Capitulo X

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La luz del sol iluminaba aquella habitación,las cortinas naranjas se movían con brusquedad por la fuerza del viento y el espejo reflejaba su presencia.
El cuarto del Uzumaki seguía igual que aquella última vez que todos se encontraban juntos.
Vasos de ramen instantáneos guardados en su armario era algo normal en el,aquella chamarra que amaba utilizar en las noches de frío se encontraba doblada entre toda su ropa.
Fotos de su familia inundaban su escritorio,aquel monedero de rana que  desde infancia atesoraba con felicidad estaba en el cajón principal,sin duda alguna la esencia del Uzumaki seguía en el lugar.
Mikoto tenía tantos recuerdos golpeando su cerebro mientras que   sus manos sostenían el gorro  para dormir favorito de Naruto cuando era un niño,seguía sin aceptar aquel cruel destino,se negaba a dejar ir a su hijo.
Con paso lento la mujer se acercó a la cama del rubio,paso su mano lentamente recordando todas aquellas mañanas en las que solía despertar al Uzumaki.Sintio cada centímetro de la sábana y el dolor aumentaba,se sentía vacía.
Sin aviso una lágrima traicionera bajo por su pálida y suave mejilla, dejando salir a flote toda la tristeza e infelicidad que sentía en esos momentos.
La matriarca Uchiha quiso gritar pero su garganta seca no se lo permitía,el olor al perfume del ojiazul golpeaba sus fosas nasales,sabía que estar ahí era la peor tortura pero no le importaba,después de la muerte de Naruto a ella nada le importaba.
Su cuerpo y especialmente su corazón ya no pudieron aguantar más y su último gramo de voluntad se había ido.
.-¡NARUTO,MI PEQUEÑO!.-El grito de aquella mujer era desgarrador,lágrimas bajaban una tras otra .
Mikoto subió a la cama y su llanto se hizo aún más fuerte.
Pasos acercándose se hicieron escuchar pero no le importo,continuo sacando su dolor.
Después de algunos segundos la  puerta se abrió dejando ver a un Fugaku serio,fuerte y frió.
.-Mikoto por favor,no es momento de hecharse a llorar. Ellos están allá afuera y no sabemos que tienen...-

La mirada llena de despreció que le dirigía aquella mujer hicieron callar al hombre.

.-Lloro por qué no supe ser madre,por qué Kushina me confío a su hijo y yo...no lo pude proteger.
Porque el último día en el que estuvo conciente sufrió,tuvo miedo y lucho por su vida solo.
Tu y yo sabemos más que nadie como el odiaba la soledad,así que ahora no me pidas ser fuerte.-La voz de la mujer mostraba lo triste y enojada que se encontraba.

.-Yo...lo siento.- Fugaku camino lentamente hacia su mujer,necesitaba abrazarla,quería hacerla entender que ambos se apoyarían y que podrían salir juntos de esa pérdida.

.-No te acerques Fugaku,ahora solo quiero estar aquí...sola.- La mujer de cabellos negros se volvió a acostar sobre la cama ignorando a su esposo.

El hombre suspiró lleno de tristeza,entendía que una parte de su esposa había desaparecido junto al rubio.

Hinata caminaba tras Sasuke con lentitud,el dolor seguía presente en ella,la culpabilidad apareció con más fuerza tras ver la reacción de la mujer.
Todo aquello había sido su culpa,si tan solo hubiera confiado en Sasuke,si no hubiera sido egoísta y cobarde tal vez el Uzumaki estaría vivo.
Todas aquellas posibilidades rondaban su cabeza,todo ese tiempo había culpado al Uchiha por los males que arruinaban su vida pero ahora todo estaba claro.
Hinata Hyuga había arruinado más vidas y todo por su cobardía.

.-Aqui es,esta es nuestra habitación.-La voz del Uchiha se presentó.

.-¿Nuestra?.-La mirada de la Hyuga se encontraba centrada al azabache.
No podía estar cerca de el,no quería caer otra vez.

.-Así es,dije que está era nuestra habitación,no te sorprendas y espero que te acostumbres.
Puedes tomar un baño o descansar,si tienes hambre puedes llamar a la cocina y Rin de inmediato te traerá algo de comer.- Sasuke entro a la gran habitación dejando atrás a una ojiperla dudosa.

Enseñame a OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora