El destino que se lleva el viento

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Scarlatta y Kodaka se encontraban corriendo para escapar de la base militar, los soldados los habían salvado, ellos también fueron engañados, el líder de aquel lugar era un ser desconocido, Horder era de una raza denominada como "los superiores", los guardias principales de Horder eran sombras, que estaban bajo su control.

Se había desatado una brutal batalla en este lugar, todo el mundo había descubierto quien era realmente el que los mandaba, y ninguno de los soldados quería dejar que éste se saliera con la suya.

Kodaka y Scarlatta bajaban por las escaleras del edificio, no tenían armas, lo único que llevaban encima era la espada de Scarlatta nombrada como "susurro del destino", tenían la suerte de no haberse encontrado con nadie a quien atacar, o lo más probable es que no habrían podido hacer nada.

Kodaka se preocupaba de la situación, más que el hecho de escapar, le preocupaba lo que Scarlatta podría estar pensando, acababa de perder a su familia, ya que ella había elegido salvarlo a él. Lleno por la culpa Kodaka se detuvo.

- ¿por qué me elegiste a mi? -preguntó con tono de lamento.

- no te sientas mal, tú no tienes la culpa de que todo haya sido así -respondió Scarlatta.

- pero, podrías haber salvado a tu padre o a tu hermano.

- te repito que tú no tienes la culpa.

- ese era tu objetivo, lo podías haber cumplido, estaba en frente de ti, pero algo te detuvo, ¿por qué me salvaste a mi?

- yo te traje aquí, era injusto que murieras de esa manera, además, ya había perdido a mi familia hace mucho tiempo, pero tú aún seguías aquí, creo que lo correcto era salvarte a ti.

- y ¿crees que seguiré ahí por siempre? -dijo Kodaka con voz baja.

- bueno, nadie puede estar ahí por siempre, nadie estará siempre contigo.

- iré al templo en el cielo, ahí se encuentran el resto de "los superiores", a los que Horder llamó hermanos, creo que allí encontraré lo que tanto deseo.

- nos vamos a separar entonces.

- no si vas conmigo -dijo Kodaka al instante -pero ambos sabemos que eso no va a pasar.

- desde un principio lo sabíamos Kodaka.

Decididos sus destinos ambos chicos siguieron adelante, aún sabiendo de que si continuaban su camino tendrían que separarse.

Al llegar al primer piso, los dos salieron corriendo, tenían que huir de ese sitio como sea, la puerta principal estaba infestada por Keynetals que llegaban al escuchar disparos y ruidos desde dentro, esa no podía ser su salida, tendrían que salir por donde entraron.

Los soldados hacían lo que podían para que a los jóvenes no les pasase nada, varios sombras estaban atacando a diferentes personas, incluyendo a las familias que se encontraban refugiadas en ese lugar.

Llegando a uno de los extremos del recinto los soldados dejaron dejaron que los chicos atraviesen el agujero para salir, luego de esto ellos no escaparon, la misión de los militares era defender a las personas, así que continuaron en su guerra.

Una vez afuera Kodaka y Scarlatta corrieron hasta quedar debajo de un árbol.

- lo hicimos -dijo Kodaka.

- espero que esto no nos cueste la vida más adelante -contestó Scarlatta.

- lo más probable es que ese tal Horder quiera ir tras nosotros.

- no, va a esperar, seguramente te esperará en el templo.

- mmm... es lo más seguro.

- oye, debes salir de ahí con vida.

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