A mi lado [Flores explosivas book #2]

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Los nervios formaban un remolino en los pensamientos y el estómago de la chica de cabellos rosados, quien soltó un suspiro tras terminar de vendar los pequeños golpes y raspones ocasionados en la misión a la que había ido junto con la asociación que cuidaba de Mirio y Eri. Demandándose a si misma valor y decisión dio un par de palmadas a sus mejillas antes de tomar su celular y marcar, esperando tortuosamente mientras respondían, instantes en los que cada vez se hacia mas tentadora la idea de cortar la llamada, aunque no hubo necesidad de ello antes de que la voz comenzara a escucharse desde el otro lado de la linea, haciéndole soltar una queja interna. 

—¿hola?

—h-hola Mell—murmuro la pelirosada en respuesta, dejando en notoriedad su nerviosismo en su voz.

—¿Ao, que ocurre? ¿esta todo bien?—cuestiono algo preocupada por el tono.

—si, si, es solo que...eh estado pensando y...bueno, me da mucha pena pero...creo que tengo que pedirte algo...

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Era la segunda vez que se encontraba en las puertas de aquella enorme mansión en la montaña pero aun asi seguía sintiéndose sumamente pequeña, aunque el temor y la sensación de peligro que la acompañaba la vez pasada se había espumado por completo. Soltó un suspiro y golpeo la puerta alcanzando a escuchar el eco que causo antes de que la conocida figura de su compañera de cabello pelirrojo abriera, mostrando una sonrisa.

—ahí estas, te estaba esperando—afirmo haciéndose a un lado para dejarla pasar, cerrando la puerta tras de ella para comenzar a guiarla por la enorme casa. 

—si bueno, Eri no quería dejarme ir y...honestamente una parte de mi no quería apresurarme

—tranquilízate—ordeno Mell antes de reir suavemente, girándose para tomarla por los hombros y agitarla suavemente—solo piensa en que es lo mejor, además, fue mi propia abuela quien te dio la opción, aceptar la ayuda no esta mal, no hagas tanto drama

—¿me mencionaron?—cuestiono una suave voz femenina que llamo la atención de ambas jóvenes hacia el segundo piso de la mansión, desde donde lentamente la anciana desendia por las escaleras hasta llegar junto a ellas—es un placer tenerte aquí nuevamente querida—afirmo tomando una de sus manos. 

—muchas gracias—murmuro nerviosamente, comenzando a crear inconscientemente algunas florecillas, Mell rio suavemente mientras negaba, mientras que su abuela solo sonrió dulcemente.

—vamos a tomar algo de té mientras me cuentas lo que ocurre—sugirió la mayor antes de comenzar a avanzar junto con las demás, no sin antes ordenar a una de las mucamas el atenderás en el jardín.

...

—y bien...¿que te ocurre querida?—cuestiono la mujer tras un par de segundos en silencio. 

—lo siento es solo que...me da mucha pena...—murmuro la menor con la taza humeante entre sus manos, tomando aire antes de alzar la mirada hasta la de la mayor—tengo un problema y...quería pedir la ayuda que me ofrecio la ultima vez que nos vimos

La suave sonrisa de la matriarca no se borro ante el tembloroso tono de la pelirosada, ayudando a calmarla, asintió y dio otro sorvo a su propio te.

—no tienes que avergonzarte, las deudas están para ser saldadas—afirmo—cuéntame, que ocurre.

—es sobre...Koujiro—murmuro con molestia, ya había perdido hasta el derecho de que lo llamara padre, y si no lo llamaba "idiota" o con algún otro sobre nombre que Bakugou le haya puesto era por educación hacia la mujer delante de la que estaba y no por el en lo absoluto, pues mencionar su nombre revolvía su estomago en el mal sentido, las cejas de la mayor se alzaro suavemente antes de asentir.

—Escuche que había sido visto nuevamente en el pais, pero no pensé que haya sido para causar problemas, ¿que es lo que te hizo?—cuestiono colocándose en una postura un tanto mas seria, inclinándose sobre la mesa mientras apoyaba sus codos sobre la misma, entrelazando sus dedos frente a su rostro.

—bueno...en principio solo han sido amenazas...quiere que me vaya con el, al parecer ahora quiere convencer a todos de que es la victima y...esta amenazando con exponer a la academia por secuestro y cambio de identidad

—entiendo...—murmuro asintiendo con los ojos cerrados—entonces supongo que lo que quieres es que me encargue de que te deje en paz...

—mas que a mi, a la academia, no me importa realmente lo que pudiera llegar a hacer en mi contra pero...no creo que la academia pueda mantenerse intacta de un escandalo asi, creo que ya tienen suficientes problemas con los que la prensa les hace pasar con aquellas noticias amarillistas, solo quiero que se vaya, que todo vuelva a como solia ser.

—...¿Te refieres a mantener todo oculto?—cuestiono suavemente, recibiendo el asentir de la menor.—bueno...puedo hacer eso, de hecho de muchas maneras, dependerá de ti ddecidir cual creas mejor—murmuro suavemente, volviendo a apoyarse contra el respaldo de la silla, tomando la pequeña taza entre sus manos—...puedo matarlo—agrego con suavidad, congelando a la pelirosada quien abrió los ojos de par en par, clavándolos en la mujer, quien sin inmutarse siguió bebiendo amenamente.

—¿m-matarlo?

—es el modo mas fácil, con el como objetivo ni siquiera seria un problema, ni mucho menos involucraría a la academia en un misterio absurdo de conspiración, es un fantasma, simplemente se espumaria y todo seguiría como si nada.

—...—la pelirosa se mantuvo en silencio, pensativa, esa no era la respuesta que esperaba—...¿y las demás opciones?—cuestiono suavemente.

—bueno...la otra es un poco mas...comprometedora...por llamarle de algún modo—agrego mirando con seriedad a la femina—mira...normalmente no daría esta opción a alguien que conociera de tan poco tiempo, pero si lo estoy haciendo es no solo por que eres la amiga de mi nieta, sino también porque me eh enterado de lo que haz hecho por ella, aun asi necesito que, si eliges esta opción te comprometas a algo conmigo

—¿y eso seria..?

—bueno, yo me encargaría de hacer que los exámenes de ADN que te hagan salgan negativos, alterando un poco los patrones de adn de ambos de tus padres, pero entonces tendrías que renunciar definitivamente a tu madre

—¿que?—cuestiono la pelirosada incrédula.

—podría meter a mi familia y a tu academia en muchos problemas si se llegara a descubrir el fraude de identidad, si vamos a hacer esto tienes que jurarme que no volverás a relacionarte con nada que tenga que ver con ese apellido nunca mas.

Un suspiro se escapo de entre los labios de la menor, no quería mandarlo a matar, pero en definitiva tampoco quería renunciar a su nombre de manera definitiva, ya había sufrido por negarlo durante tanto tiempo, con la idea de que será "solo temporal" y cuando fuera una heroína profesional podría agarrarse de aquella reputación para poder volver a su nombre real y asi, limpiarlo, ahora, eso parecía ya no ser una opción. 

—...¿otra opción?—cuestiono esperanzada, la anciana pensó un poco mas antes de asentir suavemente

—una ultima, pero no creo que vaya a gustarte mas que las dos pasadas—murmuro—... puedo desaparecerte, podrias mantener tu nombre oculto como ahora y ayudaría a la academia a encubrirlo todo, podrias convertirte en heroína y limpiar el nombre de tu madre como deseas pero...

—...no podría ver a todos en mucho tiempo...—acompleto la pelirosada cabizbaja, manteniendo la mirada en el humeante liquido dentro de su taza. 

—entonces...¿que dices?—cuestiono la mayor con suavidad, tartando de ver atravez de las pensativas facciones de la contraria, aunque no tenia que pensar mucho para lograr dilucidar el que era en lo que estaba pensando. 

Sin duda queria que todo volviera a la normalidad y poder terminar sus estudios, convertirse en una gran heroina y poder limpiar su nombre como muchas veces habia prometido frente a la tumba de su madre, pero no queria cargar con el peso de la muerte de aquel hombre, incluso si ella ya no lo consideraba su padre, seguia siendolo y por mas que ella ahora lo odiara no podria cambiar el hecho de que su madre lo habia amado, incluso en sus ultimos momentos, pues sabia, de manos de el padre de Mell y All Might que ella lo perdono, y no sentia rencor, incluso rogo al entonces heroe el que no le hiciera daño y solo se encargara de ella.