— 𝓼𝓲𝓷𝓰𝓲𝓷𝓰 𝓲𝓷 𝓽𝓱𝓮 𝓻𝓪𝓲𝓷 —
𝕰ra posiblemente la noche más tormentosa que se había vivido en Londres en mucho tiempo. Una cortina de agua bloqueaba la vista más allá de dos metros de la posición en la que uno se encontrase, por no hablar que ni tan si quiera los paraguas más impermeables servían para caminar por la calle. Los truenos resonaban por toda la ciudad de forma constante, como si fueran el ruido de un motor encendido que no se apaga. De vez en cuando, un potente rayo iluminaba las calles, y de no ser por eso, estarían totalmente a oscuras ya que la propia tormenta había volado los fusibles. Nadie en su sano juicio saldría de casa a esas horas y con la que estaba cayendo, ni si quiera por un buen motivo...
— ¡Aziraphale! —exclamó una voz entrando en la librería de la esquina de una de las calles del Soho.
— ¿Eh? ¿Crowley? —Un apacible hombrecillo vestido de blanco salió a la llamada del contrapuesto hombre vestido de negro y llameante cabello rojo — ¿Qué estás haciendo tú aquí?
—Nada en especial. Había ido a dar un paseo —se dirigió al interior de la librería, con una peculiar forma de caminar —. ¿Tienes algo de alcohol?
—Pero, ¡Crowley! Por el amor de... —se mordió la lengua -Espera un momento —corrió tras él —, ¿cómo que has ido a dar un paseo? ¿Con la que está cayendo?
—Sí —Él mismo sacó una botella de alguna clase de alcohol exquisito que su amigo Aziraphale guardaba en su despensa, bebió de manera bastante bruta, poco elegante y cuando terminó de dar su primer trago jadeó disfrutando de la bebida—. ¿No te recuerda un poco al Diluvio Universal?
- ¡No! -Aziraphale miró de reojo hacia la ventana, oyendo como el agua se estrellaba con fuerza contra el suelo -Bueno... Puede que un poquito sí...
Crowley se tiró a un sillón con la botella en la mano. Estaba empapado como si acabara de salir de una piscina.
- ¿Por qué no...? ¿Por qué no te quitas la ropa, Crowley? -El demonio lo miró ciertamente sorprendido de que dijera eso, y trató de ocultar a toda costa el rubor que le colorearía la cara; hizo uso de su imaginación para ello -Estás empapado, deja que te traiga algo de ropa limpia y seca.
- ¿De tu ropa, dices? No, gracias.
- ¿Qué...? ¡¿Qué tiene de malo mi ropa?!
- ¡Nada, nada! Pero eso yo no me lo pongo ni loco. ¿Cómo era eso? Vade retro...
Aziraphale insistió enrabietado como un niño pequeño.
- ¡Crowley! Al menos deja que te traiga una manta o algo...
El demonio miró a su amigo, un poco cansado. Finalmente accedió.
-Está bien, ángel, trae esa manta, yo encenderé un fuego...
Aziraphale sonrió agradecido y salió en busca de una manta para Crowley, mientras él con una cerilla encendía la leña de la chimenea. El ángel llegó a la habitación donde guardaba una manta bastante grande y cara que sacó para llevársela a su amigo, pero de camino, unos toques en la puerta le detuvieron en seco.
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I N E F F A B L E ▶ GOOD OMENS
Fanfiction❛❛ Este es el plan inefable ❜❜ Una noche fría, oscura y tormentosa, una mujer cubierta por una capa atravesó el Soho cargando con una cesta en cada mano. Las dejó en la puerta de una vieja librería, en la esquina de la calle y desapareció entre la...