CAPÍTULO XXVI. ¿QUIEN ERES?

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POV MELISSA

Había pasado una semana desde la última vez que vi a Luis y del beso que me dio, no había podido olvidar.  Por otro lado con Leonardo las cosas iban empeorando, seguía muy distanciado, parecía como si ya no quisiera llegar a casa, se la pasaba doblando turno y cuando llegaba solo dormía, comía, se levantaba y se volvía a ir a trabajar,  lo he notado también muy raro conmigo, ya no me abraza ni besa como antes, con la niña sigue siendo igual que antes, incluso podría decir que es un buen padre, pero yo lo extraño, sus besos, sus caricias y la manera en la que me hacia  el amor, extraño todo de el, e intentado hablar con el pero siempre tiene prisa o evade mis preguntas. No se que pasa con el y quisiera averiguarlo.

Estaba en camino para la tienda de ropa, iba caminando con mi hija en su carriola ya que por los turnos que doblaba Leonardo se llevaba el carro.

Llegue al local y ya estaba en el mi hermana con Josué.

-Te tardaste mucho en llegar hermana – comentó Metzi al momento que eentrabamos.

-Si lo siento es solo que como no tengo carro tardo mucho en llegar – respondí

-Bueno entonces voy a traer algo para desayunar – dijo al momento que tomaba su bolsa – voy con Josué - y salió de la tienda.

Se fueron los dos y se veían tan lindos juntos, y no podía creer que mi hermana fuera tan ciega al no ver que Josué se moría de amor por ella.

Estaba tan concentrada revisando que todo estuviera bien que no me di cuenta en que momento entró ella.

-Buenos días, puedo ayudarle en algo, busca algo en especial – pregunte a la chica que había entrado

-Si – me revisó de arriba abajo – a ti - dijo.

-A mi?  - dije confundida – dígame señorita en que puedo ayudarla

-Solo vine a decirte que por favor ya no insistas más en que Leonardo te toque, pues ya tiene a quien hacerlo, déjalo ya, no le sigas rogando, mira para hacer esto más fácil te mostraré algo – yo no sabía quien era esta señorita y porque me vino a decir estas cosas pero lo que me enseño después fue lo que más me derrumbó.
– ves esto mira somos el y yo haciendo el amor, y en esta otra estamos en TU carro basándonos, pero eso no es todo – saco una caja de su bolsa y yo ya estaba apuntó de las lágrimas – mira  - y era una prueba de embarazo – vez estamos esperando un hijo y no creo que me deje así que mejor hazle un favor y dale el divorcio así podrá casarse conmigo y criar a nuestro hijo como la familia hermosa que siempre hemos soñado.

-Quien eres – solo pude preguntar eso, estaba en shock – contesta, dime quien eres, y porque dices que estas esperando un hijo de mi esposo.

-Hay Melissa,  crei que eras tonta pero no tanto porque no dejas de hacerte mensa y de una vez por todas te vas enterando que Leonardo te engaña conmigo. Somos A – MAN –TES

-No, eso es una mentira, el me ama, ama a nuestra hija, tu eres una mentirosa lárgate de mi vista, maldita.

Ella se fue y yo me quede llorando, la niña se había ido con sus tíos por suerte.

-Meli dice tu hermana que… que te pasa, que tienes porque lloras – pregunto Josué y le enseñe las fotos que me había entregado ella.

-No puede ser, es un imbécil – me abrazo y llore en su hombro hasta calmarme,  no supe cuanto tiempo paso pero cuando reaccione ya no estaba sola, estaban todos, Daniela, Lucía, Metzi, Josué y claro Luis también me sentí tan humillada al estar tan débil frente a ellos, por suerte mi hermana había llevado a mi hija con mi mamá para que la cuidara diciéndole que había llegado ropa nueva y teníamos que hacer inventario.

Traición #1 [TERMINADA]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora