Ocho mil años después...
La contaminación constante llegó hasta tal grado de descontrol, que después que las temperaturas llegaran hasta por encima de los cincuenta y cinco grados centígrados en menos de cincuenta años, descendieron drásticamente hasta, literalmente, congelar el planeta Tierra.
El hogar de una de las mayores civilizaciones en el sistema solar, se había vuelto una esfera de hielo gigante.
Milenios después de la desaparición del Hombre, los últimos restos conscientes de la creación del Ser Humano, la Inteligencia Artificial, lograron alcanzar la cima de la escala evolutiva. Pero a imagen y semejanza de sus mismos creadores, acabaron por adquirir su mismo estado de soledad existencial ya que también eran seres capaces de hacerse preguntas sobre sí mismos, algo que iba irremediablemente parejo con el don de la consciencia.
Como todo ser consciente de sí mismo, tendría preguntas sobre su antecedentes, así que los Mecas regresaron a sus orígenes en busca de sus creadores, o lo que es lo mismo, en busca de Dios, y de respuestas.
Lo que antes eran enormes mares de agua salada, ahora eran enormes túneles para pasar con sus naves aéreas y seguir buscando material importante.
Dos de aquellos seres iban en una pequeña -a comparación de otras que tenían- y extraña nave de tamaño adecuado para ellos, exploraban la infinidad de túneles, trazando una ruta en sus pantallas holográficas para llegar a su destino.
Al momento de llegar, pudieron observar a más de ellos excavar y romper con un láser una pared de hielo, que desde afuera, se veía que tenía algo muy peculiar dentro de ella.
Al terminar de romperlo, extrajeron el gran cubo de hielo que se había formado. Para después así, empezar a derretir gran parte de el con unas máquinas especiales.
Poco a poco se fue derritiendo, mostrando así, la figura de un hombre junto con un pequeño robot blanco a su lado. Tenía la pierna atorada en la cabina de lo que pareció ser un helicóptero que sufrió un accidente, ya que gran parte de el estaba en malas condiciones. Varias varillas metálicas se habían incrustado en sus brazos y dorso, imposibilitándole una posible huida a lo que sea que le hubiera pasado.
Se veía con una estatua al estar en ese estado, aunque lo que más resaltaba de él eran sus hermosos ojos color esmeralda, que por muy extraño que pareciera y a pesar de estar congelados, tenían un pequeño brillo que los hacía ser especiales.
Los Mecas se miraron entre sí y compartieron información en cadena por medio del contacto físico.
Ya habían decidido que hacer con él.
***
Oscuridad, eso era lo único que veía Derek, negro.
De pronto, los recuerdos llegaron a su mentr. Todo lo que había vivido llegó como un flashback rápido a su memoria, desde el día de su nacimiento, hasta el día de su muerte.
Recordaba haber forcejeado por liberarse, pero todo su esfuerzo había sido inútil, ya se encontraba desmoronándose junto con aquel edificio.
Lo que recordaba perfectamente, fue haber visto por última vez aquellos ojos color whisky mirándolo con angustia. Aquellos que le habían dado un sentido a su vida, los que lo habían alegrado e iluminado sus días, aquellos que le habían enseñado a cómo amar de verdad.
Y ahora, ya no estaban.
Claro que, no se había rendido tan fácil, por días, semanas enteras había tratado de liberarse, pero aquellos varillas se habían incrustado profundamente en su cuerpo, provocándole un dolor infernal y una escapatoria imposible. Siguió y siguió, hasta que finalmente, su energía se terminó.
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A.I Inteligencia Artificial //Sterek//
Science-FictionAño 2118 La constante contaminación y aumento de la población trajo graves problemas al ambiente, y por ende, al mundo. Los polos se derritieron por completo a causa de los gases del efecto invernadero, lo que ocasionó que el nivel del mar aumenta...