Narra Ana
Miguel: ¿me habías dicho que te llamabas Ana?
-Sí, ¿tú Miguel?
Miguel: el mismo.
-¿Querías algo?
Miguel: joder que borde eres Anita
-No soy borde
Miguel: demuéstralo
-¿Cómo?
Miguel: veo que se te ha acabado lo que estabas tomando.
-No
Tenía el vaso a la mitad, pero el lo cogió y se bebió lo que quedaba.
Miguel: ahora sí, espera que te lo lleno. ¿Qué quieres?
Le dije lo que quería y al poco apareció con mi vaso y otro para el.
Miguel: ven anda, vamos a sentarmos en el sofá.
Me giré para mirar a Miriam que llevaba un rato observandonos con cara de poker. Me hizo un gesto para indicarme que no pasaba nada.
Acompañé a Miguel al sofá y estuvimos hablando un buen rato. El chico era simpático pero le notaba con intenciones equivocadas.
Miguel: Ana eres una chica muy guapa, así que no me extrañaría que ya fueses de algún chico.
Justo en ese momento apareció Miriam.
Miriam: ¿te está molestado este imbécil?
Miguel: sólo estábamos hablando.
Miriam: conozco perfectamente a Ana y por las caras que estaba poniendo, creo que a ella no le estaba haciendo ninguna gracia vuestra conversación.
Miguel: deja de molestar anda.
-Mira Miguel yo no sé que intención tienes conmigo, pero si lo que intentas conseguir es que me lie contigo, lo tienes complicado.
Miriam: estás perdiendo el tiempo
Miguel: entonces tu también.
-¿Qué me he perdido?
Miriam: este imbécil, que me ha retado para ver quién consigue liarse antes contigo. Ya le he dicho yo que tiene las de perder.
-Primero no soy un trofeo y segundo, no sé qué habréis apostado pero lo siento Miguel.
Miguel: ¿lo sientes?
Miriam: Ana es mi novia, amigo.
Miguel: putas bolleras.
Esto último lo había dicho bastante alto y ni a Miriam ni a Cepeda les había hecho gracia. Así que lo echaron de la fiesta.
Esperé a que la gente volviese a estar cada uno a lo suyo para poder hablar con Miriam. Cuando encontré el momento ideal, me la llevé a un lado apartado del salón.
-¿Así qué ahora me usas para apostar?
Miriam: puedo explicártelo.
-Pues empieza.
Me puse seria y cruce los brazos.
Me contó todo lo que había pasado y lo que le había dicho y poniéndome en la situación de Miriam, yo habría hecho lo mismo.
El chaval al final resultó que era mas gilipollas de lo que yo estaba pensando.
Miriam: ¿estás enfadada?
-Sí.
Obviamente no lo estaba pero quería reírme un poco de ella.
Miriam: ¿mucho?
-Tú sabrás.
Miriam: ¿me das un besito?
-No
Se acercó a mi y me agarró por la cintura.
Miriam: venga, uno pequeñito
-No
Miriam: vengaa
-Venga pesada
Miriam: ahora soy yo la que no quiere.
Me soltó la cintura y se giró haciéndose la ofendida, pero yo fui más rápida y antes de que se fuese la cogí yo de la cintura y la giré.
-Ven anda
Y la besé, y nos besamos porque a pesar de todo, de que ella a veces fuese la persona más infantil del mundo y otras se convirtiese en una leona, de que a veces fuese una idiota y la quisiese matar y otras me la quisiese comer a besos. A pesar de todo eso y de más cosas buenas o malas que nos han ido pasando a lo largo de lo que llevamos de relación. A pesar de todo Miriam es una persona a la que voy a querer tener siempre en mi vida porque me hace la persona más feliz del mundo y porque ya la siento como si fuese mi familia.
Miriam: te quiero Ana
-Te quiero Miriam
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Sólo si es contigo
FanfictionMiriam decide cambiarse de instituto porque le hacen bullying. Empieza el nuevo curso en el mismo instituto que su primo Roi y ahí conoce a Ana. Ana pertenece al grupo de los populares y Miriam bueno no pasa desapercibida. ¿Cómo se cruzarán sus vida...