«EL PRIMER BESÓ DE TANTOS»

304 20 4
                                    

Le había salvado el culo y aún así seguia siendo la misma amargada que conocía, a muy duras pude convencerla de acompañarme a ir al ensayo de la boda de mi padre. Y no, no es qué en verdad quisiera ir y llevarla a ella, pero al llevarla tendría mas oportunidad de qué ella cayera, pues la becada era una chica difícil. Además le había prometido a mi madre que iría al ensayo y actuaría cómo si en realidad amará a mi pendejo padre.
—No sé por qué coño la llevaras a ella, dijiste que me llevarías a mí —Me dice Hails cabreada.
Definitivamente las mujeres hacen drama por todo, están locas.
—Ya te expliqué, no es mi culpa que seas estúpida y no entiendas mi plan —Le digo mientras enciendo un cigarro.
—No tienes por qué insultarme, imbécil.
Hails sale cabreada del departamento.
No iré detrás de ella, y no por machito o hacerme el interesante, pero Hails sólo estaba siendo dramática, su plan era que le dijera "oh, tienes razón. Voy a llevarte a ti y no a la becada". No pasaría querida Hails.
Mi plan no debía fallar, quería que la becada callera, quería hacerla sufrir. Y sufriría.

(-)

Golpeó el capo del auto, estoy cabreadisimo, mi padre es una de las únicas personas que puede hacerme enojar tan fácil.
Lo odió.
La becada se pone frente a mí, impidiendo que siga golpeando el capo. Está asustada, puedo verlo en sus ojos.
Y la abrazó, la abrazo con fuerza. Su abrazo me hace sentir calma, paz, me transmite todo.
—Vamonos de aquí —Me susurra al oído.
Ella maneja y llegamos a un lago, ahí nos quedamos un buen rato, hablando y bebiendo una botella de tequila que Mau tenía en el auto.
Le he contado qué mi mamá solía traerme al lago de pequeño a contarme historias. Y ella me cuenta sobre su madre, una mujer que la abandonó a ella y su padre desde que ella nació.
Me cuenta todo y me siento mal por ella, además de que le he cagado la noche, ella se veía realmente sexy con ese jodido vestido blanco, pero no podía sacar a ese Santiago por qué ella saldría despavorida.
En un momento ella se vuelve cómo un imán, quiero besarla, quiero comerle esos pequeños labios rosas, quiero probar sus labios, quiero besarla, pero me da miedo que ella se alejé.
—Soló bésame —Me dice en un susurro.
Y así lo hago, la beso despacio, poco a poco el beso va en aumento, y una erección crece en mis pantalones, joder la becada me pone. No pensé que besará así de bien.
Y aunque me he salido un poco del papel, ella tiene que caer.
—Me encantas —Susurro en sus labios.
Y ella me besa, me besa cómo una loca. La becada está cayendo...

EL (PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora