Capítulo 11

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Stiles regresó a cada a toda prisa a su hogar, estacionando su auto en el garage y apagándolo.

Al bajarse de éste se encontró con una escena algo... ¿perturbadora?, tal vez no, más bien, sexy y provocativa...

Stiles veía a Derek sentado en una silla de metal, sin camisa, solo con unos pantalones deportivos y unos tenis. Estaba haciendo ejercicio con una pesa gruesa que el sheriff había comprado precisamente para Stiles, pero que el castaño jamás había utilizado en su vida.

No entendía porque hacía aquello, si Derek no necesitaba de ejercicio ni nutrientes para mantenerse de esa forma.

— Que extraño...— murmuró.

Derek levantó la vista y sonrió al ver al castaño frente a él. Dejó la pesa a un lado y se acercó al castaño para rodearlo en sus brazos en un cálido abrazo.

Stiles le correspondió notando que Derek no estaba sudado. Rodó los ojos y se golpeó mentalmente al darse cuenta de su estúpido pensamiento, es obvio que Derek no podía sudar.

— Hola Stiles, ¿cómo te ha ido en la escuela?—le preguntó el azabache sin soltarlo.

— Bastante bien— sonrió, separándose del abrazo y pasando una mirada rápida hacia el torso desnudo del azabache, haciéndolo tornarse casi rojo de la vergüenza — Derek, ponte una playera, ¿quieres?— Derek frunció levemente el ceño.

— ¿Te molesta la vista?— le preguntó con picardía.

— ¡Derek!— dijo desviando la mirada — Solo hazlo— escuchó que el azabache soltaba una leve risita para después ponerse la playera que se encontraba colgada en la silla donde anteriormente se encontraba sentado.

— Te preparé la comida— le avisó el azabache y ambos se dirigieron a la cocina.

Derek le sirvió la cantidad necesaria para que Stiles pudiera comer y se lo sirvió en la mesa al lado de un jugo de naranja.

Stiles no paraba de pensar en lo que había sucedido esta mañana, ¿debería de agradecerle a Derek?, sí, era lo justo.

— Derek, puedes sentarte un momento, por favor— le pidió Stiles, a lo que el azabache obedeció sentándose en una silla frente al castaño.

— ¿Qué pasa Stiles?, ¿hice algo malo?— preguntó preocupado, Stiles soltó una leve risita mientras negaba.

— Para nada Derek, es más, me has salvado el pellejo hoy en la mañana—

— ¿Ah si?, ¿y cómo?—

— No te hagas Derek— sonrió — Tú fuiste el que hiciste mi tarea, ¿verdad?— Derek asintió — ¿Por qué?—

— Porque...— bajó la mirada apenado — Te veías muy cansado y no quería molestarte, así que... la hice para que no te regañaran—

Stiles se retorció de la ternura, en serio, ¿cómo había sido capaz de tratar tan mal a semejante ángel caído del cielo?, porque eso era, un ángel, un ángel con cuerpo de hombre, con intenciones, actos y sentimientos tan humanos que se la hacía difícil creer que Derek era una máquina, un robot con simples cables y maquinaria en su interior.

Sintió un nudo enorme en la garata y sus ojos empezaron a acumularse de pequeñas lágrimas, de nuevo el sentimiento de culpa había su pecho.

Derek notó al instante el cambio repentino de humor del muchacho y se acercó a él, Stiles se levantó rápidamente de su asiento y de aferró a Derek como si su vida dependiera de ello.

A.I Inteligencia Artificial //Sterek//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora