9. Roces y Confesiones

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-¿Has hablado con Emilia? - preguntó el millonario con prudente cautela. 

Steve lo escuchó pero pretendió que la mención de la ojiverde no lo afectó y continuó tomando troncos del piso. 

Hace rato que había dejado atrás el traje de héroe, ahora llevaba una muda de ropa que siempre cargaba en el quinjet, por cualquier emergencia. Los vaqueros de mezclilla y la playera deportiva eran por mucho más cómodos. 

Él y Tony llevaban rato ayudándole a Clint a cortar troncos para leña en el patio de su casa. Dijo que eran para encender la chimenea durante la cena pero el rubio más bien creía que era una forma de mantenerlos ocupados... o una forma de obligarlos a terapiarse a través de tareas domésticas.

-No desde que la encontré hecha un ovillo en el barco - mintió descaradamente, ignorando que el castaño era muy inteligente y él muy malo para engañar a cualquiera - ¿Por qué?  

-Oh, ya sabes - Tony chasqueó la lengua contra el paladar, al tiempo que sacudía la mano como si no fuera un asunto de gran importancia - Es que Clint dijo algo hace rato que la señora Barton le dijo a él y ahora tengo esta idea en mi cabeza que... 

-¿Qué, Tony? 

Steve recargó el mango del hacha contra la base de madera donde estaba partiendo los troncos, y entonces miró a su amigo. Tenía en la cara esa expresión de derrota que usualmente utilizaba cuando dejaba que el millonario se saliese con la suya, lo cuál estaba pasando en ese momento. Era obvio que Tony quería preguntarle algo específico, que buscaba llegar a un punto y él comenzaba a cansarse de tantas vueltas. 

El castaño dejó escapar un suspiro pesado, como si también fuese difícil para él decirlo. Sin embargo, terminó soltando las palabras con un atropello que desconcertó al ojiazul. 

-La señora Barton cree que entre tú y Clarke hay... bueno... que hay algo. 

Steve tragó saliva con dificultad cuando su mente, en lugar de negar la hipótesis que sonaba absurda, la mantuvo allí, suspendida rodeada de una bruma de incertidumbre y la promesa inconclusa de un "quizá". 

Igual era extraño. Desde que llegaron a la casa de Clint, él y Emilia solo habían intercambiado palabra para discutir, literalmente. Se gritaron en el jardín después de que Thor se marchase, ¿De donde sacaba la esposa de Clint que entre ellos había algo más que no fuese tensión, odio y diferencias irreconciliables? 

Antes de poder analizarlo comenzó a negar con la cabeza, pero había reaccionado demasiado tarde. Tony ya había comprobado que Laura estaba en lo correcto y se sintió demasiado idiota por no notarlo antes. 

-No es...

-No tienes que mentirme. 

-No hay nada entre nosotros. 

-Mientras más lo niegas, más lo deseas. 

-Tony...

-¿Qué? - rio el castaño, sorprendido del descubrimiento que acababa de realizar. Casi orgulloso también de ser el primero, pues aunque Clint le pasó la información, se mostró bastante negado a la posibilidad de su 'jefe' saliendo con la nueva del grupo - Oye, puedes confiar en mí. Soy una tumba. Y si en verdad hay algo, estarás más cerca de descubrir quien es Emilia en realidad. 

-No hay nada ente ella y yo - aclaró lentamente, pronunciando cada palabra con un amargo sabor - No se porque la esposa de Clint cree lo contrario, pero no es cierto. 

-Vale. 

-No estamos juntos. 

-Me quedó claro - el castaño alzó los brazos, rindiéndose a los argumentos del rubio. 

W A I T I N G  [Steve Rogers] ( I ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora