Estaba decidido. Derek estaba seguro de querer volver a recuperar a Stiles, para poder así estar junto a su lado por siempre. El metal de la mesa debajo suyo estaba frío, y las esposas que utilizaban energía electromagnética en sus manos y pies no le ayudaban mucho en mantener la calma.
Veía a muchos de los Mecas ir de un lado a otro, aunque con evidente tranquilidad, como si ya hubieran hecho eso antes. O al menos quería creer que así era.
— Oigan, ¿alguien podría decirme que van a hacerme?— preguntó el azabache al grupo de Mecas, pero estos parecieron ignorarlo.
— No te preocupes Derek, estarás bien, tranquilo, solo debes de poner tu mente en blanco y dejar que tus recuerdos fluyan— habló una voz dentro de su cabeza, empezó a mirar a todos lados buscando el dueño de aquella cálida voz, y cuando se dio cuenta, tenía uno de aquellos Mecas tocándole el hombro.
— Gracias— dijo ya más tranquilo, de alguna manera, la forma de comunicarse y actuar de aquellos seres lo relajaba demasiado. Después sintió cómo le colocaban dos pequeños discos con unos puntos centrales de color azul brillante en ambos lados de su sienes.
— Es hora— le informó el mismo Meca. Derek asintió y pegó su cabeza al frío metal, se removió un poco incómodo y cerró los ojos. Si bien no se iba a dormir, hizo lo que el Meca le dijo.
Se relajó y puso su mente en blanco. De pronto, todo pareció llegar, el día en que lo vio, aquella expresión confundida y asombrada a la vez, su reacción poco alegre después de eso. Sus constantes miradas, aquellos ojos color whisky, sus largas pestañas, su infinidad de lunares, su piel aterciopelada, su cabello castaño y sedoso, su hermosa sonrisa con aquellos hoyuelos en ambos lados de sus mejillas, su complexión delgada pero bien definida.
Todo, absolutamente todo de él.
Los Mecas empezaron a recopilar aquella información en pantallas holográficas, creando después un prototipo con las características del muchacho. Entonces empezaron a armarlo y a crear las piezas que serían necesarias para poder llevar a cabo la acción.
***
Negro, eso era todo lo que veía él, oscuridad. De pronto, algo hizo click dentro de su cabeza, y todo empezó a iluminarse.
Poco a poco sentía como todo dentro de él cobraba vida, así que empezó a abrir poco a poco los ojos cuando sintió que tenía la capacidad de hacerlo. Empezó a parpadear varias veces para que éstos se adaptaran a la intensa luz que le daba de lleno en el rostro.
Sintió como poco a poco empezaba a articular sus extremidades, o por lo menos, la parte de sus dedos y manos, ya que sus antebrazos y piernas estaban sujetas a una mesa metálica que parecía flotar del piso.
Miró hacia varios lados de manera curiosa. Viendo a varios seres muy extraños, extremadamente altos y muy delgados ir a varios lados. Y algunos otros tecleando algunas cosas en unas pantallas muy extrañas.
De pronto, uno de ellos se acercó a él y le tocó el hombro de manera suave para no asustarlo.
— Hola, Stiles— le dijo.
— ¿Q-quién eres tú?—
— Tranquilo, no te haremos daño—
— ¿En dónde estoy, cómo llegué aquí?—
— Todo a su tiempo, pequeño— hizo una pausa — ¿Sabes?, él logró que volvieras a estar aquí—
— ¿Él?— preguntó confundido — ¿De quién hablas?—
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A.I Inteligencia Artificial //Sterek//
Ficção CientíficaAño 2118 La constante contaminación y aumento de la población trajo graves problemas al ambiente, y por ende, al mundo. Los polos se derritieron por completo a causa de los gases del efecto invernadero, lo que ocasionó que el nivel del mar aumenta...