19.

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Una semana después.

Me había costado bastante el mantener el secreto. Estábamos por despegar, Santiago aún no tenía idea del destinó. Le había dicho que iríamos a visitar a mi padre, lo cual no era del todo mentira pues además de ir a que Santiago se presentará con la disquera, iríamos a visitar a mi padre.
—¿Y si no le caigo bien? —Me dice Santiago de pronto.
—Ya dejá de pensar tonterías, le vas a caer muy bien a mi padre.—Le digo intentando que se calme, toda la semana desde que le dije que visitaríamos a mi padre ha estado muy nervioso.
—Nena, tengo miedo de qué te diga que soy un completó pendejo para ti.
—Lo eres, pero estoy seguro de que le caerás de maravilla —Le digo dándole un beso en la mejilla.

(-)
Llegamos unas horas después, el viaje se me hizo bastante rápido, aunque ya estaba harta de estar sentada tanto tiempo.
Del aeropuerto tomamos un taxi, el cuál nos llevó al hotel que nos hospedariamos.
En cuanto llegamos dejamos nuestras cosas y salimos del hotel para ir a la disquera.
Yo estaba ansiosa y nerviosa por la reacción que tendría Santiago, además de que ya quería que supiera todo.
Caminamos al rededor de cinco minutos, pues el hotel quedaba cerca de la disquera.
Cuándo me detuve en la entrada de está Santiago me miró extrañado.
—¿Que pasa? —Me dice.
—Estuve guardando el secreto por una semana y me costó bastante.
—¿Maca?
—Hace unas semanas atrás le mandé un vídeo tuyo cantando a varias disqueras y Hits music me respondió que querían conocerte —Le digo —Y por esa razón viajamos hasta aquí. Me costó muchísimo guardar el secreto, pero valió la pena.
Santiago me mira y no se mueve parece que está en shock. De pronto me abraza, cargándome.
—Te amó Maca, te amo con todo el corazón. Te amo cómo nunca había amado a alguien —Me dice mientras me abraza.
—Yo te amó aún más —Y le doy un fugaz beso en los labios —Pero ya entremos, vamos.

(-)
Nos hicieron subir al último piso, era un edificio enorme. Todo estaba impecable, había personas por todos lados, una mujer nos llevó hasta una sala que parecía ser de juntas, nos ofrecieron un café mientras esperábamos a Dave.
Minutos después por la puerta entró un hombre de color, era más alto que Santiago, se notaba que hacía ejerció, vestía un traje negro perfectamente planchado, cargaba consigo un reloj de oro y olia a menta y cigarros.
—Dave Cooper —Dice presentándose, nos extiende la mano a ambos y ambos la tomamos —Es un placer tenerles aquí ¿Que tal él vuelo? —Pregunta.
—Bien, muy bien —Le responde Santiago.
Dave se puso a contarnos un poco de cómo era el vivir en LA y la verdad es Que era muy amable.
—La verdad que cuándo vi tu vídeo vi potencial —Dice Dave —La canción que cantabas de era un cover o...
—No, era una canción que yo compuse para Maca —Dice tomando mi mano.
—Pues hermano, déjame decirte que está chica tiene suerte. Al escucharte, la letra, el ritmo, tú manera de cantarla, la pasión con la que lo hacías nos hizo escogerte a ti. Déjame decirte que diario recibimos correos donde nos dicen que tienen mucho talento pero ninguno nos convence. Nosotros queremos un artista que le transmita sus sentimientos al público, con sus canciones y sus presentaciones y tú tienes todo lo que buscamos Santiago.
Santiago tiene una sonrisa de oreja a oreja.
—Es un sueño que me diga ésto —Le dice.
—Hablame de tú. Al final si tú quieres seré tú manager —Dice Dave. Veo cómo Santiago se ha quedado boquiabierto—Así que está es mi oferta, un disco, una gira, presentaciones, miles de chicas vueltas locas por escucharte cantar, por verte ¿Que te parece?
Santiago me mira y yo le sonrió.
—Acepto...

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UN CAPÍTULO MÁS Y SE TERMINA ¿QUIEREN QUE LO SUBA YA?

EL (PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora