Año 2118
La constante contaminación y aumento de la población trajo graves problemas al ambiente, y por ende, al mundo.
Los polos se derritieron por completo a causa de los gases del efecto invernadero, lo que ocasionó que el nivel del mar aumenta...
Stiles se encontraba muy dañado, ya casi no sonreía y las esperanzas de que Jordan despertara ya estaban casi nulas. No estaba listo para decirle adiós, no quería, Jordan es uno de los seres humanos más importantes de su vida. Él le hizo ver el mundo desde otra perspectiva, lo amaba, en serio lo hacía.
Se encontraba acostado en su cama, solo, escuchando música triste para deprimirse más, ¿que irónico no?
Su burbuja de depresión y tristeza se deshizo al escuchar unos golpes frenéticos en su puerta.
— ¡Stiles!— dijo emocionado — ¡Stiles abre, es importante!—
— Ahora no papá— dijo fastidiado.
— Stiles Stilinski, llevas casi una semana ahí encerrado, ¡así que bajarás a la sala, ahora!— ordenó mientras Stiles escuchaba cómo bajaba las escaleras.
— Hay, ya voy— dijo cansado y con pereza se levantó de su cama.
Cuando abrió la puerta de su habitación vio que su padre ya no estaba, suspiró resignado y empezó a bajar las escaleras hasta dirigirse a la sala.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Y bien?, ¿qué es eso taaan importante que tenías que mostrarme?— dijo el chico con cara de aburrimiento.
— Bien— su padre se acercó emocionado hacia una puerta color gris quemado que daba al ascensor — Solo te pido que por favor no me mates, ¿okey?— le pidió antes de oprimir un botón para que las puertas se abrieran.
— De acuerdo— soltó una leve risita al ver la actitud de su padre.
Su padre sonrió y oprimió el botón, la sonrisa de Stiles se desvaneció lentamente. Estaba impactado.
La figura que se encontraba parada al otro lado de la puerta casi no se veía gracias a los intensos rayos del Sol que habían afuera y se reflejaban en la ventana.
No podía creer lo que sus ojos veían. La figura cada vez se veía más clara y grande con cada paso que daba. Y ahí lo vio, a un hombre con piel morena, cabello azabache, hermosos ojos verdes y una barba de candado como de tres días, estaba esbelto de músculos y era alto. Llevaba una vestimenta de una playera blanca, unos pantalones blancos, al igual que los tenis.
— ¿Pero qué...?— susurró sin terminar la pregunta.
Veía como aquel hombre de cabello azabache observaba todo a su alrededor de manera curiosa, como si fuera la primera vez que viera todo eso, y en efecto, lo era.
— Me gusta su sala— dijo el de cabello azabache hacia el castaño mientras le sonreía. Stiles tragó duro.
— ¡No lo acepto!— exclamó Stiles con lágrimas en sus ojos desde la cocina hacia su padre — ¡No hay sustituto para Jordan!—
