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—Argh...—se quejo el hombre que antes era sujetado por las plantas de la pelirosada, el cual ahora se encontraba magullado, boca abajo y contra el suelo, con la mano de la pelirroja sujetando por el cabello para alzar la cabeza para poder verlo.

Poco después de lo que había pasado decidieron que necesitaban respuestas, por lo que Mell decidió hacer uso del entrenamiento que sus padres se habían encargado de gravarle a fuego y golpeo cada punto suave de aquel hombre que su compañera había sometido, buscando que accediera a darle las respuestas que buscaba, mientras que Ao, quien no estaba del todo de acuerdo se apartaba, alejando la mirada de lo que sucedía para fijarla en la ventana, la cual estaba tapada por unos tablones mal puestos sobre la misma, evitando que nadie pudiera ver ni de adentro hacia afuera o al contrario.

—¿quieres hablar ahora? por mi podría seguir todo el día con esto—cuestiono la fémina con un leve tono burlón en su voz, el contrario rio adolorido—¿que te causa tanta gracia?—cuestiono nuevamente frunciendo el ceño

—mocosa engreída, realmente eres una idiota...—murmuro entre tosidos, aunque manteniendo una sonrisa. Molesta ante esa actitud la chica solto su cabello, haciéndole estrellar con el rostro contra el suelo, para luego torcer su brazo hacia su espalda, y rompiendo su meñique al doblarlo en dirección hacia el dorso, callando sus gritos con su mano libre. La pelirosada se estremeció ante los gemidos sofocados del hombre, apretando los ojos y tratando de enfocar su mente en otra cosa. 

—tu decides cuantos dedos tendré que arreglar antes de que decidas decirnos lo que queremos saber...—afirmo amenazante pasando su agarre hacia el dedo del corazón—...¿no? bien, otro mas..—afirmo rompiendo ese también, sofocando sus gritos ante el silencio poco cooperativo del mismo, el cual se agito y comenzó a soltar gemidos ahogados que ocultaban palabras.

—bien, bien, lo hare—exclamo entre lloriqueos, accediendo la fémina solto su brazo para tomarlo nuevamente del cabello, alzándolo para que la mirara.

—te escucho...—murmuro paciente—¿por que te reíste cuando dije que tenia todo el día, que planean hacer con nosotras?—el hombre rio adolorido nuevamente

—¿contigo? nada, tu vas a morir, ya sea a manos de Tomura o en las nuestras...—explico suavemente, llamando la atención de ambas, pero sobre todo la de la pelirosada, la cual se giro rápidamente y se arrodillo frente al mismo, a un lado de su compañera

—¿Tomura? ¿ustedes trabajan con el?—cuestiono alarmada

—¿lo conoces?—cuestiono la pelirroja extrañada, la contraria asintió en respuesta

—el es el líder de la liga de villanos que ah estado acosándonos todo este tiempo...—explico—supuse que lo sabrias

—lo conozco a el, pero no sabia que era el causante de los atentados contra ustedes, Yuuei es bastante reservado con los detalles—agrego en respuesta, para volver a sujetar el brazo del hombre, torciéndolo nuevamente contra su espalda, causando nuevamente sus quejidos—en cuanto a ti, creo que te hicieron una pregunta, responde—ordeno fríamente

—n-no, eso es lo que queremos—respondió rápidamente arrugando su rostro por el dolor

—explicate—ordeno Mell nuevamente presionando su agarre

—E-Es por eso que fuimos por ella—explico refiriéndose hacia la pelirosada—supimos que Tomura la quería, por eso fuimos por ella, para entregarla y que nos dejara unirnos a el

La pelirosada se levanto pensativa, dejando en claro que no tenia mas que preguntar, al igual que Mell quien tampoco tenia nada mas que saber, por lo que imitando la acción que había hecho con otro de sus compañeros y estrello su rostro contra el concreto, dejándolo inconsciente al instante.

—...¿tienes alguna idea?—cuestiono la pelirroja con la espalda contra la pared de la puerta, por la cual se aseguraba de que no se acercara nadie

—de hecho si...—murmuro la pelirrosada arrancando las tablas mal puestas de la ventana para mirar hacia afuera sin asomarse mucho—debemos de subir...

—¡¿subir?! estas loca, creo recordar que ninguna sabe volar—debatio la pelirroja girandose hacia ella.

—lo se pero esta zona no se ve que sea la mejor como para andar por ahi solas—respondio la pelirosada alejandose de la ventana

—ademas, es lo que tenemos que hacer, a estas alturas Aizawa-sensei ya deberia de haber puesto el plan en marcha

—bien, como tu digas...—accedio la pelirroja con un suspiro—pero sea lo que sea que planeas tiene que ser ya, no tardaran mucho en notar nuestra ausencia o las de ellos—señalo hacia los sujetos que seguian inconcientes en el suelo.

Con un asentimiento la pelirosada salio junto a la pelirroja corriendo a paso sigiloso por los pasillos, buscando las escaleras para asender los pisos superiores hasta la azotea, donde segun Ao, comenzaria el plan de rescate que tenia con su profesor, el edificio estaba sumamente descuidado, había muchísima basura y la mayoría de focos estaban fundidos o rotos, dándole un aspecto mas deteriorado del que ya tenia.

—por lo que dices parece que ya estabas preparada para que esto sucediera...—comento la pelirroja en voz baja para la contraria, mientras avanzaban sigilosas por los deshabitados pasillos, la susodicha asintio suavemente en respuesta

—te lo dije, sabia que tarde o temprano pasaria, como sea no es la primera vez, y despues de que All Might saliera herido por salvarme decidi que no volveria a dejar que pasara, asi que despues de que robaron mis papeles, poco antes de que tu y tu hermana llegaran, comence un plan con Aizawa-sensei en caso de que algo asi sucediera, asi podriamos evitar que Bakugou, All Might o los demas vinvieran a ayudarme.

—entiendo..., aunque su plan no contaba con nuestra presencia, temo que...mi hermano haga algo estupido...—explico frunciendo ligeramente el ceño, la contrarioa asintio concordando con lo que decia, pues temia lo mismo que ella.

Ambas conocian tanto a esos imprudentes impulsivos que sabian que apesar de que les pusieran encima mil ojos tarde o temprano parpadearian, y de un segundo a otro ya no estarian, y mas pronto de lo que creian ya se encontrarian junto con ellas en la boca del lobo

—Aizawa sensei tratara de retenerlos lo mas que pueda, pero no podra hacer mucho sin tener que someterlos a todos—murmuro Mell imaginándose la de problemas que deberá de estar pasando el azabache con todos aquellos problemáticos chicos.

—trsitemente no podra hacerlo con todos al mismo tiempo...—respondió la pelirosada imaginándoselo de igual manera—tenemos que apresurarnos, conociéndolos ya deben de tener por lo menos un plan, si no es que ya hasta lo pusieron en marcha, ¿cuanto tiempo estuve inconsciente?

—no lo se, poco menos de una hora

Un pequeño ruido las silencio y alarmo a ambas, haciéndoles alzar la guardia y recordandoles el lugar donde se encontraban y haciendoles retomar el sigilo que deberian de haber tenido mientras se maldecian mentalmente cada una por su descuido, por suerte se trataba solo de una rata, la cual empujo una lata haciendola caer, con un suspiro de alivio intercambiaron miradas, concordando que lo mejor seria continuar en silencio, por lo que asi lo hicieron aunque aumentando el ritmo de sus pasos



A mi lado [Flores explosivas book #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora