Lazos Divididos | TaeKook |【OMEGAVERSE】

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El regreso a Seúl se sintió un tanto más ligero y rápido para la nueva pareja, tanto así que tras ser auxiliados por el personal solicitado se quedaron profundamente dormidos entre los brazos ajenos.

Taehyung fue el primero en despertar al sentir su brazo entumecido en protesta por la presión que ejercían en él, Jungkook se encontraba durmiendo plácidamente apoyado en su hombro y dicho brazo rodeaba la silueta del azabache.

Haciendo a un lado la incomodidad que sentía se permitió contemplar por unos minutos el rostro del menor, sonriendo sin siquiera notarlo al seguir sin creer que todo lo sucedido hasta esos instantes fuera real, porque de no serlo y de tratarse de algún sueño él simplemente no quería despertar, con cierta dificultad logró sacar el celular del bolsillo del pantalón notando que el reloj marcaba un poco más de la una de la mañana, algo tarde para lo que habían calculado llegar, regresando el móvil de donde lo sustrajo, fijo su vista en el camino logrando distinguir fácilmente la zona en donde se hallaban, estaban ingresando a la ciudad no faltaría mucho para llegar a su destino.

Encontrándose fuera del complejo de departamentos Taehyung insistió en acompañar al menor hasta la puerta de su departamento correspondiente, su instinto protector lo impulsaba a asegurarse que su omega llegase sin problemas hasta el lugar eso y que el mayor se negaba en dejarlo ir. Jungkook no protestó ante el ofrecimiento y como agradecimiento ofreció a Taehyung una taza de té caliente, mientras el servicio del mayor de los Kim aún esperaba con el auto aparcado en la entrada del edificio.

El departamento de Jungkook era lo suficientemente cómodo para que residiera en él una persona e incluso hasta dos, la sala de estar y la cocina estaban ubicadas una junta a la otra sin ninguna clase de división, el cuarto del baño se hallaba cerca al pasillo que daba paso a la única habitación del lugar la cual contaba con su propio baño privado. El piso yacía tapizado con una alfombra color beige que iba casi en la misma tonalidad que las paredes, los dos sofás y las cortinas de la ventana compartían el blanco como color base, el televisor se ubicaba frente a estos sobre un mueble de madera el cual portaba unos libros desordenados y un pequeño masetero con una peculiar planta silvestre.

Al ingresar automáticamente las fosas nasales de Taehyung se llenaron del dulce y seductor olor a vainilla característico de Jungkook, este curiosamente se sincronizaba en armonía con él suyo; era exquisito deleitarse con la mezcla de vainilla y chocolate, este último aroma teniendo como portador al alfa. Sonrió gustoso tomando asiento en uno de los taburetes de la cocina, mientras veía al menor poner a hervir el agua; cuanto le hubiese gustado quedarse un poco más, pero entendía que ambos se encontraban cansados debido al viaje y lo mejor sería descansar, ya habría tiempo para compartirlo juntos más adelante por ahora se conformaría con la bebida caliente y una breve conversación.

—Te estaré llamando y pasare por ti el lunes para ir a clases.

— Pero Tae-

—Sin peros, Kookie —interrumpió, dejando un último beso en los labios del menor antes de retirarse por completo de ahí.

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El domingo Jungkook lo paso ajetreado al máximo en el trabajo, agradecía al cielo y todos los dioses existentes que Seulgi fuera tan comprensible y le permitiera tomarse ciertas libertades que para otros podría tacharse como irresponsabilidad, durante el día había hablado con Taehyung brevemente por celular, ya que este también tenía asuntos propios que resolver, por lo que fue imposible verse ese día. Para cuando el lunes llego Taehyung paso por el omega tal y como dijo, siendo este el motivo por el que todos posaron su mirada sobre la pareja al momento de su llegada.