Secrets of a Sin_

Photos and Netflix...

-¿Hola?...- Matthew entró a la casa y dejó su mochila en el salón de su casa.-¿Mamá? 

Una cabellera castaña se asomo por las escaleras de su casa, dedicándole una sonrisa perfecta a su hijo mayor, mientras se acercaba a darle un eufórico abrazo.

Se alejaron unos centímetros para poder verse mejor, su madre vio el uniforme de béisbol que llevaba, junto con una botella llena de agua y una mochila con los libros de la escuela.

-¿Como te fue en la escuela?- Le pellizco las mejillas y se aliso el delantal, alejándose apenas unos pasos para servirle la comida a su hijo.

-Bien... Paige y Rayan se metieron en una pelea, pero...

-Espera, espera... ¿Rayan? Normalmente suelen ser tú y Paige...-Lo miró con expresión confusa mientras este se sentaba en un banquillo, ubicado en la isla de la cocina.

-Lo se, pero fue el impulso.- Cogió una uva y se la llevó a la boca. -Lowell estaba molestándonos en el descanso y Paige se le echo encima y luego Rayan.- Le platico todo lo que había sucedido durante el día a su mamá mientras comía y ella limpiaba la cocina.

-Mmmm... Paige debería dejar de meterse en peleas ¿No crees?- Una voz femenina se escuchó bajando las escaleras, haciendo que el castaño rodara los ojos y se levantara a saludar a su hermana.

-No escuches mis conversaciones, Beatriz.- Frunció el ceño y volvió a sentarse en su lugar.

Su hermana le sacó la lengua y él imito su acción, cogió un banco y se sentó a un lado de él, platicandole a ambos sobre cómo le fue en todo el día y sobre su nuevo profesor de física, ya que el anterior se había enfermado gracias a que uno de sus compañeros puso laxantes en su bebida por haberlo reprobado.

Beatriz era una chica bastante eufórica y extrovertida, todo lo contrario a Matthew, que era bastante serio hasta que toma confianza, ahí puede llegar a ser bastante divertido.

A ella le encantaba maquillarse y salir con sus amigos, los cuales no eran de fiar ni para su hermano ni madre, razón por la cual solo salía pocas veces. 

-Ya llegué familia...- Una voz masculina se escucho por la puerta de su casa, al igual que un maletín estrellarse contra el sillón y unos pasos acercarse a ellos.

-Hola papá.- Dijeron los hijos al unisono.

Minutos después, todos se encontraban hablando animadamente mientras comían y  reían por los chistes de Beatriz y las anécdotas de Matthew.

-Mama, en la tarde se van a reunir mis amigos ¿Puedo ir?- El castaño puso cara de cachorro regañado, pero a su mama no le afectó ni lo más mínimo, ya estaba acostumbrada, así que solo lo miro con los ojos entrecerrados y preguntó:

-¿Quienes van?

-Paige, Rayan, Brook, las gemelas Jhonson y Benja .- Los fue enumerando a todos con sus dedos y al finalizar miró a sus padres con una exagerada sonrisa, mostrando cada su perfecta dentadura mientras su hermana hacía cara de asco y su padre reía un poco.

-De acuerdo, pero si llegas después de las doce de la noche, no me voy a parar a abrirte.- Su madre rodó los ojos y siguió lavando los platos.

Beso la mejilla derecha de toda su familia—Beatriz se limpió la mejilla y lo llamó "virgen"—subió las escaleras y se cambió el uniforme por una camisa color azul a rayas y un pantalón de mezclilla con unas converse negras. Tomo su celular, cartera y se cepillo los dientes para luego despedirse de su madre.

Antes de llegar al lugar, fue por Benja a su casa.

-Hola Bro.- Lo saludo y chocó su puño mientras se acomodaba en el asiento y se ponía el cinturón con una sonrisa.- ¿A dónde quiere ir ahora Paige?