CAPÍTULO 14

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Narra Miriam

Me levanté de mejor humor que otros días, tenía la esperanza de que hoy no fuese tan mal día.

Bajé desayunar y me preparé lo de siempre: unas tostadas con mantequilla y mermelada de fresa y un cola cao.

Desayune con tranquilidad ya que me había leventado pronto para poder prepararme tranquilamente.

Subí a preparme y elegí una sudadera negra con el logo de The Rolling Stones, unos pantalones negros y unas vans. Me eche un poco de colonia y me coloqué un poco los rizos y ya estaba preparada para irme al instituto.

Como siempre pasó Roi a buscarme en coche para llevarme.

Roi: eh enana te has puesto muy guapa ¿le has echado el ojo ya a alguna chica?

-Anda Roi no digas tonterias, voy como siempre, eres tu que me ves con buenos ojos.

Si el supiese que igual esa chica es Ana Guerra.

Roi: bueno si tu lo dices pero sabes que puedes contarme lo que sea.

-Lo sé, pesado

Me pegó en el hombro de broma y bajamos del coche.

El se fue a su clase y yo a la mia.

A primera hora tenia historia. Llegué y no quedaba ningún sitio libre a parte de uno al lado de la chica del flequillo, Aitana creó que se llamaba; así que fui a sentarme ahí.

Aitana: eh Miriam ¿puedo preguntarte algo?

-Sí, claro, dime

Aitana: primero quiero pedirte perdón por como te traté los primeros días y segundo ¿sabés si Nerea está con alguien?

-No pasa nada Aitana, todo olvidado y no Nerea no está con nadie ¿por?

Aitana: no por nada.

El profesor nos mandó callar así que nos pasamos el resto de la hora en silencio. Al salir de clase me reuní con mis amigos para ir a la siguiente clase, literatura.

-Nerea ven un momento

Nerea: ¿pasa algo?

-Aitana me ha preguntado si estas con alguien

Nerea: ¿Aitana?

-¿A ti te gusta?

Nerea: no sé Miriam es complicado, por cierto mira a tu izquierda

Me giré y pillé a Ana mirándome, en cuanto se dio cuenta, se giró hacía sus amigos.

Nerea: estamos igual amiga, anda vamos a entrar.

Entramos y cada una se fue a su sitio.

Pasaron varías clases más y por fin llegó la hora del recreo. Estaba yendo hasta donde había quedado con mis amigos cuando me crucé con Cepeda.

Cepeda: eh ricitos de oro, ni se te ocurra intentar algo con Aitana que es mía.

-Tranquilo orangután, Aitana no es mi tipo

Cepeda: ¿Qué coño acabas de llamarme?

-Mira dejame, adiós

Y ahí me empujó contra la pared pero gracias a Dios llegó Raoul para ayudarme y lo que más me jodio es que Ana lo había visto y no había hecho nada.

Narra Ana

Había visto lo que había pasado entre Miriam y Cepeda y me quedé como una imbécil sin hacer nada y lo peor es que Miriam me había visto allí parada, sino llega a ser por Raoul ahora mismo no sé como estaría Miriam.

Pasaron las clases hasta que por suerte o por desgracia tocaba la clase de los javis, lo que significaba que me tocaba ensayar con Miriam.

Sólo si es contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora