11. Pasado

9K 651 18
                                    

Emilia supo que las cosas volverían a ponerse interesantes en cuanto Natasha le pidió discretamente que se alejaran a la sala

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Emilia supo que las cosas volverían a ponerse interesantes en cuanto Natasha le pidió discretamente que se alejaran a la sala. Fury y el resto seguían discutiendo en la cocina, por los que les fue sencillo apartarse sin interrumpir las hipótesis que comenzaban a surgir en torno a los planes de Ultron.

—¿Qué pasa? — murmuró la castaña, viendo a su amiga a los ojos verdes que eran parcialmente iluminados por las luces provenientes de la cocina.

Natasha cruzó los brazos sobre el pecho, buscando seguridad y estabilidad en su postura.

—Está claro que volveremos, aún no se ponen de acuerdo pero no podemos seguir perdiendo tiempo y... — hizo una pausa, Emilia frunció el ceño al notarla preocupada — Em, tienes que decidir que es lo que quieres hacer.

Aquello último tomó con la guardia muy baja a la ojiverde.

Natasha no parecía la misma persona que desde que llegó a la torre no paró de repetirle que debía aprovechar el momento para redimirse y utilizarlos como segunda oportunidad. No parecía la misma que esa misma tarde le suplicó que tuviese confianza en sí misma. Y es que no lo era.

La ex espía no podía dejar de pensar en lo que había sucedido en el barco. Confiaba completamente en Emilia pero quería que fuese su decisión seguir con ellos, acompañarlos, y no que lo hiciera por la presión del grupo o por ella porque al final del día eso no significaba que se tuviese un poco de fe.

—¿Ahora me darás la oportunidad de volver a desaparecer? — bromeó la castaña, pero sus palabras solo consiguieron sacarle una ligera sonrisa a la rusa, una más parecida a una mueca.

—No quiero obligarte a nada.

—Tú no...

—De algún modo lo he hecho — la interrumpió la pelirroja — Te he presionado mucho y... no me arrepiento de nada porque adoro tenerte cerca. Pero debe ser elección tuya poner tu vida en riesgo ahora, quiero darte eso. Opciones.

Podía parecer una acción simple pero para Emilia, que al nacer no tuvo la oportunidad de elegir o no aquellas habilidades, era un acto de amor grandísimo.

—Si decides que has tenido suficiente o que no te sientes preparada para seguir acompañándonos después de lo de Maximoff, Laura ha accedido a que te quedes con ellos unos días.

—¿En serio? — Emilia arqueó las cejas, más por sorpresa porque la esposa de Clint no la conocía de nada.

Natasha asintió.

—Son buenas personas.

—Eso veo — murmuró la castaña, vagamente.

W A I T I N G  [Steve Rogers] ( I ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora