-Debiste de haberlo pensado, Mo- He Tian acariciaba la cabeza del menor, quien al sentir su presencia lo apartó inmediatamente.
-¡Qué demonios haces aquí!, ¡Somos distintas clases!- El pelirrojo desviaba la mirada a sus compañeros- no deberías estar aquí.
Era verano, y la clase de Mo Guan Shan tenía una actividad fuera del colegio. He Tian solo sonrió y siguió al contrario que trataba de ignorarlo.
-Vete, te van a suspender si saben que te saltaste las clases y viniste conmigo...-
-Vaya, ¿Te preocupas por mí?- el azabache sonrió cuando notó que la cara de Mo había enrojecido.
-¡No me preocupo por ti, imbécil!, solo no quiero que me metas en tus problemas.
-Que tierno gesto de tu parte, Mo, ahora dime, ¿Por qué no lo pensaste antes?- Mo quedó en silencio, no tenía respuesta a ello - no creí que me odiaras tanto.
De pronto, a medio día, un crepúsculo silencioso provocó disturbios, todos gritaban, lloraban, como si la felicidad del mundo se hubiera desvanecido, y él ya no estaba allí, ya nadie sabía que él había estado allí.