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Cansada y haciendo algunos estiramientos suaves con los brazos la pequeña pelirosada entro a su habitación, cerrando la puerta tras ella dandole un empujón con el pie, aunque un par de segundos al no escucharla cerrarse se giró confundida, encontrándose al cenizo, apoyado en el marco con los brazos cruzados y aquella mirada acusatoria que la chica ya conocía perfectamente y había tratado de evitar al marcharse a dormir temprano.

—¿ya vas a dejarte de mierdas y vas a decirme la verdad?—cuestiono el cenizo

—¿verdad de que?—cuestiono la chica girandose, evitando por completo aquella mirada que rápidamente lograba hacerla hablar, deshaciendo la pequeña coleta que apenas le alcanzaba a hacer con su corto cabello

—deja de hacerte la tonta, sabes perfectamente de lo que estoy hablando, toda esta mierda de las alarmas

—...

—respondeme, maldita sea—ordeno el cenizo tomándola del hombro, agarre del que la chica se deshizo rápidamente retrocediendo, sin dirigir la mirada en ningún momento hacia los ojos del chico. 

—ya te dije lo que paso, no se porque no quieres creerlo...—respondió suavemente, presionando los labios y jugueteando con los dedos.

—...¿como mierda quieres que te ayude si solo sigues cerrandote?—cuestiono el contrario, la chica solo alzo la mirada y la clavo en la del cenizo por primera vez

—...si necesito contarte algo yo misma ire a decírtelo...—respondió igualmente seria por lo que el cenizo simplemente asintió tragándose sus palabras, para no decir nada mas y girarse, cerrando la puerta tras de si de un portazo que hizo dar un pequeño salto a la chica en su lugar, quien bajo la mirada y se quedo plantada en su lugar un par de segundos—lo siento...—murmuro finalmente presionando sus manos las cuales volvían a temblar de nueva cuenta.

.

.

.

—¿donde esta Ao?—cuestiono Ashido mirando alrededor de su clase cuando su profesor entro por la puerta dispuesto a comenzar su clase, dirigiendo su mirada hacia el malhumorado cenizo al no encontrarla—hey bakugou, ¿donde esta Ao?—cuestiono acercándose al mismo, pues había aprendido de mala manera que a su profesor no le gustaba cuando andaban gritoneando y el ya estaba en el salón.

—¿y yo que mierda se?—respondió el cenizo tras un chasquido molesto—al parecer ella puede cuidarse perfectamente sola—agrego en un tono más bajo, que parecía ser más para si mismo

—vaya, se pelearon...—señalo la pelirosada soltando un suspiro—maldición bakugou si la hiciste llorar otra vez pateare tu trasero—afirmo ignorando la mirada asesina del chico mientras alzaba la mano llamando la atención de su profesor—¿puedo ir a verificar a Ao? no ah llegado—señalo, el azabache solo soltó un pesado suspiro para hacer un gesto con su mano que le daba autorización a la fémina de ir por ella rápidamente, por lo que la chica salio disparada mientras agradecía.

Apresurada corrio sin problemas hasta los dormitorios gracias a la gran condición física que tenía y solo se detuvo hasta llegar al piso donde se encontraba la habitación de la chica.

—¡Ao! ¡andando, levántate que la clase ya comenzó!—alzo la voz mientras avanzaba a paso normal desde el otro lado del pasillo, manteniéndose un par de segundos en silencio mientras esperaba a escuchar alguna respuesta de parte de su amiga, la cual no llego—¿Ao?—cuestiono nuevamente llegando al marco de la puerta de la chica, la cual golpeo suavemente, sorprendidola cuando esta se abrió lentamente con aquel tacto, mostrando la habitación de la chica completamente vacía.

...

El cenizo esperaba desde su asiento, a un lado de la ventana, el ver las siluetas apresuradas de las dos féminas de cabello rosado corretear hasta el edificio, de manera disimulada, pues exteriormente seguia molesto con la fémina, aun asi, su pecho no puedo evitar dar un vuelco nervioso cuando en lugar de ver a las dos, solo vio a Ashido correr apresuradamente, con una expresión que no terminaba de leer del todo debido a la distancia, por lo que su cuerpo actuó sin preguntarle a su razón, o al mismo orgullo, levantándose de golpe con la mirada extrañada clavada en la ventana, llamando la atención del resto de su clase incluído su profesor, quien conociendo al cenizo alzo la guardia internamente, tratando de no alarmar al resto de sus alumnos. 

—Ao no esta—afirmo Ashido nadamás entrar, tratando de que su tono no sonara muy alarmante, esperando en sus adentros que solo fuera un malentendido y alguien supiera donde estaba su amiga, pero su expresión dejaba en claro que realmente estaba asustada.

—¿como que no esta?—cuestiono el profesor igualmente extrañado, girandose de lleno hacia la chica mientras dejaba de lado la tiza con la que escribia y echando un vistazo hacia el cenizo, confirmando con su expresión que podría ser algo raro.

—no se preocupen, no se preocupen—agrego una serena y suave voz nueva entrando por las puertas del aula, llamando hacia el la atención de todos—Ao esta bien, la envie a echar una mano con el joven Mirio Togata, la pequeña Eri quería verla, lamento no haberte informado Aizawa, fue algo repentino.

—como sea—respondió el contrario restándole importancia—solo asegúrate de que no vuelva a suceder...

En otro momento se habria sentido un tanto celoso por que la chica haya ido con aquel amable y carismático joven de tercer año, tal vez molesto por no informarle y largarse asi como asi haciendole preocupar, o incluso ambas, pero en ese instante no era del todo asi, sino que habia algo en lo que confiaba ciegamente, su instinto y la lógica, y habia algo dentro de el que le decía que All Might mentía, sorprendentemente, por lo que muy a su pesar se limito a terminar sus clases sin reprochar, para lanzarse hacia la oficina de aquel héroe tan pronto como el receso comenzó, dispuesto a sacarle la verdad, era difícil de creer que alguien como All Might mintiera sin duda, pero lo era aun mas el hecho de que el mandara a hacer algo fuera de la academia a ella en específico, sabiendo la relación que tenían asi como el claro peligro que probablemente sufría, pues sabia que las alarmas de ayer no habían sido un error, y con lo que ocurría no quedaba mas que deducir que era ella la causante de que las alarmas sonaran y eso era una señal de que estaba en claro peligro, por eso mismo el no la enviaría en esos momentos a nada fuera de la academia, mucho menos sola o con un alumno, que a pesar de haber sido el mejor de la academia, habia perdido sus poderes, era simplemente demaciado ilógico y el cenizo era demaciado impertinente como para mantenerse de brazos cruzados. 

—oh, Joven Bakugou, pase—murmuro All Might suavemente al escuchar el golpeteo en la puerta de su oficina, haciendo pasar al molesto chico de cabello cenizo—¿que necesitas?—cuestiono sereno.

—¿Donde esta?—cuestiono sin rodeos, extrañando al mayor, quien ladeó ligeramente la cabeza.

—¿quien..?—cuestiono en respuesta, tratando de aferrarse a la versión que había dado, aunque la mirada firme del cenizo termino por hacerle soltar un suspiro resignado y sentarse en uno de los pequeños sofás que poseía—ahora entiendo a lo que se refería...—murmuro para si mismo—toma asiento por favor—rogó señalando el asiento frente a el.

A mi lado [Flores explosivas book #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora