12.

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NOTA: ESTÉ CAPÍTULO INCLUYE ESCENAS SUBIDAS DE TONO, LEER BAJÓ TÚ PROPIA RESPONSABILIDAD.

Santiago me tumbó en su cama y se posicionó encima de mí, comenzó a besarme el cuello. Con cada besó sentía cómo la piel se me erizaba, me daban pequeños escalofríos al sentir su boca en mi cuello, fue bajando lentamente por todo mi cuerpo y regreso a mis labios, dándome un beso.
-¿Estás segura de ésto? -Me pregunta.
-Si -Le digo con la voz entre cortada -Pero...
Y guardo silencio.
-Yo jamás he hecho nada, con nadie -Siento cómo mis mejillas se ponen calientes, por la vergüenza.
-Vos me estás jodiendo ¿No? -Dice riéndose, al ver que yo no me inmutó el se pone serio -¿Por qué? Eres muy hermosa y te cargas un cuerpo de puta madre.
-No sé. Nunca me sentí segura con nadie -Y me cayó -Pero contigo es diferente.
Y esa fue la última palabra que hizo que Santiago no se lo pensara dos veces. Me cogió de los muslos, haciendo que entrelaze mis piernas tras su espalda. El no dudo en bajarse los pantalones y el bóxer, sin previo aviso, mi vista nublo por un momento, estaba viendo demasiado, empezaba a mojarme sentía esa fina humedad en mí sexo. Él estaba en frente de mí completamente desnudo. Me parecía un sueño. Era perfecto. En cada rasgo. Cada centímetro. Cada parte de su cuerpo. Ahora sí estaba mojada. Lo necesitaba dentro mío, moviéndose en mí cuerpo.

-Quiero hacerlo contigo -Le digo. El se inclina sobre mí cuerpo, se sostiene de los codos para no aplastar me, aunque tampoco aguantaría mucho.

-Y yo también -Me afirma él.
De pronto cuándo me doy cuenta yo ya estaba desnuda frente al suyo, empezó a agitarse, jadeante, se inclinó para besarme los senos, abriendo su boca y comiéndose los, para luego morderlos con delicadeza

-Ah -Gimo. Me estremecí por completo- Mnh... -Volví a decir. Me moví de pies a cabeza. Santiago volvió a morderme un pecho. -oh, si...sigue...

- Voy a hacerte esto y mucho más... Abre las piernas. -Me ordena y lo hago.
El posiciona su pe.ne en la entrada de mi sexo, lo rozó suavemente por mis labios vaginales, yo le aprieto la espalda deseosa por tenerlo adentro de una vez.

Santiago tomó impulso, su miembro entró con delicadeza a mi sexo, yo entreabró los labios y sueltó un respiro. Me aferró a su espalda, duele un poco, pero es un dolor excitante.
-¿Estás bien? -Me pregunta, yo asiento, tengo los labios entre abiertos -Si te lastimó sólo...
Y lo besó haciendo que se caye. Siento cómo suelto una lágrima, está cae lentamente por mi mejilla, perdiéndose en la sábana.
Se hunde en mi cuerpo. Contraje la respiración, apenas y lograba dar señales de vida.
Aprieto a Santiago por la espalda, este volvió a sacar su pe.ne paraubió las caderas y volvió a bajarlas.
Me volvió a embestir con fuerza, mientras yo solo lo apretaba de la espalda con la esperanza de no demostrarle que en realidad me encantaba lo que le estaba dando. Pero fue imposible.

El movimiento de caderas se hizo más continuo, yo lo apretaba más fuerte, y sentía qué él se correría en cualquier momento. Mis gemidos eran cada vez más fuertes, más finos, más excitantes. Hacían que cada movimiento, cada penetración, cada vez que él me bombeaba con tanta fuerza y lujuria...nunca fueran suficiente. Necesitaba más.
Una vez más volvió a aplastarme, su pe.ne se encontraba esta vez en todo mí interior.

-Santiago-Susurro. Arqueando la espalda. Él se inclina para besarme el cuello.

-¿Te he lastimando? -Me pregunta él y saca su pe.ne, húmedo, cubierto por todos mis flujos.

-No, no -Admito ahora intentando abrir los ojos y recuperándome un tanto por todas esas maravillosas embestidas.

-¿Te ha gustado? -Me pregunta mirándome a los ojos.
-Si -Susurro.
Siento como mis ojos empiezan a hacerse pesados...

EL (PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora