W A I T I N G [Steve Rogers] ( I )

21. Dime la verdad

Peggy y Steve llevaban horas hablando acerca de todo, la castaña amaba sus visitas, tenerlo ahí era un regalo que le alegraba el corazón pero ese día en especial lo notaba extraño, parecía más distraído de lo normal y de vez en cuando hacía cierto gesto, a modo de frustración.

Lo conocía cansado, lo conocía triste, lo conocía feliz pero jamás lo había visto de aquel modo, por lo que decidió cortarle el rollo y preguntar.

-Steve ¿Estás bien?

El rubio se quedó a media oración y le dedicó una mirada llena de confusión.

-Claro ¿Porqué lo preguntas?

-Porque parece que tienes la mente en un lugar que no es aquí

Steve sonrió con nostalgia, a pesar de todos los años que habían pasado, Peggy aún lo conocía.
Quería preguntarle, pedirle un consejo pero no sabía como expresarse. No era fácil para él hablarle a la chica, que creyó sería el amor de su vida, de la chica que actualmente le robaba el aliento.

-Oye - Peggy tomó su mano para llamar su atención y cuando logró sacarlo de sus pensamientos y traerlo de vuelta la realidad, hizó que la mirara - solo diló

-Hay una chica...

La castaña no parecía sorprendida, ni confundida en su lugar solo sonrió ampliamente y hasta parecía divertida con la situación.

-He esperado tanto tiempo por este momento - murmuró - y esta chica ¿tiene nombre?

-Su nombre es Emilia Clarke - Steve sonrió al pronunciar aquellas palabras y la mujer en la cama lo notó - es realmente confuso todo esto, cuando la conocí me cayó en la punta del pie, debo decir que es realmente desesperante y terca a veces, por no mencionar que dice lo que piensa cuando se le da la gana y es excesivamente directa y...

-Y te gusta - Peggy lo interrumpió y este la miró sorprendido - lo sé porque hace mucho no te veía sonreír de esta manera y porque no me hablarías de ella sino fuera especial

-Me has descubierto - soltó un suspiro y se dejó ir hacia atras, chocando su espalda con el respaldo de la silla - es que no entiendo nada, ella es hermosa y fuerte y me agrada pasar tiempo con ella, es muy fácil hablar de cualquier cosa y es divertida y ojala pudiera invitarla a salir pero... no es sencillo

-¿Y porqué no? - preguntó Carter con un temple tranquilo - si no creyeras que tienes una oportunidad no estarías confundido, no se mucho de ella pero invitala a salir, averigua si también siente cosas por ti

-Soy muy torpe para hablar con una chica ¿lo recuerdas? - le preguntó con diversión y ella asintió con una sonrisa

-Si lo recuerdo, pero por lo que me cuentas, con ella no

-Es que nunca hemos tocado el tema,  supongo que no se si estoy listo para esto...

-Steve - pronunció su nombre con dulzura - jamás se está listo para enamorarse, no puedes guardarte todo lo que sientes y esperar que la chica lo sepa. Si no te arriesgas... en verdad ya has perdido.

-¿Crees que acepte? - le hizó la misma pregunta que a Tony

-Haz que acepte - su respuesta lo tomó por sorpresa.

...

-¿qué cosa? - preguntó la rusa por tercera vez después de escuchar la petición de Emilia

-Que quiero que me entrenes - le repitió rodando los ojos

-Emilia no entiendo porque quie...

-Porque no me gusta usar esto - se miró a si misma - y si voy a estar aquí al menos tengo que saber hacer más que solo usar un arma

Natasha soltó un suspiro cansado, su amiga era terca y sabía que no iba a desistir hasta que aceptara.

-Bien, empezamos mañana - murmuró dándose la vuelta para salir de ahí - espero que no te arrepientas

La castaña soltó una carcajada ante el intento fallido de su amiga por escapar de la situación, ella no se iba arrepentir, al contrario eso le ayudaría mucho y tendría algo de paz.

-¿Todavía sigues aquí? - la voz del rubio provocó que Emilia se exaltara y diera un pequeño brinco en su lugar

-Mierda Rogers - se llevó una mano al pecho tratando de calmar sus acelerados latidos, que no sabía si eran provocados por el susto o por la cercanía del primer vengador

Últimamente odiaba esa sensación de inestabilidad cuando él estaba alrededor suyo.

-Lenguaje - reclamó con una mueca divertida ante semejante palabrota

-Oye fuiste tú el que casi me provoca un infarto - lo señaló y cuando estuvó más cerca de ella, le dió un golpe en el brazo - no vuelvas a hacer eso

-Lo siento - murmuró el rubio vidiblemente divertido - de hecho que bueno que te encuentro porque quiero... quería saber si te gustaría - hizó una pausa y respiró produndamente tratanto de tranquilizarse, "solo sueltalo Steve" -  ¿te gustaría salir conmigo mañana?

La castaña abrió los ojos como platos y sintió su estómago retorcerse, ¿la estaba invitando a salir?
La idea le daba dolor de cabeza y le hacía querer aplastar las mariposas que aleteaban molestas en su interior, era una mala idea, de hecho había rogado porque este día nunca llegara y ahora debía hacerle frente y darle una respuesta. La respuesta que había estado ensayando en caso de que una cosa como esa sucediera. 

-Y ¿bien? - preguntó con impaciencia y esa sonrisa que a Clarke tanto le gustaba

La castaña le sonrió triste y negó lentamente con la cabeza.
Al ver la decepción brillar en el rostro de Steve sintió una punzada de tristeza y se dió un golpe mental por hacer que su bonita sonrisa desapareciera.

Pero no podía cambiar de opinión, él era demasiado bueno, de hecho no se podía hacer una idea de porqué la estaba invitando a salir pero mientras menos se relacionaran, mejor.

-Lo lamento es solo que, yo... - no sabía como explicarse, pero mientras más lo pensaba más incoherencias salían de su boca, así que pese a sus ideas, tendría que ser directa - no creo que sea buena idea que salgamos, me agradas Steve - confesó mientras el rubio la miraba fijamente - en serio, pero se tiene que quedar en eso, somos compañeros de equipo. Lo siento...

Terminó de decir y salió casi corriendo de la sala, no podía darle la cara después de haber visto su semblante.

Steve no entendía nada de lo que pasaba, ella le dijó que le agradaba, pero entonces ¿qué les impedía salir?
"Haz que acepte"  las palabras de Peggy resonaban con gran eco en su mente y asintió para si mismo.
Lo haría, no iba a descansar hasta que Emilia aceptara salir con él, no sabía exactamente como haría, pero de algo estaba seguro, no se daría por vencido tan fácilmente.