W A I T I N G [Steve Rogers] ( I )

15. Nuevos desconocidos

El silencio en el quinjet era abrumador y casi insoportable. Steve no veía la hora en que la Torre Stark apareciese frente a sus ojos para abandonar aquel denso ambiente en el que, a pesar de que ninguno decía nada, se podía palpar la incomodidad.

-Así que dime... - comenzó la castaña rompiendo el incómodo silencio - que les hizó cambiar de opinión, ¿remordimiento? Lo dudo - estaba muy enojada, ellos los habían ayudado pero lo que sintió cuando jugaron con su mente... eso jamás lo olvidaría - Porque tal vez no les importa, pero ahora la única persona a la que considero familia anda perdida por ahí y los culpo a ustedes.

La noticia de que Natasha había desaparecido había abierto una nueva herida, tenía que encontrarla, no iba a darse el lujo de perderla a ella también.

-Nos dejamos llevar por el rencor - contestó la pelirroja con un semblante serio - creímos que Ultrón era la mejor opción para vengarnos de Stark.

-O al menos eso fue lo que nos hizó creer - secundó su hermano.

-¿Qué es lo que busca? - les preguntó Steve desde el frente

-Quiere acabar con todo - simplificó Wanda - con ustedes no le basta, destruirá el mundo para probar que es mejor y usará la gema para conseguirlo.

-No me imagino como lograste averiguar sus malvados planes - el tono sarcástico y mordaz usado por la castaña no paso inadvertido para el rubio, quien al instante decidió intervenir.

-Emilia... - su nombre salió de sus labios con una mezcla de delicadeza y fuerza que al parecer causaron el efecto deseado en la aludida.

Wanda agachó la mirada, casi mostrando arrepentimiento. Entendía de donde nacía todo aquel rencor y no la culpaba. La había hecho revivir cosas que ni ella misma era capaz de olvidar.

El resto del camino transcurrió en completo silencio, Emilia se sumergió en sus propios pensamientos mientras los gemelos conversaban con Steve, y 20 minutos después ya estaban sobre la pista de aterrizaje de la Torre. Sin esperar que Wanda pudiera preguntar nada, corrieron hasta el laboratorio, donde Tony y Bruce se movían de un lado a otro conectando cables. Pero lo que realmente causo en el rubio un profundo sentimiento de cólera y disgusto, fue ver el arca en medio de todo el desorden, como objeto de experimentación. 

-Lo voy a decir una vez - exclamó y el millonario inmediatamente dejo de hacer lo que estaba haciendo para mirarlo. 

-¿Qué te parece ninguna?

-Apágalo. 

-Nop, ni de broma- Tony hizo caso omiso de sus palabras al acercarse donde Banner, acción que pareció enfurecer a Steve todavía más. 

-No saben lo que están haciendo. 

-¿Y tú si? - cuestionó Bruce al instante, sorprendiéndolos. Luego su mirada se detuvo en la sokoviana - ¿ella no te controla?