Hacia la muerte

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- Kodaka, arriba, vamos adentro, hace poco llegaron Khito y Vendami en las mismas condiciones, ven vamos -dijo Quic.

Dentro de la casa se sentaron todos en la sala principal, allí estaban Zunh, Quic, Luker, Cofil, Lkros, Shon, Marco, Benjamin y Kodaka. Khito y Vendami estaban acostados descansando.

- algo te pasó en ese bosque Kodaka, al igual que los demás, pero aún no sabemos nada -dijo Zunh.

- bueno, supongo que deben enterarse de todo, merecen una explicación, les contaré mi historia -respondió Kodaka.

Luego de media hora escuchando el relato de Kodaka, todos pensaban en que este mundo se había vuelto demasiado complicado.

- ¿cuál es el plan?, Kodaka -preguntó Luker.

- el plan sigue siendo el mismo, vamos a ir al templo en el cielo -contestó Kodaka.

- Add aún no ha llegado -señaló Quic.

- estoy seguro de que llegará hoy -dijo Kodaka.

De pronto se escucha como uno de los jóvenes se levanta de su cama y se dirige hacia la puerta de su pieza.

- no podemos esperar más, máximo mañana, ¡Add ya no volverá! -exclamó Vendami desde la puerta de su habitación.

Todos los presentes quedaron asombrados, Vendami tenía una cara de tristeza que expresaba todo el dolor que éste sentía.

- ¿pero qué haces levantado?, Vendami mira tu pierna, no debes esforzarte en caminar -dijo Cofil.

Vendami afirmado de la pared observó su pierna, cubierta por vendas, le dolía, por un momento paso por su cabeza el pensamiento de que se volvería inútil para el equipo, no podía caminar bien, todo estaría perdido para él si se tratara de escapar.

- ¿qué sucedió Vendami? -preguntó Kodaka mientras lo ayudaba para que tomara asiento.

- iré a despertar a Khito para que así todos nos enteremos de las cosas que pasaron, no quiero escuchar los relatos mil veces -agregó Lkros.

Esa tarde los corazones de los chicos se encontraban rotos, se habían enterado de que Add se había sacrificado para que Vendami pudiera salir con vida, que Khito había perdido a su amigo, y que Kodaka se había enterado de la verdad del mundo, además de haberse separado de su amiga.

- bueno, creo que nadie ha pasado por buenos momentos -dijo Kodaka -pero eso no es motivo para detenernos, de ahora en adelante debemos estar más unidos que nunca, mañana mismo partiremos a ese templo, no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo, puede que Horder me esté buscando ahora mismo. Pase lo que pase hay que proteger a Vendami, no se puede defender con la pierna así, pero tampoco podemos dejarlo.

- tengo una idea -señaló Zunh -vi un auto en un lugar cercano, veamos si tiene combustible, sería mucho más fácil viajar así.

- eso ya es algo, pero debemos ir por donde esa criatura nos señaló, debemos pasar por el cerro,  y por ahí no puede transitar un auto -explicó Cofil.

- según esta brújula, eso está hacia el norte, y según este mapa eso nos llevaría aquí -dijo Vendami apuntando con el dedo.

- ¿de dónde sacaste esas cosas?, y ¿por qué crees que el templo se encuentra en ese punto? -preguntó Lkros.

- esto lo obtuve en los túneles a los que fui con Add, y sé que el templo debe estar allí, ya que en un mapa que pude ver, ese era un lugar al que estaba prohibido ir, tenía una "x" encima y se podía llegar a través de los mismos túneles, sé que ese debe ser el lugar -respondió Vendami.

- entonces está decidido, iremos allí -dijo Kodaka -yo también me encontré algo -Kodaka saca el casco de oro de su mochila -creo que puede ser algo muy valioso.

- ¿de qué nos sirve lo valioso ahora?, mejor tiralo -dijo Zunh.

Kodaka no quería deshacerse de ese casco, así que no haría caso.

Pasó la noche, Add no volvía, ya era hora de partir, todos asumieron de que ya no volverían a ver a su amigo. El auto estaba listo para ponerse en marcha, las mochilas y bolsos estaban embarcadas, ya nada podía detener la decisión de los jóvenes.

- tengo un poco de miedo -dijo Benjamin.

- si te soy sincero yo igual siento un poco -contestó Luker -pero mira a nuestros compañeros, ellos son nuestra familia, y si ellos van a luchar, iremos como ayuda.

- tienes razón Luker, espero que podamos devolver el mundo a su normalidad -agregó Benjamin.

- no te hagas ilusiones o podrías salir lastimado -dijo Kodaka.

El viaje empezó, Zunh conducía el auto por la carretera que los llevaría a su destino, por los lados se podían ver los Keynetals caminando, cualquier mal movimiento y podrían terminar siendo devorados por ellos.

Kodaka miraba por la ventana y pensaba en que si o si debería darle un buen uso a la espada, pero, ¿cómo iban a poder atacar a los superiores?, en el caso que tuvieran que enfrentarse a ellos terminarían perdiendo, no importa lo que hicieran, tenían poderes que nadie en la tierra podía tener.

Luego de despertar de una siesta, Vendami se incorpora en su asiento mirando hacia adelante, ahí estaba, frente suyo estaba la entrada al lugar que el mapa marcaba.

- ¿es aquí Vendami? -preguntó Quic.

- sí, es aquí -respondió Vendami.

Atravesando por un extraño y gigantesco portón negro, ya habían entrado en su objetivo, si seguían avanzando por esa zona podrían encontrar el templo en el cielo. Por los alrededores se veían personas en sus casas haciendo diferentes cosas que podrían parecer cotidianas, pero todas estas personas eran raras, parecía que no tuviesen expresiones, que ya no sintieran nada, mientras el auto recorría las calles de sus tierras, la gente sólo se dedicaba a observar.

De pronto Zunh frena el auto de golpe, frente a ellos había una persona vestida de negro, tenía un cartel entre las manos que decía "Bienvenidos, la muerte comienza aquí"

Paralizados los jóvenes pudieron observar como la niebla que se encontraba más adelante se dispersaba, luego de unos segundos se podía ver el templo, allí estaba, pronto se acercaría la verdad.

Escuela de Supervivencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora