Yo sé quien eres

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Kodaka y Scarlatta se encontraban en una celda dentro de una base militar, en esa celda pasarían la noche, ambos confiaban en que su plan marchaba a la perfección.

Esa noche Scarlatta tuvo un sueño, del cual despertó llorando, había sido algo muy chocante para ella, al despertar lo recordada perfectamente.

- ¿qué sucede? -preguntó Kodaka.

- creo que tuve una pesadilla demasiado intensa, pero no te preocupes, sólo eran tonterías -contestó Scarlatta.

- ¿segura?, ¿y sí tu sueño quiso decirte algo?

- no es así, estoy segura de que no.

La segunda fase del plan comenzaba, Kodaka y Scarlatta fingen que están peleando, esto alerta a los guardias, ellos van a sacarlos de inmediato, pero todo era una trampa, en el momento en que intentan separarlos los chicos empujan a los dos guardias hacia la pared y escapan cerrando la puerta de la celda, esto había sido bastante fácil.

- bien jugado -dice uno de los soldados.

De esta manera Kodaka y Scarlatta lograban escapar de su prisión.

- pensé que sería más difícil -dijo Scarlatta.

El par de jóvenes entró a una habitación que parecía ser de los militares, al mirar por la ventana observan que el lugar estaba rodeado por soldados, era casi imposible salir de esa zona. Scarlatta queda impactada al ver a su familia siendo llevada por soldados, eran llevados hacia el edificio central del recinto. La chica en su desesperación tiene un impulso que la hace querer salir, pero Kodaka la detiene.

- oye, oye, calma, sé que tienen a tu familia, pero si hacemos esto sin pensar no la sacaremos de aquí -explica el chico.

Scarlatta agacha su cabeza, ella tenía el presentimiento de que no iba a salir como planeaban.

Scarlatta mete en uno de sus bolsillos una libreta y un lápiz que habían encima de una mesa.

- ¿para qué es eso? -preguntó Kodaka.

- es por si lo necesito -respondió ella.

Kodaka, investigaba toda la sala, al abrir un cajón se encuentra con un casco de oro, esto le daba curiosidad, así que lo guardó en su mochila, no sabía para que usaría el casco, pero presentía que le serviría.

Necesitan salir de ahí, pero por fuera estaba repleto de soldados.

- maldición, tendremos que esperar -reclama Kodaka.

- esperaremos -dice Scarlatta.

El sonido de una campana hace que todos los militares se vayan hacia una especie de bunker, era la oportunidad de salir.

Una vez afuera los chicos se mueven sigilosamente, misteriosamente ya no había ningún soldado, los dos jóvenes se metieron al edificio del centro. Era una gran estructura, su objetivo era llegar al último piso, ahí debían encontrarse las salas de control de la base militar.

Al llegar a su destino pudieron observar una habitación, dentro había una mesa grande, esto parecía una reunión, en la cabeza había un hombre cubierto con una capucha, por los lados de la mesa habían personas con máscaras, ellos tendrían que ser los que mandaban ese lugar no había duda. Scarlatta y Kodaka escuchaban una conversación:

- oiga señor Horder, una de las familias ha reconocido a la prisionera como su hija, ¿qué debemos hacer?

Scarlatta se sorprendió, al parecer su familia ya sabía que ella se encontraba ahí.

Entonces el hombre a la cabeza de la mesa que parecía ser Horder dijo:

- esa chica es un peligro para nosotros, hay que matar a su familia, y luego se lo diremos, debemos hacer que sufra.

- ¿por qué señor -preguntó uno de los hombres.

- porque este es su momento, deben aprender que las personas de este mundo no valen nada -respondió Horder.

Kodaka y Scarlatta quedaron impactados, aquel sujeto era extraño.

- Scarlatta, creo que él no es humano, los otros tienen pinta de ser Sombras, pero él, es raro, dijo "personas de este mundo, creo que él no es de este planeta.

Mientras los dos chicos pensaban en como podían sacar a la familia de Scarlatta del lugar, Horder dijo con voz gozosa:

- traiganmelos, los asesinaré yo mismo.

Scarlatta sentía una presión en el pecho, iban a asesinar a toda su familia y ella estaría presente, pero, ¿cómo ganarle a un Sombra?, no tenían ni armas, los soldados les habían quitado todo.

- la espada -dijo Scarlatta.

Ambos se acercaron a otra sala y pudieron ver el lugar en donde se llevaban todos los objetos que se quitaban, así que empezaron a buscar la espada.

Parecía extraño que en ningún lado hubieran soldados, bastante raro, Scarlatta entre un montón de cosas pudo ver una foto, era de ella y su familia, entonces se puso a recordar las cosas que hacía con sus seres queridos antes de que todo esto pasara. Kodaka encontró la espada entre ropajes y artículos varios.

- hey, mira aquí está -dice éste.

Scarlatta lo mira detenidamente, nota que la espada encajaba perfectamente con él.

- desenfunda la espada -dijo Scarlatta.

Kodaka hace caso y saca la espada de su funda con mucho cuidado.

- te queda bien -agregó Scarlatta.

- pero tu la sabes usar -respondió Kodaka entregandole la espada -ahora salgamos de aquí.

Los chicos volvieron a espiar la habitación de la reunión, ahí estaban, la familia de Scarlatta cerca de ser asesinada. Horder estira su brazo en dirección a la madre de Scarlatta, el brazo comienza a brillar, ya era seguro que no se trataba de un humano.

Sin pensar los chicos entran a la sala pateando la puerta, Scarlatta corre a cubrir a su madre y Kodaka se lanza sobre Horder golpeandole el rostro, el gorro del misterioso ser se va hacia atrás dejando su cara al descubierto, se podía ver claramente, tenía aspecto de una persona normal, pero sus ojos eran de una luz amarilla, misma luz amarilla que recorría por su brazo y al parecer por todo su cuerpo.

- así que escaparon, bueno, era de esperarse, a ustedes no los podemos subestimar -dijo Horder.

Kodaka sintió un gran dolor en la mano y muñeca al dar este golpe, ese ser era de una piel dura como roca.
Los hombres de Horder agarraron a Scarlatta y Kodaka de los brazos y piernas, su plan había fracasado, no podían hacer nada frente a esa fuerza desconocida.

- he venido a este mundo al igual que mis hermanos por un propósito -dijo Horder -vamos a exterminar a toda su raza, son demasiado débiles como para merecer vivir.

Horder apunta nuevamente a la madre de Scarlatta

- ¡no lo hagas! -gritó Scarlatta.

Horder genera un destello de luz que encandila por unos pocos segundos a todos los presentes, la madre de Scarlatta había sido reducida a cenizas.

- lamentablemente no pueden hacer nada, no se comparan a la fuerza de mis hermanos y yo, nosotros somos los "Superiores" -dijo Horder -y tú -agregó señalando a Kodaka -yo sé quien eres.

Scarlatta y Kodaka tenían una mirada de odio que nadie más podía mostrar, esto ya se había hecho personal.

Horder apunta hacia la hermana de Scarlatta y dispara su destello de luz de nuevo, esta vez la hermana había sido convertida en polvo.

- ¡alto!, ¡basta ya!, te daré lo que quieras -gritó Scarlatta.

- ¿lo que quiera? -dijo Horder -entonces si quieres que el resto de tu familia siga con vida, entregame a tu amigo.

Scarlatta queda petrificada, no sabía que decir, no sabía que hacer. Kodaka mira hacia el suelo.

- ¡esto se pone divertido! -exclamó Horder -elige de una vez, tu familia o tu amigo... que comience el juego.

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