A.I Inteligencia Artificial //Sterek//

Capítulo 24

— ¿Qué, cómo que no está?— preguntó confundido — ¿Estás seguro?—

— ¡Sí!, ya revisé todas las habitaciones y no lo encontré— dijo nervioso.

— A ver Stiles, primero tranquilízate y siéntate— el castaño asintió y lo hizo — A lo mejor salió a algún lugar—

— Derek no sale a ningún otro lugar que no sea el taller, no conoce bien la ciudad y puede perderse con facilidad— hizo una mueca — Además, si quiere conocer un lugar, me hubiera esperado para poder llevarlo, sé como es—

— Okey okey, no hay que alarmarnos— se puso a pensar — ¿Él tiene algún teléfono para poder comunicarnos?—

— Desgraciadamente no—

— Me lleva— soltó un soplido.

— Llamaré a mi papá para que salgamos a buscarlo, al menos estoy más tranquilo al saber que está con CJ-7–

— Está bien— el castaño no espero más y empezó a marcar al número de su padre. Espero un par de segundos hasta que contestó.

— Hola hijo, ¿qué pasa?—

— Papá, necesito tu ayuda, Derek desapareció—

— ¿Qué, cómo que desapareció?—

— No hay tiempo para explicar, necesito que vengas a la casa, rápido—

— En quince minutos estoy ahí— y colgó.

Los dos mejores amigos se miraron entre si y suspiraron. Esta sería una larga noche.

***

La lluvia caía una agresividad sobre el suelo, los relámpagos seguían igual de intensos y todo estaba oscuro.

Y en suelo, se encontraba el cuerpo del azabache, tratando de liberar su pie que había quedado atorado en el lodo.

Puso todas su fuerzas y se impulsó para atrás, cayendo de espaldas en el acto. Miró todo a su alrededor, teniendo poca visibilidad por culpa de la tormenta.

Se levantó como pudo y empezó a caminar.

— ¡CJ-7!– exclamó buscando a su amigo — ¡¿En dónde estás?!—

A lo lejos vio un pequeño cuerpo color blanco siendo cubierto por basura, corrió hacia él y quitó todos los escombros con desesperación.

Su respiración se entrecortó al ver que CJ-7 no reaccionaba, sentía ese dolor punzante en el pecho. Sin pensarlo, lo abrazó con todas sus fuerzas.

De pura casualidad pasó a traer el botón de encendido con su mano derecha. Logrando que el pequeño robot empezara a despertar poco a poco, hasta notar la situación en la que estaban.

— ¿Derek?— el azabache se apartó un poco de él de manera sorprendida.

— Oh pequeño— volvió a abrazarlo mientras suspiraba aliviado — ¿Estás bien?—

— Sí, eso creo, ¿y tú?—

— Claro que lo estoy— ambos se levantaron del suelo — Solo que no tengo idea de cómo salir de aquí—

— ¡Mira!, allá hay una luz, puede ser la salida— exclamó el pequeño robot al ver un pequeño destello aparecer entre la oscuridad.

Derek sonrió y ambos empezaron a correr hacia esa pequeña iluminación que conforme más se iban acercando, más se iba expandiendo.