Threatening you? Whatever.

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-Oliver en serio lo quería.-El hombre a lado de la ventana, veía a través de ella todos los árboles y pájaros pasar al tiempo que trataba de hacer entrar en razón a Paige.-Eran mejores amigos, desde pequeños.

-¿Que tiene que ver el en esto?

El hombre lo dudó.

-Deberias irte a casa, Paige.- Su tono era un poco mas duro que hace unos segundos.-Tu madre esta esperando, no querrás perderla de vista.

La chica rió sin gracia.

-¿Eso fue una amenaza?

-Tomalo como quieras.

-Bien.- Tomó el diario de su padre y se acercó a la puerta.- Debería de cuidar un poco mas de Rayan o su esposa... digo, por sus seguridad.- Le regaló una sonrisa tranquila.

-¿Eso fue una amenaza?- Paige notó como apretaba el vaso de cristal en su mano.

-¿Yo? ¿Amenazarlo a usted?- Fingió indignación y bufó.- Claro que si.

***

-¡Mierda!- Arrojó su celular a la pared y se tomo por el pelo mientras se sentaba en su cama.

-¿Paige?- El pequeño adolescente entró con su madre por detrás.-¿Que sucede?

-Le dispararon a Benjamin.-Nolan tomó aire en un gesto de sorpresa, justamente igual que su madre.

-¿Como?- Su madre se sentó a lado de ella y atrajo a la chica hacia ella para poder abrazarla.- Pobre de mi niña...

La chica lloró sobre los brazos de su madre, escuchando las palabras de apoyo de Nolan mientras Allison le besaba la frente y le limpiaba las lagrimas. Benjamin no merecía morir. El había pasado por mucho, era como un rayo de sol en un día nublado, le traía paz y tranquilidad a todas la personas a su alrededor a pesar de lo mucho que le había pasado.

Si antes tenían ganas de acabar con los enmascarados, ahora se habían multiplicado. En su pequeño grupo de amigos había reglas, reglas que no debían romperse nunca, y una de ellas era jamás meterse con personas inocentes.

Ellos la rompieron.

Tendrán que pagar.

-¿Que tal si vamos a Sweet Dreams?

***

-Buenas tardes, bienvenidos a Sweet Dreams.- La mesera los atendió con una gran sonrisa.-¿Que van a pedir?

-Dos grandes malteadas de chocolate.- Nolan pidió y Paige solo asintió cuando la chica miró en su dirección.

-Dos malteadas serán, disfruten de su tiempo aquí.- Se fue tarareando la letra de una canción desconocida para Paige.

Ambos se miraron y la pelirosa supo que era tiempo de hablar.

-Bueno... ¿Me dirás quien era?- El chico le dio una mirada rápida y empezó a jugar con sus manos, haciendo tronar sus dedos y girandolos unos alrededor de otros.

-Nolan...- Tomó aire y frotó su cara.- al decirtelo podría ponerte en riesgo, y tu sabes que es lo ultimo que yo haría en mi vida.

-Pero no se trata de que tan peligroso sea saberlo, Paige.- Trató de hacerla entrar en razón.- No me importa el riesgo si se trata de saber por qué mi hermana cargaba el cuerpo de un hombre a las dos de la madrugada.

Ambos se quedaron en silencio. Si hay algo que irritaba mas a la chica era tener que mentirle a su hermano.

-Solo puedo decirte lo que ya sabes ¿bien?- Le tomó ambas manos y le regaló una muy rápida sonrisa.-Cada acción que tomo no la hago sin antes pensar en ti o en mamá, por mas mínima que sea.

Secrets of a Sin_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora