A.I Inteligencia Artificial //Sterek//

Capítulo 4

Stiles abrió los ojos con dificultad. Pudo divisar a su alrededor que la mayoría de cosas eran de color blanco. Estaba en un cuarto de hospital.

Sintió algunos cables adheridos a su piel, estaba conectado a varios sueros.

— ¿Hola?— logró articular.

— ¡Stiles!— escuchó una voz, y sintió como alguien lo abrazaba con cuidado de no lastimarlo — Hijo, ¿cómo estás?, ¿te duele algo?—

— ¿Papá?— preguntó confundido — ¿Qué pasó?—

— Tuviste un accidente— lo miró con seriedad — Fue... muy grave— frunció los labios, pero antes de que el castaño pudiera decir o preguntar algo, alguien abrió la puerta de un portazo.

— ¡Stiles!— dijo para correr hacia el castaño y abrazarlo — ¿Cómo estás?, ¿qué te duele?— preguntó preocupado provocando que Stiles soltara una leve risita.

— Estoy bien Scotty, nada grave— sonrió.

— Claro, estar inconsciente una semana no es nada grave, ¿verdad?— dijo sarcástico.

— ¿Qué?— preguntó atónito.

— Tiene razón hijo, estuviste inconsciente una semana, dice el doctor que tuviste mucha suerte— dijo su padre — Stiles, ¿qué fue lo qué pasó?—

— Yo...— hizo una pausa, varias imágenes llegaron como un Flashback rápido a su mente — Creo que... un carro se atravesó y... Jordan no pudo a verlo a tiempo, y dio un volantazo provocando que el auto saliera de la carretera—

— ¿Crees?— cuestionó.

— N-No lo sé papá, todo fue muy rápido— dijo aturdido.

— Está bien, está bien— su padre se tranquilizó — ¿Qué más recuerdas?—

— Que estaba abajo del auto— respondió con la mirada perdida — Y cuando salí para ayudar a Jordan, éste estaba...— abrió los ojos como platos — ¿Y Jordan?, tengo que verlo— dijo tratando de levantarse pero sintió un dolor punzante en todo el cuerpo impidiendo siquiera que se pudiera sentar en el borde de la cama.

— Hey, Stiles, siéntate, aún no estás del todo bien— le dijo Scott regresándolo a su lugar.

— ¡Pero tengo que ver a Jordan!— dijo exaltado tratando de levantarse de nuevo pero no pudo — Esta bien...— suspiró rindiéndose — Al menos díganme, ¿cómo está él?, ¿está bien?—

— Él...— Scott y su padre se miraron entre sí, antes de que pudieran decir algo, una tercera persona entró a la habitación.

— Oh, el joven Stilinski despertó— dijo lo que parecía ser el doctor, un hombre de cabello rubio, ojos color miel y piel blanca casi pálida — Dígame señor Stilinski, ¿cómo se siente?—

— Bien, creo— respondió.

— Te haré una pequeña revisión y después podrás irte a casa, ¿de acuerdo?—

— Está bien—

— Cualquier cosa estamos afuera, ¿okey?— le dijo su mejor amigo y el castaño asintió, se dedicaron una última mirada y Scott junto con su padre salieron de la habitación.

— Tienes un amigo que se preocupa mucho por ti— le dijo el doctor con una sonrisa mientras anotaba algunos apuntes.

— Claro, no por nada es mi mejor amigo— el doctor soltó una leve risita y empezó a revisarlo — Oye, de pura casualidad... ¿tú no eres un...?—