Por fin el pequeño Mo se había dado por vencido, dando por hecho que He Tian jamás había existido y todo era tan solo producto de su imaginación. Bueno, así debió de ser porque encontró los aretes, no eran como los recordaba, pero seguían siendo aretes ¿Eso significaba algo?... lo hubiera pasado por alto, pero Mo tuvo "Aquel sueño".
Era una noche totalmente obscura, no había señal de luna ni de la más mínima luz de estrella, el silencio opacaba más el tenso ambiente que a pesar de ser sueño o no, recordarlo causaba cierto escalofrío, era mucho peor que cualquier película de terror.
Los ojos de Shan repentinamente se habían tornado negros y en su reflejo podía apenas notarse el cuerpo de He Tian totalmente destrozado, ya sea con quemaduras o incontables arañasos de inimaginable procedencia. Acompañado de esa morbosa escena se agudizaba una voz grave pero temblorosa que repetía aumentando au velucidad e intensidad de sonido lo que era un:
"¿Por qué lo hiciste?"
Apenas despertó, Shan, no dudó que eso tuviera significado, cuando lo olvidaba algo lo hacía recordar. Y si, era He tian, no sabía cómo, pero lo era.