«LA APUESTA»

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NOTA: ÉSTOS CAPÍTULOS QUE IRÉ SUBIENDO SERÁN NARRADOS POR SANTIAGO. Me dijeron que querían ver qué era lo que el pensaba o sentía. Así que no es una continuación. dicho esto esperó lo disfruten ❤️

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¿Que pasó esa noche que Maca se desmayó?

Terminamos de tocar y me dí cuenta que la becada estaba con unos chicos, supongo sus amigos pero lo dudó, ella no tiene amigos.
—¿Viste cómo te veía la becada? —Dice Mauricio burlándose. Todos la habían visto y es que no la culpó por quedarse embobada mirándome.
Todos nos reímos.
—Tal vez está es tu oportunidad —Dice Hails detrás de mí.
—¿De qué hablas? —Le digo.
—De vengarte de esa maldita becada que siempre te deja en ridículo. —Me dice ella acariciándome el brazo.
Todos ríen, parece que le entendieron, yo estoy más confundido que nada.
—Si la becada te miraba así cuando tocabas lo más seguro es qué no sé va a resistir a tus encantos —Me dice Mauricio.
Y ahora entiendo.
—Y no la culpo ¿Quién podría resistirse a mí? —Digo orgulloso.
—Pues veamos si eres tan apuesto cómo dices, enamora a la becada —Dice Mauricio.
—No sólo la voy a enamorar, la voy a volver tan loca por mi, qué hasta va dejar de estudiar va a perder su beca y se largará por fin. Y no sólo eso cuando la tenga loca por mí le voy a romper el corazón.

(-)

Estaba esperando el momento exacto para  acercarme a ella, pero no encuentro está bebiendo y hablando con un tipejo de esos que se visten con ropa de marca.
Me dispongo a disfrutar un rato la fiesta. Me doy la vuelta para ir a buscar una cerveza y la becada cae a mis brazos.
—¿Qué? ¿De pronto descubriste qué te gustó y por eso te has tirado a mis brazos?—Pregunto con una sonrisa.
Ella me mira de mala gana, todos los chicos se burlan de ella.
—Ya quisieras imbécil. —Dice apartándose de mí.
Y se va a los baños, sin darme las gracias. Maldita becada mal agradecida.
Me voy a la barra, a pedirme otra cerveza.
El tipejo con él que la becada está le pone algo a la bebida de ella. La becada regresa y se lo bebe. De pronto veo que salen.
Y no sé por qué pero yo también salgo del lugar. Está bien que la odie, pero no dejaría que abusaran de ella, si hay algo que no soportó son a los jodidos imbéciles cómo esté tipejo.
Voy sigilosamente detrás de ellos, el tipejo va arrastrando a la becada, el le dice que no se acordará de nada mañana jodido imbécil.
La becada cae al suelo y yo aprovechó para partirle la cara al imbécil.
—Maldito Calenturiento, hijo de papi —Le digo golpeándolo en él estómago, el se queja.
—Por favor... No me hagas nada —Me dice llorando.
Jodido imbécil.
Al buscar a la becada la veo tendida en el suelo, al parecer se ha quedado dormida.
No sé qué clase de droga le ha puesto el imbécil, pero se que no se levantará hasta mañana.
La cargó y la meto en el auto de Mauricio, le mandó un texto diciéndole que me llevaré su auto, por suerte traía sus llaves.
Voy caminó a mi departamento y al llegar cargó a la becada hasta mi habitación, una vez ahí, la acuesto en mi cama.
Su cara es fina, sus facciones son cómo las de una muñeca de porcelana, debo admitirlo la becada es bonita.
No, que mierda estoy diciéndo.
La tapó y salgo de la habitación.
Aquí comienza la apuesta, la becada caerá.

EL (PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora