Salieron de la celda, encaminándose hacia la 101. Peter luchaba, a cada paso, contra el instinto de supervivencia que le gritaba mentalmente que desechara aquella peligrosa idea de su cabeza.
Sin embargo, no se detuvo. Ni él ni sus dos amigos, los tres dispuestos a jugárselo todo por Tony.
—Vigilaremos la zona—le dijo en voz baja Steve, una vez estuvieron cerca de la entrada abierta a la celda.
No había presos por la zona, ya que solían aprovechar el buen tiempo para pasar la tarde en el patio.
Mientras la pareja se quedaba fuera, vigilando con disimulo, Peter tomó aire y puso el primer pie dentro de la celda.
No difería mucho de la suya, ya que contaba con dos literas, ambas separadas por un escritorio y una silla, en lugar de las dos mesillas de noche.
El escritorio estaba desordenado, con varios libros de la biblioteca desparramados por su superficie.
Peter no tenía claro si pertenecerían a Loki o a los otros presos. Siempre había visto el escritorio lleno de libros, pero ellos no parecían ser del tipo de personas que leían aunque, vistas las pocas opciones de ocio del presidio, no era de extrañar que tuvieran tantos.Conocía la cama de Loki, puesto que había tenido que hacérsela cuando fue su esclavo. Era la de abajo en la litera de la izquierda, pero primero buscaría entre los cajones.
No esperaba encontrar el dinero en ellos, pero quizás algo que le diera alguna pista sobre su paradero.—¿Ves algo?
Ahogó un grito y se tensó, girándose y viendo a Bucky asomándose.
—Joder, casi me da un infarto. No he visto nada aún. Quédate fuera.
Abrió los cajones de la mesilla, rebuscando.
Papeles, más libros, bolígrafos, mecheros, cajetillas de tabaco... Nada que pudiera serle útil.—Peter...
—¡Joder!—cuchicheó, girándose y encontrándose esta vez con Steve—. ¡He dicho que no he visto nada aún!
—No, verás... No quiero alarmarte, pero Loki está viniendo hacia aquí.
—¡¿QUÉ?!Cerró los cajones y se dispuso a salir de la celda, pero Steve le hizo señas en la distancia.
—No, no. Si sales ahora te verá. Escóndete en el baño de la celda.
Dicho esto, se alejó de la puerta y le dio la mano a Bucky para simular que paseaban por el pasillo, dejando a Peter a su suerte.
Entendía por qué lo hacían. Si continuaban hablándole desde fuera, Loki sabría que había alguien dentro.Con las pulsaciones bombeando en su garganta, azotándole, el muchacho se encerró en el pequeño cubículo del baño, que contaba únicamente con el retrete y un lavabo.
—¿Qué hacéis por aquí, parejita?—oyó la voz del preso dirigiéndose a sus amigos.
—Hola, Loki—respondió Steve, animado—. Pues íbamos a nuestra celda...
—¿Pasando por la mía? La vuestra está subiendo la otra escalera.Seguidamente, el silencio. Peter subió las piernas sobre la taza del retrete y se abrazó las rodillas, mordiéndose el labio con nerviosismo.
Sus amigos se habían quedado sin argumentos.—Ya sé lo que pasa aquí—comentó el preso, haciendo que un escalofrío recorriese cada vértebra de su espalda—. ¿Os creéis que soy tonto? Queréis pedirme tabaco.
—¡Vaya!—exclamó Steve, tronando los dedos—. Nos has pillado, tío.
—Pues no os lo pienso regalar.
—No tenemos dinero ahora mismo—le dijo Bucky—. ¿Nos los fías?
—No. O pagáis o no hay tabaco. Y ahora lejos de mi vista.Se dispuso a entrar en la celda.
—¡Espera!—exclamó Steve, extendiendo el brazo hacia él. No podía permitir que entrase y descubriera al muchacho—. Creo que en mi celda tengo dinero.
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Entre rejas (Starker)
FanfictionPeter no debería estar en prisión. ¡No fue su culpa! ¡Era inocente! Sin embargo sabía que, hasta el día del juicio, debía permanecer entre rejas rodeado de peligrosos delincuentes. Por su parte otro recluso, Tony Stark, sintió que era su deber ayuda...