Pokémon, El inicio de una aventura (Completa)

25-Articuno

Al día siguiente y de manera puntual todos los entrenadores que querían abandonar las islas sete se subieron al ferry dirección a isla Canela, los vencedores irían a ciudad Verde para conseguir su última medalla ahora que el gimansio volvía a estar operativo y los demás irían a fortalecer sus pokemon para el año siguiente, aunque seguramente la mitad de ellos no volverían a intentarlo en un par de años.

El viaje se hizo de manera tranquila, cada una estaba metida en sus propios pensamientos, Ichi seguía dándole vueltas a la posibilidad de ir a trabajar en la guardería de Hoenn.

Aiko miraba las siete medallas que tenía bien guardaras en el estuche, pero en realidad, su mente estaba centrada en lo que se escondía debajo del forro, el sitio dónde estaba su billete para ir a Hoenn con Maximo.

Saya estaba apoyada en la barandilla mientras miraba a los miembros del jurado que parecían estar tratando un tema serio, puesto que la mirada de Lorelei iba de la enfermera Choi a Maximo que parecían estar discutiendo algo, y a pesar de que tenía una leve idea de lo que estaban hablando, no se la jugó a ir ha hablar con ellos.

Durante el trayecto la temperatura fue de lo más agradable, pero en cuando empezarón a acercarse a las islas espuma algunos tuvieron que ajustar las chaquetas y más de uno se ánimo a ir a buscar un sitio en la cafetería para tomar algo caliente.

Las tres chicas se quedaron mirando como sus pokemon principales jugaban con los icebergs, saltándolos, esquivándolos, derritiendolos, por lo que no tuvieron más remedio que ajustarse los abrigos y quedarse fuera para asegurarse de que no se hacían daño.

Estaban tan absortas que cuando el barco se vio frenado de golpe se tambalearon y se cayeron una encima de la otra, empezando a quejarse con las manos en varios puntos, según dónde se habían golpeado.

-Au...¿Qué ha pasado?-Preguntó Saya con la mano en la cabeza.

- ¿Hemos chocado con algo?-Preguntó Aiko con la mano en el costado.

- No creo, no íbamos tan deprisa, quizá se a atrancado.- Comentó Ichi sentada en el suelo con la mano en la espalda.

-¿Estáis bien?-Preguntó Lorelei acercándose como si el frío no le afectase.

-Si, si, solo ha sido el susto.- Respondió Saya mientras las tres se levantaban y la enfermera Choi con Maximo se apoyaban en la barandilla por si podían ver algo.

-Que raro... se supone que esto es una ruta habitual, no debería haber pasado nada. –Dijo la enfermera pensativa.

- Mh... ¿Esto son las islas espuma?-Pregunto Maximo mientras miraba las islas inavitables de roca y hielo que se alzaban al lado del barco.

-Si, pero yo no me preocuparía, quizá el capitán es novato y no ha seguida la ruta. Es fácil acercarse demasiado cuando no te lo conoces demasiado bien.- Explicó Lorelei.

-Iré a mirar.- Dijo Ichi que ya estaba dispuesta a saltar a los lomos de Blastoise.

-No, vosotras quietas.- Dijo en seguida Maximo parandola casi al vuelo.

-¿Por qué?-Preguntó Aiko enarcando las cejas

- Haced caso y punto.

Los tres jueces se fueron y Aiko resoplo.

-¿Pero quien se ha creído?-Refunfuño Aiko.

- Mh... tampoco es de extrañar que nos lo digan después de la que liamos con Moltres.- Dijo Ichi apoyándose de nuevo en la barandilla.

-Moltres...-Susurró Saya y enarco las cejas.- Moltres y Zapdos estaban despiertos a pesar de que las leyendas dicen que se encuentran en su forma de eterno descanso... ¿Y si?