Sólo si es contigo

CAPÍTULO 1

Narra Miriam

Hoy era mi primer día en mi nuevo instituto, me habían cambiado al instituto de mi primo Roi porque en el que estaba estudiando antes recibía acoso diario, es lo que tiene salir del armario supongo.

-Baja a desayunar o tu primo se irá sin ti - Me gritó mi padre desde la cocina.

Baje, desayune lo más rápido que pude, me despedí de mi padre y salí por la puerta con Roi

-¿Nerviosa? - Me preguntó

-Un poco- Le dije esbozando una sonrisa

-Tranquila, aquí empiezas de cero, nadie te conoce y además tienes a tu increíble primo para que todo vaya bien- Dijo mostrandome una sonrisa y yo me rei por eso último que había dicho.

Ya habíamos llegado al instituto y nos paramos en la entrada - Si necesitas algo me avisas y SuperRoi irá en tu ayuda- Dijo el a lo que yo contesté que todo estaría bien y entonces nos despedimos.

Fui a la clase que me tocaba, al entrar ya había gente sentada y yo intenté sentarme sin llamar mucho la atención

-Eh ricitos de oro ¿Que te pasa? ¿Eres tonta y no sabes sentarte? - Me dijo un chico alto con un tono gallego

-Yo... Sí claro- Dije sentandome al lado de un chico de gafas

-Encima es tartamuda- Dijo esta vez una chica de flequillo riéndose

Me estaba poniendo muy nerviosa, no podía volver a pasarme lo mismo que en el otro instituto, no el primer día de clase

-No les hagas caso, son imbéciles- Me dijo el chico de gafas y de repente entró el profesor -Por cierto soy Alfred ¿Y tú? - Me pregunto casi susurrando

-Yo soy Miriam- Le respondí con su mismo tono.

El profesor que había entrado se llama Manu y nos iba a dar Literatura a parte de que iba a ser nuestro tutor, nos dijo que si teníamos algún problema con algún compañero que se lo dijesemos que el lo solucionaría.

-Cuantas veces habré escuchado eso- Dije en voz baja pero no lo suficiente como para que Alfred no me escuchará

-¿Por qué dices eso? - Me preguntó y le respondí indicándole que no tenía importancia.

Salimos de clase y nos despedimos

-¿Nos vemos a la hora de la comida? - Me preguntó a lo que yo le respondí afirmativamente y nos fuimos cada uno a la clase que nos tocaba.

Pensé que el camino hasta la clase sería tranquilo pero no, ahí estaban el chico gallego y la chica del flequillo, solo que acompañados de más gente y lo que más me sorprendió es que uno de los que estaba en ese grupo era Roi