Capítulo XXX

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Ambas caminaban en total silencio, disfrutando de la tranquilidad, estaban a punto de llegar a la casa cuando la voz de cierta rubia se hizo presente.
Las dos mujeres vieron Ino con una sonrisa en sus rostros, esperaron tranquilas en su lugar a la joven.
Un sentimiento de culpa albergo a la mujer azabache, ver a aquella rubía qué era como su hija y guardar aquel secreto de lo que haría la estaba poniendo nerviosa.
Al verla tan cerca de ella no aguanto más y callo frente a su nerviosismo.

. - Se que quiere hablar pero yo no puedo verla a la cara, no después de lo que te dije.
Así que las dejo solas. - Mikoto comenzó a caminar despidiéndose de ambas jóvenes.
Su corazón palpitaba de manera rápida, sabia que debia hablar con su esposo, sería algo doloroso pero lo debía hacer.
Ino se acerco a la Hyuga y vio extrañada a la mujer Uchiha, la conocía de tiempo y sabia que algo le pasaba.
Después de hablar con Hinata ella se ocuparía de descubrirlo, por ahora necesitaba despejarse.

. - Creo que necesitamos hablar, después de todo me corporte mal contigo,ademas qué debo agradecerte por estar ahí, conmigo. - La rubia tomo de las manos a la joven y la guio a unas grandes rocas qué sé encontraban frente a ella.
Hinata la siguió con una sonrisa, aun sin arreglarse Ino era hermosa.
Se imagino a ambos rubios tomados de la mano felices, pudo crear una escena de una familia y estaba segura que sus hijos serian hermosos.

. - ¿Hinata?. - La voz de la rubia la sacaron de sus pensamientos, la vio tan cerca de su rostro qué pudo descubrir que los ojos de Naruto eran más claros que los de la joven .

. - Yo si, no..-

Al escuchar a la ojiperla una gran risa se hizo presente, Ino reía con tanta alegría que la joven imitó su acto.
Lagrimas salían de los ojos de amabas jóvenes.

. - Dios mio Hinata,acabas de alegrar mi día. - La ojiazul limpio sus ojos y suspiro tratando de calmarse. - Yo de verdad quiero pedirte disculpas por todo, te trate tan mal y cuando necesite de alguien tu estabas ahí, para mi. - La rubia se acerco y la abrazo con precaución. - Muchas gracias Hina, de verdad. - Ambas jóvenes se abrazaron felices.

. - Estabas pasando por un mal momento así que no podía dejarte sola, no hay nada que perdonar. - Hinata se separo de la joven y se acerco a una de esas rocas.
Cón mucha precaucion tomo asiento en aquel lugar, comenzaba a notar su cansancio .

. - De verdad que no puedo creerlo, te veo y aun no asimiló qué vayan a ser padres. - Ino se acerco a ella. - ¿Puedo?. -La observó y al recibir su aprovacion acerco su mano en el abdomen de la joven.Era poca la diferencia pero pudo saber que aquella zona estaba comenzando a crecer. - Será el bebé más amado del mundo. -La rubia quito su mano para después acercar su rostro y sonrió ampliamente. - Tendrás muchos tíos qué te amarán y te protegerán, en especial uno que no pudo conocerte.
Sería el tío más feliz del mundo de tan solo saber que eres el hijo de su mejor amigo, te hubiera consentido tanto que tu papá terminaría sediendo en todo,te hubiera llevado a comer ramen hasta cansarte.... Era un estúpido, te hubiera hecho reír tanto que tu estomaguito dolería, te cargaria en sus hombros para que pudiera llevarte donde quisieras y te compraría muchos obsequios. - Lagrimas comenzaron a bajar por las mejillas de la rubia. -Lo siento Hina. -
La ojiazul hiba a levantarse pero la mano de la joven la detuvo, la junto más a su abdomen y comenzó a acariciar su cabello.

. - Creo que esta feliz escuchandote hablar de su tío, así que continúa. - Sabia el dolor que aquella joven cargaba, lo podía notar y si ella podía ayudarla lo haría.

.-Gracias a ambos. -Volvió a sonreír con melancolía. -Naruto Uzumaki estaría ahora mismo detrás de ti, preocupado por que no te pase nada, tratando de ayudar a tu mami en todo, crompando cosas innecesarias para ti, te puedo asegurar que te compraría playeras con frases como "Mi tío es genial".
Sería tan protector, le pediría a tus padres que te tomará fotos a todas horas, de todo lo qué haces y si ellos se hubieran negado el iría a su casa para verte.
Te presumirá ante todos siendo el bebé más hermoso del mundo ,te puedo asegurar que el hubiera dado todo de si para que tu fueras feliz. - Lagrimas traicioneras nuevamente comenzaron a bajar por sus mejillas.
Esta vez Hinata la dejo ponerse de pie, aquel momento era duro, pues la Hyuga con un nudo en la garganta también había imaginado todo lo que la rubia había dicho.
Le dolía no tenerlo con ellos, siendo el parte de su familia.

Enseñame a OlvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora