W A I T I N G [Steve Rogers] ( I )

22. La vida no es justa

Emilia estaba a punto de cumplir una semana desde que comenzaron sus entrenamientos con Natasha y la rutina era siempre la misma: se la pasaba casi todo el día metida en el gimnasio y salía solo para comer o para ir a dormir. Pero aquella mañana empezó de manera diferente; cuando salió de su habitación para dirigirse a la sala de entrenamiento, se encontró a su amiga en la cocina, preparándose con empeño un jugo de naranja. 

-¿Qué haces aquí? Creí que te vería en... 

-Hoy haremos algo diferente - la rusa le dedicó una sonrisa inocente y luego pasó por su lado, yendo directo al elevador. No soltó su vaso de jugo - Quiero mostrarte una cosa.

Emilia la siguió sin rechistar. Le parecía extraña la situación y la actitud de su amiga, pero era más su curiosidad. Pensó que era buena idea esperar a ver de que se trataba todo pero la pregunta escapó sin permiso de sus labios en el momento que vio a la pelirroja presionar el botón en el comando que no tenía marca. No era el sótano, ni el hangar y mucho menos la sala de entrenamientos. 

-¿Planeas matarme? 

-Y esconder tu cuerpo en el ático después - respondió la rusa, divertida - Tranquila, Em. Sé que no te gustan las sorpresas y para que conste, esta no es mía. 

La castaña frunció el ceño. 

-¿Si no es tuya, entonces de quién?

Antes de que Natasha pudiese decir nada más, las puertas de metal se abrieron y ante ellas apareció un nivel subterráneo, que parecía más bien un búnker. 

-¿Tony se prepara para el apocalipsis zombie? - murmuró Emilia incrédula, mirando el inmenso lugar con asombro. 

Pensó que el millonario no tenía ningún conocimiento básico sobre supervivencia, ya que prácticamente allí no había nada. No tenía comida enlatada, ni catres para dormir... 

-La estructura fue diseñada para resistir un ataque nuclear - Clarke arqueó las cejas al escuchar a su amiga - Como puedes ver, está equipado con sistema de energía, de filtración de aire y...

-¿Teme que se aproxime el fin del mundo o por qué me estás mostrando esto? - bromeó la ojiverde, volviéndose sobre sus talones para mirarla con desconcierto - ¿O es mi nueva habitación y no sabes como decírmelo? 

La ex espía apretó los labios en una fina línea. 

Sentía que se avecinaba un enorme drama y no sabía que hacer para evitarlo. Así que simplemente lo soltó. 

-Es para ti. 

Emilia sacudió la cabeza, más confundida que antes. La sonrisa burlona se desvaneció en cuestión de segundos. 

-Oye, yo estaba bromeando con lo de cambiarme de habitación pero ahora sí estás comenzando a asustarme. 

Natasha inspiró profundo, llenándose los pulmones de aire. Su intento por suavizar las cosas no estaba funcionando, ahora miles de ideas pasaban por la cabeza de la castaña menos la verdadera razón por la que estaban allí. Podía apostarlo. 

-Me refiero a que... es para que aprendas a controlar tus habilidades en un entorno seguro. 

A Emilia se le desencajó la mandíbula.