1. Presentaciones

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-¿Sigues aquí Emilia? - una de las encargadas de la guardia nocturna del Hospital, Grace, con quien casi siempre coincidía en horarios y descansos, la miró desde el cubículo de la recepción

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-¿Sigues aquí Emilia? - una de las encargadas de la guardia nocturna del Hospital, Grace, con quien casi siempre coincidía en horarios y descansos, la miró desde el cubículo de la recepción. Un toque de reproche y molestia, tiñendo su voz - Tu turno terminó hace dos horas

Emilia asintió, preguntándose interiormente en qué momento se le había pasado tan rápido el tiempo. 

-Lo sé - le sonrío apenas - es solo que estaba pensando y el tiempo se me fue volando. 

No se atrevió a contarle que la verdadera razón de tantas veces similares, era el no querer llegar a casa por temor a encontrarla completamente vacía. Porque sabía que nadie la esperaba. 

Grace era una buena persona. La conoció cuando entró a trabajar al Hospital, era una mujer muy reservada, igual que ella, y había demostrado preocuparse genuinamente por cualquier cosa que la involucrara, pero su necesidad de querer desahogarse con alguien no era mayor a la importancia de seguir siendo una persona anónima. 

Se incorporó, y antes de que la rubia pudiese hacer cualquier otra pregunta, su celular comenzó a sonar dentro del bolsillo de su gabardina. 

-Creo que tus padres están preocupados.

Emilia frunció el ceño al ver el nombre en la pantalla, mientras intentaba pasar por alto el hecho de que había mencionado a sus padres. 

-No, no lo creo - murmuró vagamente la castaña, aún sin despegar la mirada del teléfono. 

Un extraño cosquilleo le recorrió el cuerpo entero. Se tomó un momento para decidir si debía atender o no, e inevitablemente una parte de su cerebro se vio invadida por un recuerdo.  

...

-Creí haberle dejado claro a Fury que no formaría parte de su organización - exclamó con molestia, al notar la presencia de la pelirroja en el Hospital. 

-No estoy aquí por ordenes de Nick.

-Bien entonces dime que haces aquí  - dejó unos papeles en recepción y acto seguido la tomó del brazo para llevarla al comedor que solo el personal solía utilizar - No sé si lo entienda Agente, pero tengo mis razones para querer evitar que personas como usted, pongan un pie en mi lugar de trabajo - agregó una vez segura de que el lugar estaba completamente vacío. 

-Creí que tal vez podríamos hablar. 

-¿Para tratar de hacerme cambiar de opinión, Agente Romanoff?

Natasha le dedicó una mirada divertida y negó. Emilia era borde y estaba algo a la defensiva pero su especialidad era hacer hablar a personas complicadas y aquella no sería la excepción.

-No, no es eso, yo... necesito a alguien con quién hablar - dijo haciendo énfasis en el "yo" - y creí que tu serías una buena opcion - añadió al ver que la castaña alzaba una ceja.

W A I T I N G  [Steve Rogers] ( I ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora