ESPECIAL LEMMON GEMELOS X DRACO.

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POV Draco.

Después de aparecer en la habitación con los consejos de Daisy me libre del enojo de mis gemelos, pero veía en su mirada que tenían una idea clara de cómo iban a celebrar mi embarazo. Fred fue el primero en acercarse a mí como un gato, se subió sobre mi y me recostó en la cama.

- No escaparás de nosotros esta noche rubio. - me susurró sensual en el oído y un escalofrío me invadió. Solo pude mirarlo.

George se subió a la cama y me jalo suavemente acomodando mi cuerpo justo a la mitad. Se acercó a mi oído lamiendo y mordiendo suave, los suspiros empezaron a salir de mi boca.

Fred se acercó a mi boca lamiendo mis labios, tentándome sin realmente llegar a besarme, luego bajó besando mi cuello, George levantó mi rostro y me besó con fiereza, su lengua invadió mi boca en menos de un segundo en uno de sus besos enloquecedores. Fred abrió mi camisa, poco a poco retiro mi ropa acariciando mi cuerpo en leves y cortos roces que me hacen desear más, me estaba provocando y George no mejoraba la situación al estarme besando con tanto ímpetu, se estaban vengando de mi.

Totalmente desnudo George se separó de mi solo observando sentado arriba de mi cabeza, Fred se dirigió a mi cuello y comenzó a morder suavemente mi clavícula, mis suspiros evolucionaron a jadeos ahogados en mi garganta lo que le colocó una sonrisa de satisfecho en su bello rostro. Lentamente bajó su boca pasando su lengua por todo mi torso, luego subió besando todo de nuevo, solo estaba jugando con mi cuerpo, y lo peor es que me gustaba, aunque a mi miembro no, ya se alzaba necesitado en mi entrepierna ignorada y podía ver que Fred y George estaban igual.

Fred jugó con mi cuerpo por un buen rato, jugó pasando su lengua por mi ombligo, luego subió a mis pezones, entonces noté que empezaban a ponerse sensibles por el embarazo, las descargas de placer me sacaron un par de gemidos, mientras los mordía sonrió bajando una mano a mi vientre.

- Deberá aprender a compartir con papá. - susurró mientras succionaba y lamia mis pezones.

Sobre mí, vi a George asintiendo, Fred me dio un rápido beso y bajó besando mi cuerpo.

- Oh! Por Merlín! Fred!

Su boca se envolvió en mi miembro, la calidez de su boca me hizo estragos en la mente, empezó a subir y bajar lentamente, me torturaba. Después de un rato aceleró y traté a alejarlo.

- No! ¡Voy a... ! ¡Fred!

No me dejo apartarlo y me hizo correrme en su boca, bebió todo lo que expulse y ahora yo era un desastre de gemidos y jadeos en la cama, estoy seguro que estoy sonrojado. Fred susurró algo y mi entrada se lleno de lubricante, algo frío y viscoso que me saco un gemido.

Dos de sus dedos entraron rápidamente avisando lo que venía, apenas me sintió relajado saco sus dedos y entró de golpe, un sonoro gemido salió de mis labios.

- Fred! Por Merlín!

Embistió de inmediato sin dejarme como reprimir mis gemidos, Fred era grueso, acariciaba mis paredes internas y me hacía sentir todas las partes que tocaba y rozaba, solo me hacía sentir demasiado. Sus embestidas siempre eran rápidas y enloquecedoras, que volvía un desastre de gemidos y gritos de su nombre.

- Voy a terminar, Fred!

El sonrió y se acercó a besarme mientras aceleraba aún más sus movimientos. Sus besos, Merlín, ambos eran tan malditamente buenos besadores.

En segundos me llevó al clímax, Fred terminó al mismo tiempo que yo vaciando su semilla en mi interior lo que me saco otro gemido. Después de uno o dos minutos recuperando el aliento salió de mí sentándose a mi lado.

- Es mi turno. - susurró George en mi oído, se colocó arriba de mi acercándose a mis labios.

- Son injustos, ustedes son dos. - le susurre y sonriendo me besó.

George movió sus manos a mis piernas acariciandolas, levanté una de ellas a su petición muda, dejo mis labios y se dirigió a mis piernas, ambos tenían sus propios gustos y me dejaban muy en claro que les gustaba más de mi. Fred adora recorrer mi abdomen y cuello, llenarlos de marcas, igual que mi entrepierna, le gusta volverme loco mientras me masturba, además fuera de lo sexual le gusta mucho cuando me pongo caprichoso y exigente, le fascina complacerme, y es rudo y muy pasional en el sexo, le encanta provocarme.

George es más tierno, le gustan más mis piernas, mi trasero y mordisquear mis oídos, le gusta escucharme gemir mientras juega con mi entrada, fuera de la cama es tierno y cariñoso, le gusta acurrucarse conmigo, darme besos lentos y delicados, gusta de un sexo lento y torturador. Ellos son parecidos físicamente y en algunas otras cosas, pero cada uno tiene sus preferencias y quedan fascinados cuando les muestro que los conozco y sé bien quien es quien.

George beso mis rodillas y desde ahí fue moviendo su boca mientras mordía mi pierna derecha en camino hacia mi entrepierna. Los jadeos y gemidos salían de mi garganta, uno de sus dedos se movió a mi trasero y entro en mi, movimientos suaves me hacían jadear cuando rozaba mi punto dulce.

Después de dejar mi pierna llena de marcas, George me giró dejándome a cuatro en la cama, mi trasero estaba a su disposición y me lo recordó al morder una de mis nalgas, mañana voy a tener el cuerpo totalmente marcado por estos dos pelirrojos. George pasó su lengua por mi entrada presionando un poco, él sabe que eso me vuelve loco.

- Oh, George! - jadee.

Su lengua siguió moviéndose en ese lugar, luego de un rato metió su lengua acariciando mi interior con ella.

- Merlín... - suspire.

Se sentía húmedo, caliente, su lengua estaba excitándome mucho, una de sus manos empezó un suave vaivén en mi miembro de nuevo duro. Sacó sus lengua metiendo tres dedos en su lugar, me estimulaba con ellos, acariciaba sin cesar mi punto dulce y yo solo me aferraba a las sabanas con fuerza, tenía la cabeza pegada a la cama a este punto, con el trasero en alto, los gemidos bajos no eran contenidos en mi garganta fácilmente, me estaba torturando.

Sacó sus dedos, iba a quejarme cuando entró algo más grueso y largo en su lugar.

- George! - gemí, se movió lentamente entrando y saliendo.

George no tenía el ancho de Fred, pero él es mucho más largo, lo siento llegando profundo. Sus embestidas eran lentas y profundas, al acercarnos al clímax me mordisqueo el oído.

- Maldita sea! George! Más rápido!

Se que tiene una maldita sonrisa burlona en este momento y poco me importa, se movió más rápido y el orgasmo llegó devastador. Después de un minuto sentí que seguía duro dentro de mi, me jalo hasta quedar acostado boca arriba conmigo encima de espaldas a él, Fred se acercó con una sonrisa maliciosa y una dura erección.

- No van a... - Fred me sonrió y se acomodó sobre mi - No... solo... espera... AH! FRED!

Si, lo hizo, entró mientras George seguía ahí. Ambos estaban en mi entrada haciendo ligeros movimientos, luego empezaron a embestirme al mismo tiempo.

- Maldición! Fred! George! - no me dejaban casi ni hablar con ellos moviéndose así - No... es demasiado... No lo hagan... ambos! - Fred sonrió, George lamió mi oído.

- No pararemos... - susurró George.

- Te lo advertimos. - me dijo Fred y me besó.

Se movían sin parar, los malditos estaban en perfecta sincronía, ahora sentía todo, cada roce era registrado en mis sensaciones, la dureza de Fred y la profundidad de George. Malditos.

- Demasiado... Ustedes son demasiado... - susurre mientras sonreían con autosuficiencia.

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He aquí el tan esperado especial de esta pareja, habrá más sorpresas por venir, ya irán descubriendo cuales son.

Ahora, con honestidad, que les pareció mi primer trío? 

Sugerencias?


Gracias por leer.

Cuídense. 

Segundas Oportunidades (Tomarry) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora