Capitulo XVI

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POV Harry.

Me desperté muy temprano por un dolor de cabeza, un hechizo sumamente complejo que me tomo dos años desarrollar, una alarma usando mi clarividencia por si algo fatal podría pasarle a Tom, a mis padres o a mi. Con los años de práctica ya no necesitaba la bola de cristal así que solo me quede recostado y me concentre en el peligro próximo.

Veía a Dumbledore llegando a la mansión Lestrange, nadie a la vista, en la casa o habitaciones ni una señal de un menor viviendo ahí sacaron una sonrisa a Dumbledore, regreso al castillo de inmediato y sin pensarlo dos veces ve a Altair charlando conmigo en el lago negro y nos líquida.

Salí del trance respirando agitado, Tom ya estaba despierto a mi lado mostrando una expresión preocupada.

- Qué viste esmeralda? - me ayudó a sentarme y suspire.

- Nuestra muerte. - Tom me abrazó colocando un brazo en mi vientre a manera de protección - Dumbledore irá a la mansión Lestrange de Rabastan esta tarde con aurores. - Tom saco su varita y susurró el nombre de Bellatrix y Severus.

- Hay que vestirnos esmeralda. - me dijo Tom y lo hice, a poco de terminar de explicarle los detalles a Tom tocaron la puerta y fui a abrir ya tranquilo. Mi madrina y profesor me sonrieron al verme.

- Pasen. - les indique, tía Bella traía una bandeja con té, café, jugo, panqueques y fruta.

- Un obsequio para mi ahijado y su retoño - me senté a un lado de Tom, mi tía colocó la bandeja en mis piernas y Severus una poción nutritiva en la bandeja.

En la habitación Tom había hecho una pequeña sala, nosotros estábamos frente a la mesa del centro en un sofá y los recién llegados en el que estaba al otro lado.

- Tenemos problemas. - dijo Tom y yo empecé a comer escuchando la conversación - Dumbledore irá a casa de Rabastan y si no nos encuentra ahí habrá sangre.

- Una visión de Harry? - pregunto Severus y Tom asintió.

- Será después de las cinco de hoy. - aclaré y Bella sonrió.

- Puedo ir por mí chimenea, no está vigilada, llevaré a Rodolphus y Rabastan conmigo. - Tom asintió.

- Avisaré a Lucius y a Sirius. - dijo Severus y sonreí.

- Yo voy. - les dije y Tom negó.

- No en tu estado Harry. - le sonreí inocente y tía Bella palideció.

- Milord... - alcanzó a decir y la interrumpí.

- No te estoy pidiendo permiso Tom, tendré cuidado y cuando mi embarazo sea notable voy a permanecer tranquilo, pero mientras eso pasa voy a ir contigo. - Tom negó de nuevo.

- No voy a dejar que te arriesgues. - Bella suspiro llamando su atención.

- Si no lo deja Harry se irá por su cuenta y emboscara al enemigo antes de llegar a nosotros - Tom me miró enojado - Por su clarividencia será imposible pararlo.

- Por esa razón se unió a las redadas a los cinco años mi señor. - apoyo Severus.

- En otras palabras si le digo que no hará todo en sus manos para retarme.

- A mí nadie me controla, - le dije - ni siquiera tu querido.

Tom se rindió con la idea de dejarme fuera después de escuchar un par de historias de cómo hice lo que quería y mejor empezaron a discutir los avances de nuestra gente.

Asistimos a clases normalmente, a las cuatro fuimos con Tom a la oficina de la profesora de dcao, ella nos sonrió y aparecimos en la mansión Lestrange. Un elfo doméstico nos trajo un cambio de ropa, Tom regreso a su apariencia real y tomo una poción que le dio la apariencia sin nariz que yo conocí en mi primera vida.

A mí me dieron una túnica negra y una máscara igual a la de los mortífagos, yo y Sirius de cualquier forma tomamos la poción que uso Tom para cambiar su apariencia, por las dudas. Tom se fue a la oficina a llenar el papeleo pendiente, yo me uní a las patrullas, por motivo de que las patrullas suelen ser evitadas y si me uniera a la guardia de Tom sería el primero en ser atacado.

El reloj marco las 5 poniendo a todos alerta, cinco veintidós una explosión en la puerta principal tuvo lugar. Corrimos a interceptar a los intrusos, llegamos al salón donde Tom se unió a nosotros enfrentando a Dumbledore, Bellatrix quedó inconsciente y dos aurores me llevaron aparte con una seña de Dumbledore.

Me guiaron con sus ataques al jardín y cuando nadie podía vernos trataron de liquidarme. La magia que contenía todo el tiempo salió a flote produciendo una onda de choque que arrojó a ambos aurores unos metros atrás y sonreí.

- Fue mala idea alejarme de la vista de Voldemort, muy mala.

Les dije soltando mi aura de amo de la muerte, una atmósfera pesada apareció y los aurores estaban pálidos frente a mi poder. Mi magia parecía una bruma negra, se deslizaba por el suelo avanzando hacia mis enemigos, cada flor o planta que era rozada se tornaba marchita al instante.

- El señor tenebroso no sabe de este poder así que no lo uso en su presencia.

Extendí mi mano hacia ellos y mi bruma oscura los fue envolviendo. Subió desde sus pies, todo su cuerpo iba quedando atrapado y ellos no podían moverse o por lo menos gritar, el miedo los había paralizado.

- Supongo que ustedes simplemente tuvieron mala suerte.

- Fue el plan de Dumbledore! - soltó uno de ellos en su desesperación poco antes de que su rostro fuera cubierto. Le sonreí.

- El busca a  un mortifago importante para el señor tenebroso! - completo el otro. 

- Gracias, me asegurare de tomarlo en cuenta.

Al cerrar mi mano sus cuerpos fueron aplastados y sangre cayo por todo el jardín, incluso me cayó a mi. Fui considerado por su confesión y los dejé morir sin dolor.

Regrese al salón y al verme el director simplemente desapareció con los aurores. Tom camino hacia a mi aliviado.

- Donde estabas? - me quite la máscara y los mortífagos se acercaron. - Y de dónde sacaste la sangre?

- Dumbledore sabe que existo. - Tom frunció el ceño.

- Qué Harry Potter está de mi lado? - negué.

- Sabe que hay un mago en tus filas al que le tienes aprecio, que los dos aurores me alejaran de tu vista fue planeado por el anciano para ver tu reacción si yo aparecía muerto, me lo dijeron. - Tom hizo un sonido de fastidio.

- Volvamos al colegio, seguramente va a buscarnos pronto. - dijo y regreso a su apariencia de Altair, Sirius y yo regresamos a la nuestra. - Y será mejor que busquemos como alejarte de la vista del anciano si quieres seguir viniendo conmigo por un tiempo más.

Al entrar a la oficina de Severus saque el galeón que me conectaba a Draco, Neville y los demás aliados, el ED dejo buenas ideas.

- Dumbledore mando a Mcgonagall a buscarte a la torre hace unos minutos Harry. - contesto Neville - Salió de aquí segundos antes de tu llamada.

- Tía Bella al ministerio, Tom y yo a lavar calderos - mire a Severus que sonrió. - Nuestra excusa?

- Impertinencia. - asentimos, Bella se fue, tío Severus se sentó a calificar ensayos y mi Tom y yo a lavar calderos. Mi moneda sonó a los pocos minutos y la saque.

- Mcgonagall va con mi padrino porque no encontró a ninguno en la sala común de Slytherin. - reporto Draco y guarde la moneda.

La puerta fue abierta apenas unos minutos después, Mcgonagall entro y vio a Tom y a mí aliviada. Luego a Severus molesta.

- No recibí informe de un castigo para ellos dos hoy profesor Snape. - le reclamó y Severus señaló a un pergamino envuelto con un listón en la esquina de la mesa.

- Fue un castigo que se ganaron de último momento. - dijo Severus sin despegar la mirada de su trabajo y Mcgonagall se fue.

Nosotros tres nos dimos una mirada cómplice y pasamos el rato charlando mientras los calderos se lavaban con magia. 


Gracias por leer. 

Segundas Oportunidades (Tomarry) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora