A mi lado [Flores explosivas book #2]

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Eh vuelto! (Otra vez, ò3ó) primero que nada una felicitación atrasada por el nuevo año, y agradecimientos a todas aquellas que me felicitaron y mandaron su apoyo, lamento la demora pero como algunas ya sabrán salí de viaje, y como buen retiro, me alejaron del internet en general, por eso no pude escribir, aunque si dibujar, y las que me siguen en Instagram lo sabrán jajaja (por cierto es SleeplessBlue también, para que vayan a seguirme) sin más les dejo el cap ♥️

Los fuertes rayos del sol llegaron hasta el rostro de la fémina, la cual soltó un quejido antes de removerse enterrando su rostro más en el pecho del cenizo, a quien no le daba aún aquella molesta luz en el rostro, dispuesta a seguir durmiendo.

—...—la obviedad de aquel acto le hizo abrir los ojos extrañada, divisando con extrañeza la gran cantidad de luz que inundaba su habitación, tardando un par se segundos antes de incorporarse rápidamente colocando las manos en el pecho del contrario mientras le sacaba un susto

—¡¿que mierda te pasa?!—cuestiono alarmado mientras miraba alrededor, buscando la causa del susto de la chica con la guardia alta ante cualquier probable amenaza, aunque al instante noto cual era el problema

Extrañado y algo molesto desvío la mirada hacia el tocador antes de tantear la cama y revisar debajo de la almohada, mientras que la chica igualmente se levantaba rápidamente a rebuscar entre sus cosas y asomarse al balcon. 

—mi celular no esta—afirmo extrañada, el cenizo gruño molesto antes de levantarse igualmente mientras revolvía su cabello de manera frustrada.

—el mío tampoco—respondió el contrario.

—están aqui—afirmo una tercera voz desde la entrada que causo que ambos se giraran hacia ella, encontrándose con la pelirroja apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados y ambos aparatos en su mano, causando el desconcierto en el rostro de la fémina y la molestia en el de el chico.

—tranquilos, justifique su falta, pense que sería mejor que descansarán...y no ví sus nudes—afirmo risueña mientras lanzaba levemente el teléfono al cenizo al avanzar hacia la pelirosada a quien entrego el suyo en sus manos.

—imbécil, ni que fuera como tú y el maldito deku—respondió el cenizo causando la risa de la contraria y que la menor se girara hacia ellos incrédula.

—¿izuku y tú?—cuestionó, recibiendo una suave risa acompañada de un leve negar incrédulo de la pelirroja y el suspiro del cenizo

—enserio que eres lenta—murmuro el cenizo en respuesta, recibiendo en respuesta el infantil puchero de la menor, quien se giró tomando una toalla del closet para salir no sin antes sacar la lengua a ambos "molesta", un par de segundos después el cenizo alzó la mirada de su celular con el seño fruncido

—espera, ¡¿desde cuando llama al maldito Deku asi!?—cuestiono para si mismo, recibiendo el suspiro exhasperado de la chica

—enserio que son el uno para el otro...—murmuro exhasperada rodando los ojos

—cállate—ordeno el cenizo soltando un lave gruñido—mejor dime porque lo hiciste—cuestiono mirándola seriamente, la chica se cruzó de brazos pegando su espalda a la pared antes de responder—después de lo de ayer supuse que tardarían en dormir, y por la hora que es supongo que acerté—agrego echando un vistazo a su celular, el cual tomo del bolsillo trasero de sus pantalon—como sea, será un largo día, era mejor para ustedes estar bien descansados—agrego antes de darse media vuelta y salir.

...

La tensión podía palparse entre el pequeño grupo conformado por Aizawa, All might, Bakugou y Ao, quienes se encontraban parados frente a la puerta tras la que se encontraba el padre de la fémina.

—¿estas lista?—cuestiono de manera suave y cautelosa All might mientras miraba con preocupación hacia la nerviosa figura de la menor, quien trago en seco antes de asentir suavemente.

—lo recuerdas todo ¿cierto?—cuestiono el azabache con las manos en los bolsillos de su usual traje, recibiendo nuevamente en asentir de la menor—pues andando entonces que no tenemos todo el día, cuanto antes terminemos antes volveremos a la academia—afirmo logrando sacar una pequeña sonrisa a la menor quien dió un ligero apretón al agarre que sostenía disimuladamente con el cenizo antes de abrir la puerta.

En aquel momento, como en la mayoría de eventos importantes el momento pareció realentizarse, dejando que la chica alcanzará a mirar las facciones ligeramente cambiadas a las que había visto en las fotos del susodicho, además de el cambio de expresión de aquel sujeto, quien paso de una expresión relajada y hasta desinteresada hasta una sorprendida.

—hija...—murmuro mientras se levantaba y avanzaba hasta ella rápidamente, rodeándola con los brazos de manera abrupta sin dejar reaccionar a ninguno de los 3 contrarios, quienes se quedaron tan estáticos como incrédulos como la chica—no sabes cuánto te estuve buscando...mi quería Aoi

Fue aquel nombre lo que, como un balde de agua helada la hizo reaccionar de golpe retrocediendo con actitud incómoda, dejando extrañado al contrario.

—lo siento—respondió la chica desviando la mirada y alzando las palmas frente a ella—no se quién es usted

El rostro de aquel hombre entonces volvió a cambiar, mostrando ahora una expresión incrédula y hasta un tanto molesta, y fue entonces cuando desvío la mirada hacia el trío que la acompañaba.

—¿les importaría?—cuestiono señalando hacia la puerta.

—si, vienen conmigo, no van a ningún lado—afirmo la menor en tono firme dando nuevamente un suave apretón a la mano del cenizo, acción que llamó la atención del mismo hacia el agarre, y logrando así que la molestia se notara aún más en su rostro.

—¿porque no mejor tomamos asiento?—cuestiono una voz extra llamando la atención de todos quienes se giraron a la persona extra en aquella habitación, el cual era un elegante hombre vestido con un traje, por lo que sin querer comenzar una discusión obedecieron y se sentaron alrededor de la gran mesa, dejando en el centro y de frente al hombre y a su "hija"

—yo seré su intermediario hoy, creo que no tengo que decir que está prohibido el contacto físico o cualquier clase de discusión verbal de manera elevada, hablaremos por turnos y me temo que si que habrá un momento en el que los caballeros deberán retirarse para asegurarnos de que no hay ningún tipo de amenaza—agrego hacia la fémina—es mera seguridad

—entiendo...—murmuro en respuesta aunque sin estar muy convencida y sin poder evitar sentirse algo ofendida ante la sola idea de que cualquiera de los 3 que la acompañaban la amenazaran.

—pues si esta todo claro, podemos comenzar...—murmuro el intermediario sacando un par de papeles—estamos aquí para aclarar los incomprendidos entre ambas partes, por la custodia de la menor Ao Dokutsu, hija de Nagiko Dokutsu y Koujiro Dokutsu, aquí presente—señalo al susodicho—¿quien quiere comenzar?—cuestiono

—yo—respondió al instante el mayor sin dar oportunidad a la parte contraria de tomar la palabra—Aoi hija, eh estado buscándote por mucho tiempo, crei que habías muerto—agrego al instante con una expresión que por un momento hizo dudar a la fémina, aunque el modo en el que la llamo no solo le hizo recobrar el sentido de el con quien estaba tratando, sino que también en cierto sentido la rompió la pequeña pizca de esperanza que mantenía escondida en lo mas recóndito de su ser de que, realmente, su padre no fuera aquel despreciable sujeto que se decía—ya no tienes que seguir con esta farsa, aquí estas a salvo, solo dímelo y te apartaré de estos sujetos, no te harán daño

—tiene razón, no lo harán, pero no porque usted lo evite—respondió la pelirosada en tono frio, desviando la mirada y presionando los labios—sino porque ellos jamás me harían daño, le repito, no se de que esta hablando, no lo conozco, y si accedi a verlo es porque no quiero que sus falsas acusaciones manchen la reputación de mi academia.

Era claro que no esperaba esa respuesta, de algun modo el mayor esperaba que su hija se lanzara a sus brazos en busca de la proteccion que creia necesitaba, claramente no fue asi, y no pudo evitar recordar a aquella niña llorona que siempre tendia a ocultarse tras las faldas de su madre, sin duda completamente diferente a la joven de mirada firme que se encontraba ahora sentada frente a el, por lo menos en ese sentido pues fisicamente seguia siendo identica a como la recordaba, la viva imagen de su madre salvo algunos detalles como el color de cabello entre otros.