El Rey Sin Corona

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Cuando la oscuridad total se vuelve aún más oscura, hay pocas maneras de salir de ahí, pero una vez que tú eres la propia oscuridad, prácticamente estás perdido.

Kodaka se llenaba de eso sin saberlo, ¿cuántas cosas es capaz de soportar el ser humano antes de caer en la locura?, ¿cuántas traiciones hacen falta para dejar de creer en la amistad?, son preguntas que nadie sabía responder, porque esas cosas sólo llegan, y cuando crees que puedes cargar con aquello que te hace mal, entonces ya estás a un paso de esa oscuridad.

- Linz, ¿eso es verdad? - dijo Kodaka mientras sentía que algo le presionaba el pecho.

- yo ya no tengo nada que ver con eso - Linz.

Kodaka se mareaba, todo daba vueltas, la realidad se distosionaba, ese Kodaka que salió de su ciudad junto a sus amigos, ese ya no era el Kodaka que se encontraba bajo la armadura.

- por Dios, ¡olvida lo que te dicen!, Linz nos ha ayudado todo este tiempo, él no nos hará daño, Kodaka, sólo subamos a ese tanque y vámonos de aquí - decía Kuro con ojos vidriosos, observando al que se volvía un desconocido.

- ¿cómo puedo estar seguro de que ya no tienes que ver?, no lo estás negando, ¿osea que si eres uno? - Kodaka.

- sólo vámonos de aquí, luego te lo explico, no soy tu enemigo, te lo prometo - Linz.

- no te creo.

Kuro no sabía que hacer, al contrario que Kodaka, ella si confiaba en Linz, y no lo iba a dejar allí. Al ver a su compañero cada vez más agresivo, pensó que ya no parecía su compañero. Kodaka se quitaba el casco parándose frente a Linz, Kuro sólo atinó a darle un golpe con una pistola en la cabeza, de esa manera Kodaka caía al suelo inconsciente.

- ayúdame a subirlo - Kuro.

- te debo una - dijo Linz ayudándola a llevarlo dentro del tanque.

Todos los que estaban allí pusieron una cara extraña al ver como introducían a Kodaka al tanque.

- ¿y qué le pasó a este? - preguntó Cofil.

- luego se los explico, ¿Dónde están los demás? - Kuro.

- no tenemos noticias de donde podrían estar, pero tranquila, confío en que van a lograrlo - Vendami.

Sara observaba como todos se metían en esa máquina, sabía que esa sería una jugada para escapar, entonces dio la orden de detener a ese tanque, pero no podían destruirlo, ya que Kodaka iba dentro, y necesitaban capturarlo.

Afuera de la habitación de los tesoros en el castillo, Quic y Mocaly tenían que ingeniárselas para sacar la computadora, pero si ponían un sólo pie dentro, las trampas se activarian, ese era el problema, era la única cosa que no estaba dentro del plan de Khito, y que él no lo sabía.

- ¿alguna idea? - Mocaly.

- si tuviera una ya habríamos salido corriendo - Quic.

- podemos meter a éste dentro - dijo Mocaly mirando como Cefur se retorcía en el cielo - pero, ¿luego qué?

El tiempo se agotaba y no tenían idea alguna, en cualquier momento podía llegar alguien, debían irse de ahí para reunirse con sus compañeros y escapar, no quedaba mucho tiempo para que la batalla de Vomar y Dragmoon terminara.

Entonces Quic pensó "lo único que nos estorba es esa muralla", así le vino la idea de tirarla abajo, ¿cómo podían hacerlo?, la idea se le vino a la cabeza, era algo muy arriesgado, pero podía funcionar.

- Mocaly, ¿dónde quedó el avión en el que ibas?

- lo dejé en el techo del castillo, ¿qué piensas?

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