé, en pocas horas comenzaría la fiesta.
Mientras me ponía una pijama fresca, Alexa me jaló hasta la cama, había casi una docena de maquillaje — ¿De dónde lo...
—Christian —me interrumpió, Christian y sus contactos...
Ya estaba maquillada y Alexa me había ayudado a hacerme unas pequeñas ondas en el cabello, teníamos puestos los vestidos, solo nos faltaba los toques finales.
— ¿Sabes? Tocaré en la fiesta —me emocioné, la abracé, antes me había dicho que sería fascinante si llegaba a tocar hoy y lo logró.
—Eso es increíble —la felicité.
—Lo sé — dijo cogiendo su guitarra —Pero estoy algo nerviosa.
—Lo harás muy bien —la volví a abrazar y alguien tocó la puerta, interrumpiéndonos.
Sonreímos y fuimos a abrir la puerta, un apuesto Christian con un ardiente, según Alexa, Thomas estaban esperando afuera, ella salió a saludar a mi hermano, yo apagué las luces y saludé a ambos, Christian puso el brazo y lo agarré sonriéndole.
Era hora de divertirse.
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Vampire Academy (Una decisión podrá salvarlos) ©
VampirosLuego de un accidente automovilístico, Charlie junto a su hermano, llegan a St. Gulliver, una academia conformada por criaturas sobrenaturales. Será en este lugar donde ambos hermanos descubrirán su verdadera identidad. Portada hecha por: gabs NO SE...