Fue un alivio para el pequeño Mo no toparse con ninguna de esas chicas que se hacían llamar "Admiradoras de He Tian" mientras iba camino a su salón, pues cuando éste faltaba a clases lo acosan hasta asfixiarlo, de igual manera que le sorprendió no escuchar a nadie hablar sobre él, cosa que normalmente le molestaba, pero ahora que no escuchaba sus "alagos matutinos" se sentía en verdad incómodo.
Al llegar al salón guardó silencio, muchas miradas se posaron sobre Mo a lo que éste recibía con indiferencia.
—¿Que me miran? pedazos de mierda. — preguntó a un grupo de chicas sentadas delante suyo que no desviaban su mirada de él hasta que finamente reclamó.
—Sueles llegar a clases causando desorden— dijo el chico calvo.
—No sé de qué mierda hablas— contestó sin ganas de seguir la conversación.
La verdad, aunque no quisiera admitirlo, lo pensaba, lo negaba y lo aceptaba: "Un día sin He Tian era totalmente extraño..."